‘Calvino para el mundo’, de Rubén Rosario Rodríguez (I)

Mi abuela abandonó la Iglesia católica en los años 40 y, cuando lo hizo, su decisión de unirse a la Iglesia Presbiteriana estuvo determinada por el hecho de que las mejores escuelas de Puerto Rico estaban a cargo de la Iglesia Presbiteriana. Si bien puede parecer una búsqueda de una iglesia para cada uno de los estudiantes, por otro lado, coincide con los valores calvinistas de alfabetización y educación y con la importancia de contar con un laicado educado para encarnar las reformas de la Iglesia que los reformadores del siglo XVI buscaban.¹

R. R. R.

El Dr. Rubén Rosario Rodríguez es profesor asociado de teología en la Universidad de San Luis, Missouri, Estados Unidos (jesuita), en donde ocupa la cátedra Clarence Louis y Helen Steber. Originario de Puerto Rico, es pastor ordenado por la Iglesia Presbiteriana de Estados Unidos. Coordina los programas de Maestría en Estudios Teológicos (MTS) y de Maestría en Educación Religiosa (MARE). Los cursos que imparte son: Justicia Social, Martirio y Terrorismo, Tradición Cristiana I: De 1500 al presente y Teología Política. En el semestre que está comenzando anunció los cursos: Cristología y Religión y Ciencia Ficción. Forma parte de una generación de jóvenes teólogos/as puertorriqueños que han hecho carrera en instituciones estadounidenses y que siguen la estela de autores tan reconocidos como Ángel Mergal, Carmelo Álvarez y Luis Rivera-Pagán. Progresivamente se ha hecho de un lugar propio en la teología protestante actual gracias a su creatividad y potencia argumentativa. Lo demuestra ahora con Calvin for the world: The enduring relevance of his political, social, and economic theology (Calvino para el mundo: la relevancia perdurable de su teología política, social y económica (Grand Rapids, Baker Academic).

Es autor de otros libros, entre ellos: Racism and God-Talk: A Latino/a perspective (Racismo y lenguaje sobre Dios: una perspectiva latina, 2008), Dogmatics after Babel: Beyond the Theologies of Word and Culture (Dogmática después de Babel: más allá de las teologías de la Palabra y la cultura, 2017), Christian martyrdom and political violence: A comparative theology with Judaism and Islam (Martirio cristiano y violencia política: Una teología comparada con el judaísmo y el Islam, 2017), T&T Clark Handbook of Political Theology (Manual T&T de teología política, editor, 2019) y Theological fragments: What we can and cannot know about an infinite God (Fragmentos teológicos: lo que podemos y no podemos saber acerca de un Dios infinito, 2023).

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En su sitio web, Rosario Rodríguez se presenta a sí mismo como sigue:

Como teólogo y pastor, me sitúo dentro de la tradición reformada calvinista, aunque no siempre me siento cómodo.

La tradición calvinista ha contribuido significativamente a la opresión de las personas y las comunidades de color, desde la Iglesia Reformada Holandesa que aprobó el comercio de esclavos africanos en la América colonial, hasta el papel del calvinismo afrikáner en la fundación del estado del apartheid de Sudáfrica en el siglo XX. Sin embargo, como teólogo reformado latino, desafío a los lectores a reevaluar las dimensiones más emancipadoras del pensamiento de Calvino al abordar su biografía distintiva como refugiado y exiliado.

Al ver cómo los cristianos del pasado como Calvino buscaron responder las preguntas apremiantes y atender los problemas sociales de su época, tal vez encontremos respuestas a las preguntas y los problemas que enfrentamos hoy (ver aquí).

Y en efecto, cada vez que ha tenido la oportunidad de escribir sobre el reformador francés es posible apreciar la forma en que se sitúa ante su tradición teológica como parte de una actitud autocrítica que intenta valorar en su justa dimensión los valores de dicha tradición. En esta ocasión ha reunido siete sólidos ensayos dedicados a Calvino y los ha articulado alrededor de las ideas y realidades que considera más valiosas y que se dejan ver desde el subtítulo de la obra.Qué mejor momento para acercarse a estos textos que la conmemoración de los 507 años del inicio de las reformas religiosas del siglo XVI. La figura descollante de Calvino en ese proceso histórico es abordada enjundiosamente, con simpatía ciertamente, pero también con numerosos elementos críticos para ir más allá, como puede esperarse de un calvinólogo tan destacado, audazy contextual, de los estereotipos que se siguen repitiendo en diferentes espacios.

El título del libro, Calvino para el mundo, es ya una toma de posición respecto de la multitud de interpretaciones de que ha sido objeto el reformador dentro y fuera del espectro natural de influencia, es decir, de las iglesias reformadas y en los ámbitos académicos que se han ocupado de él desde diversas perspectivas de análisis. En el contexto del trabajo teológico de Rosario Rodríguez se veía venir desde hace tiempo una obra de este tipo, pues la importancia de su reconstrucción de la importancia de Calvino para los ámbitos estudiados está fuera de toda duda. En eso sigue muy bien las líneas de investigación que aprendió con la Dra. Elsie Ann McKee, su profesora en el Seminario de Princeton. El doble horizonte en que siempre se ha situado (la teología reformada y la teología latinoamericana impactada por los énfasis de la liberación) le permite ahora ahondar en el pensamiento y la acción de Calvino de una manera situada y sumamente propositiva. Así lo hace ver Rosario Rodríguez en las primeras palabras de la introducción de título sugerente: “¿Por qué Calvino? ¿Por qué ahora?”:

¿Necesita el mundo otro libro sobre la teología de Juan Calvino? ¿Qué se podría decir que no se haya dicho antes? Más concretamente, en la era de la reacción contra los hombres blancos muertos, ¿por qué deberíamos escuchar a este hombre blanco muerto? En la imaginación popular, el reformador protestante del siglo XVI Juan Calvino (1509-1564) es recordado como un líder autoritario y un pensador dogmático cuyo legado está manchado por su enseñanza sobre la doble predestinación y su papel en la ejecución en la hoguera de Miguel Servet en 1553. Sin duda, son señales rojas en el currículum de cualquiera. Por lo tanto, no es sorprendente que en nuestros días el calvinismo se equipare con la intolerancia y que el propio Calvino sea visto como un tirano mezquino (p. xiii).

Más adelante cita a la escritora Marilynne Robinson en su valoración de Calvino en respuesta a una cadena de retratos negativos que se suceden en cascada: “Calvino tiene una extraña reputación que se basa muy sólidamente en el hecho de que nadie lo lee”.² El resto de la cita, parte de una entrevista con Robinson, también es digno de mencionarse: “Me pareció un teólogo hermoso. Me impresionó, y me sigue impresionando, el poder de la metafísica y la calidad visionaria de su teología, de la que nadie parece ser consciente”.³ Se trata de una escritora que, sorpresivamente para muchos, ha recuperado la figura de Calvino en sus ensayos y relatos. Cuando era niña me gustaba leer (2012) incluye un excelente texto sobre la Reforma protestante. Mediante esta referencia, Rosario Rodríguez puntualiza la necesidad de contestar puntualmente las preguntas iniciales e insiste en retomar a Calvino de una manera más mesurada e informada: “Sin lugar a dudas, Juan Calvino sigue siendo una figura inquietante y controvertida. Sus partidarios elogian su influencia transformadora en las esferas eclesiástica, política y económica de la vida moderna, mientras que sus detractores lo pintan como un defensor despiadado de la teocracia comparable a los mulás del Irán actual”.⁴

[photo_footer]Marilynne Robinson.[/photo_footer]

La apreciación dominante en este libro es, como indica su autor, ir más allá de las caricaturas y las idealizaciones para conseguir una mejor comprensión de los alcances de la obra del reformador: “Cualquiera sea el juicio final que se tenga sobre Calvino, una investigación responsable exige una lectura más profunda que trascienda cualquier idealización o demonización unidimensional. Es cierto que esta tarea es particularmente difícil para las personas de color (como yo), dada la frecuencia con la que Juan Calvino y el calvinismo se representan mediante el chovinismo eurocéntrico y los regímenes racialmente represivos”.⁵

Eso implica no dejar de ver los excesos que produjo la teología calvinista como sucedió en los casos de la esclavitud autorizada por la Iglesia Reformada Holandesa en las colonias americanas, en el calvinismo afrikáner que apoyó la segregación racial en Sudáfrica, o los presbiterianos brasileños que defendieron el golpe de Estado militar en 1964 que estableció la dictadura militar. Rosario Rodríguez, como buen teólogo latino situado “en continuidad crítica con Calvino —plenamente consciente del impacto misionológico negativo de estas formas represivas que el calvinismo ha adquirido a lo largo del mundo— desafía a los lectores a reevaluar los aspectos más emancipatorios del pensamiento calviniano destacando las tradiciones de resistencia informadas por la teología de Calvino”.⁶

[photo_footer]Portada del libro de Robinson.[/photo_footer]

Un ensayo de este libro (“Calvin: Proto-liberationist?”) fue traducido por el autor de estas líneas (junto con Rubén Arjona Mejía, actualmente profesor en el Seminario Unión de Richmond, Virginia) y recogido en la antología Juan Calvino: su vida y obra a 500 años de su nacimiento (Barcelona, CLIE, 2009; reeditado en 2019), así como en la versión portuguesa editada por Eduardo Galasso Faria en Brasil (João Calvino e o calvinismo, 2013). Su título anterior fue: “Calvin or Calvinism?: Reclaiming the Reformed Tradition for the Latin American context” (“¿Calvino o el calvinismo?: reclamando la tradición reformada para el contexto latinoamericano”). Allí, Rosario Rodríguez hace un apasionado retrato del reformador y lo traslada al ambiente latinoamericano en diálogo con corrientes tan desafiantes como las teologías de liberación. Justamente ése es el tono de la nueva versión en inglés que subraya mucho más ese aspecto: la posibilidad de considerar a Calvino como un lejano antecedente de la teología latinoamericana liberadora. Entonces escribió así:

…se puede concluir que el Juan Calvino conocido en América Latina es un Calvino mediatizado —más calvinista que Calvino— y filtrado mediante la ortodoxia doctrinal encapsulada por el Sínodo de Dort (1618) e importada vía los esfuerzos misioneros angloamericanos. Irónicamente, una cosa que ambos extremos ideológicos dentro del protestantismo latinoamericano (el fundamentalismo y la teología de la liberación) tienen en común es que ninguno ha llevado a cabo un análisis crítico directo y concienzudo de la teología de Calvino, especialmente en sus escritos relativos al papel transformador de la iglesia en la sociedad civil.⁷

A este ensayo (segundo en el orden) se suman ahora: “Calvin’s theology of public life” (“La teología calviniana de la vida pública”); “The undocumented Calvin” (“El Calvino indocumentado”); “Calvin’s vision for an ecumenical and transnational Church” (“La visión calviniana de una iglesia ecuménica y transnacional”); “The cosmopolitan Calvin and religious intolerance” (“El Calvino cosmopolita y la intolerancia religiosa”); “A scattered inheritance— Calvin’s Reception in Latin America” (“Una herencia dispersa: la recepción de Calvino en América Latina”); y “Calvin against apartheid Calvinism” (“Calvino contra el calvinismo del apartheid”).

Este texto es la colaboración número 800 para Protestante Digitl. Agradezco el espacio y la paciencia de los lectores/as.

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[title]Por un año más[/title]

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