Defendiendo lo evidente

Pasando al tema que queremos tratar, debemos reafirmarnos en lo que ya informamos la semana pasada. La Comisión de Defensa Evangélica, que celebra sus 50 años de existencia, fue constituida el 14 de mayo de 1956 en Madrid, por las siguientes organizaciones: la Iglesia Española Reformada Episcopal, la Iglesia Evangélica Española, la Iglesia Bautista y la Alianza Evangélica Española.

Así consta en el acta de Constitución de la Comisión de Defensa Evangélica, un documento histórico cuyo original escaneado pueden leer AQUÍ, y que ha logrado Protestante Digital este pasado fin de semana gracias a los buenos archivos de la Alianza Evangélica Española.

Si quieren leer el documento, comprobarán que pone textualmente en su cabecera:
“ACTA DE CONSTITUCIÓN
Reunidos en Madrid, calle Beneficencia, 18, domicilio del Obispo Rev. Santos Molina a las 7 de la tarde del día 14 de Mayo, de 1956, el ya citado Obispo Santos M. Molina, de la Iglesia Española Reformada Episcopal, Rev. Juan Luis Rodrigo de la Iglesia Bautista, D. José Flores de la Alianza Evangélica Española y D. Francisco García Navarro de la Iglesia Evangélica Española, todos ellos en representación oficial de sus correspondientes organizaciones”.

Sabemos que no queda ninguna duda pero, por si fuera poco, añade el acta de Constitución lo siguiente en su punto 3 (también lo transcribimos de manera literal):
“Los documentos oficiales que hayan de elevarse a las Autoridades españolas serán suscritos por los Presidentes de las distintas organizaciones de Iglesias y que en la actualidad son el Obispo Rev. Santos M. Molina, Dr. Manuel Gutiérrez Marín, Rev. Pedro Bonet y D. Jose María Martínez; de la I.E.R.E., de la I.E.E., de la I.B. y de la AEE respectivamente”

Precisamente Jose Mª Martínez, por entonces Presidente de la Alianza Evangélica Española, en una entrevista en audio realizada por eMision la pasada semana (que pueden escuchar AQUÍ - 2Mb) testificó y corroboró todo lo expuesto de manera exacta e indubitable.

Por todo lo cual, defendemos lo evidente.

Lo que no podemos dejar de añadir es que -a la vista de este documento y testimonio- quien quiera afirmar o sugerir cualquier interpretación o suposición contraria a lo expuesto lo realiza en el terreno del error, lo torticero(*) o el engaño premeditado (la pertenencia a uno u otro grupo queda a la conciencia de cada cual, algo que no queremos ni debemos entrar a juzgar). Que en torno a este asunto existen versiones y personas equivocadas, torticeras y mentirosas, no les quepa a ustedes la menor duda.

Entrando en temas más agradables y constructivos, esperamos y deseamos un feliz desarrollo de las celebraciones que tengan lugar dentro de esta conmemoración, que comienzan esta misma semana. Y a la heredera y fruto de la Comisión de Defensa Evangélica, la FEREDE (Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España) le deseamos un fructífero trabajo y que sepan siempre mantener la antorcha y fundamentos de sus predecesores en la Comisión de Defensa Evangélica.

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(*) Torticero: injusto, o que no se arregla a las leyes o a la razón (Diccionario de la Lengua Española)