Nuestros hermanos «piratas»

Nos referimos a revistas y agencias de noticias cristianas que utilizan nuestra información como si fuera suya, sin citar que la fuente viene de esta revista (Protestante Digital) o de la Agencia de Comunicación protestante (ACPress) que envía las noticias de Protestante Digital por correo electrónico. Con «hermanos» así casi no necesitamos enemigos.

Nuestro trabajo es conseguir información fiable, para lo que realizamos una búsqueda y lectura de más de tres horas diarias –de lunes a domingo- de unos 50 medios de comunicación reconocidos por su solvencia. A esto se añaden las noticias de total elaboración propia.

Cuando utilizamos una fuente ajena en nuestros datos siempre la citamos. En primer lugar porque su trabajo merece un reconocimiento en lo moral y en lo legal. Y en segundo lugar porque al tomar los datos de una fuente ajena, si estos no fueran ciertos –por error voluntario o involuntario- la responsabilidad es de quien ha facilitado los datos, y no de quien los ha tomado.

A las fuentes que utilizamos, añadimos siempre nuestra referencia como redacción en la cabecera de la misma. Y esta redacción no es sólo cuestión de estilo, aunque el estilo es fundamental: a menudo trabajamos cada noticia tanto que cambia por completo la redacción –que no los datos de información-. Bien porque su castellano es manifiestamente mejorable, o bien porque el matiz o matices del enfoque difiere mucho entre la perspectiva de la fuente original y la nuestra, o bien porque consideremos que para nuestros lectores es mejor extractar o clarificar el contenido de la información que trabajamos.

Otro aporte más de la redacción es que añadimos muy a menudo aportaciones propias. Por ejemplo, en la reciente noticia del primer puesto en el “Billboard” de las canción “Bendita tu Luz” de Maná y Juan Luis Guerra, añadimos la opinión de un conocido cantautor español, que encontramos acertada y necesaria. O ponemos lynks a trailers de películas, o a otro contenido multimedia. O recurrimos a archivos o hemerotecas.

Pues bien, hay publicaciones y agencias de noticias cristianas (algunas bastantes conocidas) que faltan a la ética más básica (ética periodística y ética cristiana), y nos “piratean” las noticias: ¿cómo?. Muy fácil. Ponen la fuente que nosotros ponemos como fuente original, pero nos borran a nosotros como si no hubiésemos hecho nada. Y no es un error de una ocasión, es una práctica habitual en estas mencionadas publicaciones de noticias cristianas.

Nos parece, si se hace por falta de conocimiento, bastante poco profesional. Y si se hace con consciencia de los hechos, vergonzoso y condenable. Desde aquí pedimos a los primeros que suban su listón de calidad profesional, y a los segundos que se arrepientan de su fea manera de proceder.

En cualquier caso, agradecemos siempre que exista eco de nuestras noticias, ya que es señal de que ofrecemos un contenido que resulta interesante y valioso. Pero, por favor… con el reconocimiento de la fuente completa que viene en las mismas. Para eso la ponemos.

A los muchos que ya lo hacen y que no entran de ninguna forma en lo negativo que que tratamos en este Editorial, todo nuestro agradecimiento y reconocimiento. A su labor y a su correcta actuación informativa.