Un fragmento de “El Buen Sexo”, de Kari Clewett, (Andamio Editorial, 2024). Puede saber más sobre el libro aquí.

La sociedad está hipersexualizada, pero eso no evita que siga siendo tabú hablar de forma respetuosa y clara sobre el sexo. La meta de este libro es cambiar eso. Quiero prepararte con información desde una perspectiva cristiana y científica.

El problema actual es que las personas que tienen preguntas sobre el sexo no están yendo a la iglesia ni a los cristianos para recibir respuestas. Pero, si Dios creó el sexo, los cristianos debemos ser los maestros.

¿Quién soy yo para escribir este libro?

Soy Kari Clewett, hija de pastores misioneros que llegaron a España en el año 1991. Mi infancia, adolescencia y primera juventud las pasé fundando iglesias y puntos de misión con mis padres, donde llegué a trabajar durante años como pastora de jóvenes.

Con 16 años, ya empecé a dar “charlas de sexo” a las chicas en los campamentos de verano, sobre todo porque nadie más las quería impartir. ¡Reconozco que en ese momento no tenía ni idea de nada! (Si las pudiera repetir, te aseguro que esas charlas serían muy diferentes).

En el 2008, me fui a Suiza a realizar un curso especializado e intensivo de estudios bíblicos. Durante ese tiempo, me dediqué a estudiar la Biblia en profundidad y dejar que eso impactara cada área de mi vida. Y eso queda reflejado en mi trabajo de sexología hoy en día.

En mi carrera profesional, me licencié como psicóloga con un enfoque en niños y adolescentes. Al poco tiempo de trabajar solo con niños, me di cuenta de que la solución del problema solía requerir conectar con los padres también. Al ampliar y hacer terapia familiar, lo cual incluía a los padres, detecté a menudo que el dolor estaba más dentro de la pareja que en sus hijos. Y fue entonces cuando hice mis primeras sesiones de parejas.

En 2012, mientras avanzaba con mi carrera y ampliaba y modificaba mi rango de intervención, me casé, pensando que lo tenía todo resuelto. Dios, marido, buen trabajo: era un sueño hecho realidad.

Pero casarme no era como me lo había imaginado. Pensé que lo había hecho todo “bien”. Aun así, teníamos problemas en el sexo y en la comunicación. Yo, psicóloga especializada, capaz de ayudar a los demás, era incapaz de solucionar mis problemas. ¿Quién me ayudaría a mí?

Mi crisis matrimonial acabó con una separación y luego un divorcio. No lo entendía. ¿Cómo era posible no encontrar información y ayuda en castellano en los entornos cristianos para temas como la infidelidad, la pornografía, la brecha en el deseo y otras cosas que afectaban de forma devastadora al matrimonio? ¡A mi matrimonio!

Frustrada, exclamé: ¡Alguien debería hacer algo para remediarlo!

Y allí me susurró Dios:

¡Tú puedes ser ese alguien!

Créeme, ¡en aquel momento no quería ser ese alguien! Sin embargo, decidí ser obediente y me centré en formarme para ayudar a parejas cristianas que estuvieran en crisis.

Me gradué en un máster en sexología y terapia de pareja y seguí un par de años como docente de esa misma materia. En conferencias y talleres, impartía todo lo que había aprendido en el máster de sexología, pero añadía los estudios bíblicos que tenía. Me di cuenta de que la iglesia quería saber más y de que lo que compartía parecía llenar un vacío de información existente.

Puse en palabras mi deseo: “Quiero devolver el Buen Sexo a la iglesia”.

Como equipo, hemos encontrado una profunda hambre sobre el tema, mucho más allá de lo que podemos atender persona a persona. Por eso, ahora es el momento de escribir este libro. Lo que tienes entre manos es mi intento de agregar años de experiencia de mi práctica con los pacientes, con las preguntas y otros miles de testimonios que he recibido en las redes sociales, conferencias y talleres, para permitir que aún más personas tengan acceso a la información del Buen Sexo.