No hay parte de nuestro mundo intelectual que deba estar herméticamente aislada del resto, y no hay una pulgada cuadrada en todo el campo de la existencia humana sobre la que Cristo, que es Señor sobre todo, no clame “¡mío!”.¹

Abraham Kuyper

Introducción

Fruto de los desarrollos propios del calvinismo desarrollado en los Países Bajos, el neocalvinismo como movimiento teológico, social y político fue dirigido por Abraham Kuyper (1837-1920) a fines del siglo XIX y principios del XX.² Este teólogo, preocupado por la evolución de las tendencias doctrinales de su época, encabezó ese movimiento con base en algunas ideas propias de la dogmática reformada, tal como evolucionó en su país. No debe confundirse con la reciente corriente del mismo nombre (o “nuevo calvinismo”) que en los últimos años ha crecido grandemente en Estados Unidos y que ha impactado a varias denominaciones históricas, representada por autores como R.C. Sproul (1939-2017), John Piper, John MacArthur, Tim Keller y Joel Beeke, entre otros, muy leídos por las nuevas generaciones de pastores y estudiantes, por encima de las obras fundadoras del siglo XVI.³ El neocalvinismo estrictamente kuyperiano debe ser entendido como un resultado de la reacción en contra de las líneas “modernistas” de la teología reformada y se ha extendido ampliamente a partir de la difusión de ciertas ideas contenidas en su discurso de apertura de la Universidad Libre de Ámsterdam (octubre de 1880),⁴ y en las conferencias L.P. Stone que expuso en el Seminario de Princeton en octubre de 1898.⁵

Uno de sus principales biógrafos, James D. Bratt, profesor de la Universidad Calvino (Michigan), resume así la trayectoria de Kuyper:

Todos los trabajos de Kuyper se cohesionan en torno a un conjunto entrelazado de motivos y convicciones. En primer lugar, quería sacudir a los reformados ortodoxos de su sueño piadoso para que recuperaran y actualizaran radicalmente la dimensión pública y cultural de su herencia calvinista. En segundo lugar, canalizó las energías resultantes contra el liberalismo tanto religioso como secular que, sin embargo, insistía, no debían ser reaccionarias, sino que fomentaran la diferenciación social y el pleno desarrollo de la cultura inherente al mandato de creación de Dios. En lugar de retirarse de la vida pública o de imponerse a ella, los cristianos debían entrar en un paisaje pluralista, con sus convicciones ancladas en una visión global del mundo y coordinadas por organizaciones cristianas distintivas en todos los sectores sociales. El trabajo de Kuyper sigue siendo, en suma, un ejemplo impresionante del cristianismo reformado en su testimonio social, político y cultural, filosóficamente coherente, estructuralmente preocupado e institucionalmente desplegado.⁶

Ciertamente es muy difícil estar en contra de un proyecto como éste, pero al mismo tiempo hace falta rastrear sólidamente la forma en que los seguidores de Kuyper han tratado de aplicar sus ideas a la realidad sociopolítica, económica y cultural. La idea bíblica y reformada de que “todas las cosas deben someterse al dominio de Cristo”, basada en afirmaciones del Nuevo Testamento (I Corintios 10.26; 15.24-28; Efesios 1.21, entre otros), es desplegada mediante una teorización filosófica que trata de hacerle justicia con un complejo entramado que desemboca en algunos elementos que han sido vistos como teosóficos e incluso cercanos al esoterismo, como ha observado el teólogo canadiense J. Glenn Friesen en diversos textos, principalmente en Neo-Calvinism and Christian theosophy: Franz von Baader, Abraham Kuyper, Herman Dooyeweerd (Neocalvinismo y teosofía cristiana: Franz von Baader, Abraham Kuyper, Hermann Dooyeweerd),⁷ un volumen de gran envergadura que explora, como lo plantea su título, las raíces teosóficas del pensamiento “reformacional”, basadas más bien en las ideas de Von Baader (1765-1841), teólogo laico y filósofo alemán, opositor de la Ilustración y fuerte crítico de la autonomía moral de Immanuel Kant.

Baader es conocido por su filosofía cristiana. Era católico romano, pero creía que la Iglesia Ortodoxa Rusa representaba el mejor camino cristiano. Consideraba que el protestantismo era demasiado literal y racionalista, y encontraba el catolicismo demasiado rígido y “petrificado”. Se oponía firmemente a cualquier huida pietista de la racionalidad, pero también se oponía al racionalismo de la Ilustración. Baader ignoró el arte del compromiso y sus escritos son muy polémicos. Por ejemplo, invita a su lector a tomar parte en “una guerra de vida o muerte” (Werke I, 385). […]

Baader influyó en sus contemporáneos Schelling, Hegel, Goethe, Jacobi, Novalis, Friedrich Schlegel, Jean Paul, Wilhelm von Humboldt y Clemens Brentano. Baader introdujo a Hegel en el pensamiento de Eckhart, e introdujo a Schelling en el pensamiento de Böhme, cambiando así la orientación de Schelling del panteísmo al teísmo. Pero influencia no significa necesariamente acuerdo; Baader no estuvo de acuerdo con Hegel, Schelling y otros en los que influyó. Visitó varias veces a Friedrich Schleiermacher. […] Susini informa que hubo un renacimiento del interés en Baader en los años posteriores a la Primera Guerra Mundial.

También debemos incluir a Abraham Kuyper y Herman Dooyeweerd en la lista de personas que fueron influidas por Baader.⁸

Dos son los temas más descollantes, en el contexto de lo que se conoce como pensamiento o filosofía “reformacional”, rostro actual de esta corriente que se ha extendido en varios espacios evangélicos latinoamericanos, pues en el país de origen y en Estados Unidos no tiene la fuerza que muchos quisieran: la llamada “soberanía de las esferas” y el concepto de “cosmovisión” que, de manera muy personal, Kuyper destacó ampliamente en diversos momentos. Ambos tópicos han causado mucha controversia, especialmente en algunas iglesias presbiterianas debido a que se presentan como el summum mayor al que se puede aspirar como parte de la teología reformada, la cual es invocada por muchos estudiosos sin considerar suficientemente su origen y desarrollo.

En ello han influido enormemente los discípulos de Kuyper, entre los que deben mencionarse a Herman Dooyeweerd (1894-1977; su concepto central es la “filosofía de la idea cosmonómica”), D.H.T. Vollenhoven (1892-1978), cuyos principales trabajos, aun cuando no están traducidos al español son citados con frecuencia.⁹ A ellos hay que agregar a Gordon Spykman (1926-1993), autor de Teología reformacional: un nuevo paradigma para hacer la dogmática (1991; español: 1994),¹⁰ usada en diversos seminarios como sustituto de la clásica Teología sistemática (1932; en español: 1938), de Louis Berkhof (1873-1957),¹¹ traducida en México por el Pbro. Felipe Delgado Cortés, la cual ahora puede ser vista como “punta de lanza” del pensamiento “reformacional” que comenzó a ser introducido en México con la llegada de los misioneros neerlandeses y estadounidenses de ese origen en 1961.¹²

Notas

1 A. Kuyper, “Soberanía de las esferas”, en Estudios Evangélicos, 26 de junio de 2013 p. 18. Traducción de Elvis Castro y Manfred Svensson. Discurso público pronunciado por el autor en la inauguración de la Universidad Libre de Ámsterdam el 20 de octubre de 1880. Esta revista se ha encargado de difundir algunos aspectos del pensamiento “reformacional” mediante varios ensayos y artículos de autores latinoamericanos, especialmente presbiterianos chilenos.

2 Cf. James D. Bratt, “Abraham Kuyper (1837-1920)”, en Donald K. McKim, ed., Encyclopedia of Reformed Faith. Louisville, Westminster John Knox Press, 1992, pp. 212-213. Ídem, Abraham Kuyper: Modern Calvinist, Christian Democrat. Grand Rapids, Eerdmans, 2013; y “Abraham Kuyper”, en Adademia.edu.

3 Cf. Josh Buice, ed., El nuevo calvinismo: ¿nueva reforma o moda teológica? Graham, N.C., Faro de Gracia, 2022.

4 El título original de la conferencia fue: “Souvereiniteit in Eigen Kring”, que significa, más propiamente “soberanía en la propia esfera”. Véase: Francisco Medina Krause, “Soberanía de las esferas: el equilibrio kuyperiano”, en Estudios Evangélicos, 26 de junio de 2013.

5 Véase A. Kuyper, Conferencias sobre el calvinismo: una cosmovisión bíblica. San José, Confraternidad Latinoamericana de Iglesias Reformadas, 2014. Puede leerse también en Altisimo.net.

6 J.D. Bratt, “Abraham Kuyper…”, op. cit. Versión propia. Énfasis agregado.

7 J. Glenn Friesen, Neo-Calvinism and Christian theosophy: Franz von Baader, Abraham Kuyper, Herman Dooyeweerd. Calgary, Aevum Books, 2015.

8 J. Glenn Friesen, “Frans van Baader”, en https://jgfriesen.wordpress.com/franz-von-baader.

9 Cf. Herman Dooyeweerd; Jonathan Muñoz, “Herman Dooyeweerd, Las raíces de la cultura occidental”, en Estudios Evangélicos, 14 de julio de 2012, (la traducción es de Adolfo García de la Sienra Guajardo, profesor de la Universidad Veracruzana, activo practicante y promotor de la filosofía “reformacional”); “The Vollenhoven pages”, aquí.

10 Cf. A. García de la Sienra [Guajardo], “Teología reformacional: réplica a José Luis Velazco Medina”, en La naturaleza de la fe. Escritos teológicos. Xalapa, Universidad Veracruzana, 2022, pp. 115-124. Este ensayo, que intenta clarificar algunos aspectos de la filosofía “reformacional”, uno de cuyos autores es Spykman (su “obra cumbre”, dice García de la Sienra [Guajardo] es precisamente la teología reformacional…), es la respuesta (bastante altanera, irrespetuosa y hasta burlona) al texto de Velazco Medina (“Teología reformacional o teología reformada...”, en L. Cervantes-Ortiz, ed., Dossier para el Curso Teología reformada y pensamiento “reformacional”. México, 2023, 42 pp.) en reacción a la creciente influencia del pensamiento “reformacional” al interior de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México

11 Cf. James D. Bratt, Dutch Calvinism in modern America. A history of a conservative subculture. Eugene, Wipf & Stock, 2002, pp. 123-141.

12 Cf. Pablo A. Deiros, Don Juan, una autobiografía imaginativa. La vida de Juan y Mabel Kempers: pioneros de la iglesia en Chiapas, México. Lima, Ediciones Puma, 2017.