Un poquito de más

Eran dos hermanos que compartían la misma educación paterna en relación con el trabajo.

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Pero se diferenciaban en que el mayor siempre hacía un poquito de más y el menor siempre un poquito de menos.

Y los resultados eran tan diferentes como evidentes.

Por un poquito de más el hermano mayor superaba las pruebas escolares, y el hermano menor por un poquito de menos las suspendía.

Pero el menor se propuso cambiar.

Leyó todo lo que había escrito acerca del trabajo. Descubrió en el libro de Proverbios de la Biblia lo que dice sobre las hormigas trabajadoras y vio que su problema era la pereza y que debía combatirla con la diligencia.

Se esforzó de lleno, pero no consiguió buenos resultados.

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Se lo explicó al hermano mayor y le pidió consejo.

—Lo contrario de la pereza es la diligencia, pero no se combate con ella, estás equivocado — le advirtió.

— Pues eso leo en Proverbios.

— No, a la pereza solo se le vence con el amor. Cuando hagas las cosas con el corazón te darás cuenta de que no son molestas ni suponen una carga. Todo lo que hagas en la vida que sea con amor a algo o a alguien, es el motor de todo.

— Mañana mismo me pongo en ello.

— ¡Alto! Para que tengas éxito has de pedirlo a Dios, es su don. Nadie toma o deja el amor a placer, solo pertenece a Dios.

— Jo, cada vez me lo complicas más

— Recuerda, el trabajo siempre hay que cogerlo con cariño.