Vidas

Nos referimos a uno de nuestros colaboradores. Son todos ellos rostros más o menos conocidos, artesanos de la palabra y de la fe que van hilando artículos que ustedes leen según sus preferencias. Pero al fin y al cabo personas la mayoría de ellas alejadas de la esfera de la relación personal en lo que al lector se refiere.

Esto lo observamos en las críticas que nos envían. No todas, pero algunas sí son para quienes conocemos a los autores (autores y autoras, dirían ahora en lengüaje políticamente correcto) un puro desconocimiento de la realidad de quiénes son y lo que piensan.

Por eso, como simple matiz de lo que hay detrás de cada uno de quienes escriben (y de quienes trabajan) en esta publicación, queremos explicarles algo personal que ayudará a entender y valorar mejor lo que a veces se atesora sin que sepamos o podamos descubrirlo.

Nos referimos a Carles Pujol, médico y escritor que firma la columna “Cart@ a mi amigo”, y en la que muchos nos sentimos reconfortados y animados en su sencilla pero sublime capacidad de ver lo grandioso en lo cotidiano.

Carles Pujol ha escrito en su último artículo una carta que ha titulado “Morir”. Es profunda, directa, realista, desafiante. Pero lo que posiblemente parezca un ejercicio de pensamiento es mucho más: es la realidad que ha enfrentado en el pasado y enfrenta ahora de nuevo Carles Pujol mientras escribía esa carta.

Nos ha mandado unas líneas esta pasada semana junto con su artículo dominical.
“El próximo miércoles ingreso de nuevo para un alotrasplante de medula ósea por mi mieloma múltiple. Por la experiencia de hace dos años y medio con el autotrasplante, sé que voy a estar una temporada larga fuera de combate. Si Dios lo permite, luego, seguiré con más”

Todos confiamos en la recuperación de Carles, pero siendo él médico a la vez que paciente conoce -además del túnel que debe pasar- los riesgos que corre. Como quien coge un avión y por un instante se le pasan por la cabeza los eventuales accidentes que pueden ocurrir.

Por ello, su valor y seguridad al escribir esta carta hablan más que mil artículos, que cientos de palabras, que decenas de reflexiones, de en quién y hasta dónde confía Carles. Sus líneas no son letras, son latidos de su corazón.

Además, nos ha enviado unos cuantos artículos para “saltar” este periodo de debilidad que le espera. Y nosotros le esperamos también, confiando, como él dice, en que Dios le permita seguir regalándonos esas cartas que nacen de su experiencia viva.

Habría más historias, pero baste ésta, que además nos conmueve y nos lleva a ponernos ante el sufrimiento que a todos nos toca de una forma u otra, a la vez que nos inclina ante Dios para pedirle por el próximo restablecimiento de Carles Pujol, para que pueda estar pronto escribiéndonos sus Cartas a nosotros, sus amigos.

Si quiere hacer llegar algún mensaje a Carles Pujol, lo puede hacer. Si así lo siente, lo puede enviar a [email protected]. Es una dirección nuestra, que borraremos cuando pasen unas semanas. Mientras tanto, le reenviaremos las cartas que nos vayan llegando.

Si quiere leer la biografía y los artículos de Carles Pujol, puede "pinchar" AQUÍ.