Además de los aspectos sociales de su lucha en contra de la esclavitud
, el estreno de esta película nos hace plantear tres cuestiones.
La primera es la posibilidad de que el poder de esta historia de fe en Dios y amor al ser humano sirva como imagen del protestantismo en países –como España- donde el protestantismo es un verdadero desconocido, incluso para personas de un nivel cultural elevado. No en vano la Alianza Evangélica Europea está promocionando esta película como herramienta de testimonio.
El segundo aspecto sería el de la presencia de cristianos evangélicos en la política activa. Tenemos la impresión que los cristianos tienen una confusión acentuada entre el ejercicio de la política y los valores morales sexuales. Con esto no queremos decir que deban ir separados, pero sí que no forman un binomio exclusivo. Hoy en día gozan de reconocimiento general evangélico creyentes como Martin Luther King, Abraham Lincoln, William Wilberforce, y Henry Dunant (fundador de la Cruz Roja), por citar a algunos de los más conocidos.
Todos ellos lucharon por aspectos morales que tenían un especial énfasis en los sectores sufrientes y abandonados de la sociedad. Quizás se les hubiese visto hoy en día como poco cristiana su labor, y sin embargo era de un alto nivel no sólo humano, sino de su propia fe. Necesitamos hoy en día que existan este tipo de cristianos políticos. Entendiendo que ningún partido democrático es per se inmoral, y que tampoco ninguno de ellos es un baluarte de la moral.
Por último, nos preguntamos cuál es la necesidad que existe hoy en día y que pueda ser causa de lucha para un creyente porque nadie o casi nadie lo haga. Y es difícil encontrar una que no tenga ya valedores de peso: inmigración, sanidad, violencia doméstica, marginados sociales, problemas ecológicos… causas sin resolver pero que todas ellas cuentan con defensores. Defensores a los que podemos sumarnos, pero como un apoyo más, no por ser una bandera que se levante porque nadie la recoge del suelo.
Y dando vueltas, hemos llegado a una conclusión: lo que casi nadie defiende hoy en día es la libertad de conciencia (algo muy distinto de hacer lo que me viene en gana, o imponer a los demás mis criterios y conciencia). Vamos hacia la moral única dentro y fuera de la iglesia, y en un sentido de permisivismo: tolerancia a todo e “intolerancia cero” al derecho a definirse y actuar en consecuencia.
Por lo cual, en este tiempo de profetas de la sociedad de bienestar y de la justicia social, creemos que el mundo postmoderno -en el que estamos cada vez más inmersos- lo que más que nunca precisa (sin decir en absoluto que haya que abandonar el resto de causas) son profetas de la libertad de conciencia.
Al fin y al cabo, lo que Jesús vino a proclamar fue eso: la libertad responsable de elegir o rechazar a Dios. Lo mismo que hizo Lutero ante el Papa y el Emperador: defender que somos cautivos de nuestra conciencia, no de las autoridades políticas o religiosas, ni de los intereses institucionalizados. Claro, que a Jesús le mataron por estropear el mercado fariseo-saduceo de su tiempo, y a Lutero casi por estropear el bien montado tinglado de la Europa católica del “tanto monta, monta tanto” el Emperador como el Vaticano.
Profetas de la libertad de conciencia. Sin duda alguna. Libres de intereses o condicionamientos políticos, religiosos, económicos o afectivos que les condicionen. Entendiendo que estar libres no significa que no existan, sino que ocupen un lugar siempre secundario al actuar, y en los objetivos y opiniones. Libres para ser cautivos de nuestra conciencia.
Sinceramente creemos que en este sentido el informe del OCI (Observatorio Cívico Independiente), recién publicado, sobre libertad religiosa es una piedra de toque que a todo aquel que lo lea libre de prejuicios debería hacerle pensar… y decidir ante su conciencia.
MULTIMEDIA
AMAZING GRACE
Noticia sobre la película “Amazing Grace”
AQUI
Trailer de la película (en inglés)
AQUÍ (video, 4 Mb )
INFORME DEL OCI
Texto completo del informe
AQUÍ.
Noticia sobre el informe con un resumen del mismo
AQUÍ.
Rueda de prensa de presentación del informe del OCI (incluyendo el diálogo con los periodistas) pulsando
AQUÍ (audio, 9 Mb).
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