Miguel Concha, teólogo dominico defensor de los derechos humanos

Para ella [la teología latinoamericana] la salvación de Dios en Cristo no es algo exclusivamente metahistórico, espiritual em el sentido dualista del término, individual e intimista. Es salvación de esta historia en su integralidad, sin confundir jamás la realización plena del reino de Dios más allá de la historia con sus realizaciones históricas parciales, pero reales, donde están a la obra Dios y el hombre.¹

M.C.

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La Orden de Santo Domingo, comúnmente conocida como dominicos u Orden de los Predicadores (O.P.) ha tenido, dentro de sus integrantes, a notables pensadores, párrocos y teólogos. En el caso de México, en los años recientes sobresalen los nombres de Miguel Concha Malo (1945-2023, fue prior provincial de la Orden), Gonzalo Balderas Vega (1951-2021, profesor e investigador acucioso de los temas relacionados con la Reforma Protestante²) y Carlos Mendoza Álvarez (1961) exprofesor de la Universidad Iberoamericana y actualmente docente en el Boston College. Ante la desaparición física de Concha Malo el pasado 9 de enero, múltiples son los testimonios que dan fe de su labor eclesial, teológica, periodística y, sobre todo de defensa de los derechos humanos, pues cofundó el Centro Fray Francisco de Vitoria en 1984, que dirigió en 2002, con lo que tuvo una trayectoria de más de 50 años.

Habiendo iniciado sus primeros estudios con los Hermanos Maristas en el Instituto Queretano, cursó Filosofía en el Centro de Estudios Filosóficos de la provincia de Santiago de la Orden de los Predicadores, luego la Maestría en teología y estudió Sociología en Roma. Obtuvo su doctorado en la Facultad de Teología en Le Saulchoir, Francia, y el Doctorado Honoris Causa en Teología por el Providence College, Estados Unidos. Hasta 1978 dirigió el Instituto Superior de Estudios Eclesiásticos en la Ciudad de México, intervenido después por la jerarquía católica más tradicional. En 1979 ingresó como profesor de posgrado en la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Fue vicepresidente de la Academia Mexicana de Derechos Humanos, miembro fundador del Consejo de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, y miembro de la sección mexicana de Amnistía Internacional. Fundó, con otra religiosa dominica, Brigitte Loire, junto con Carlos Mendoza, Balbina Flores y dos salvadoreños refugiados, Roberto y Benjamín Cuéllar, la primera revista especializada, Justicia y Paz. Asimismo, obtuvo varios premios por su labor periodística, por la defensa a la prensa del derecho a la información y a la libertad de expresión. Su labor periodística inició “en el antiguo Unomásuno, el que fundaron Manuel Becerra Acosta y Carlos Payán, donde curas de la corriente progresista rompieron el tabú de publicar en los periódicos”.³ Su columna sabatina en La Jornada es muy recordada por las constantes denuncias de violaciones a los derechos humanas y por sus continuas reflexiones sobre temas sociales y políticos.

Recibió la Medalla y el Testimonio “Roque Dalton”, concedido por el Consejo de Cooperación con la Cultura y la Ciencia en El Salvador (2002). En febrero de 2006 recibió un reconocimiento especial de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, por su visión y compromiso en la promoción y defensa de los derechos fundamentales de las personas en México. En 2015 fue galardonado con el Premio Internacional de Derechos Humanos Emilio F. Mignone, en Argentina. En aquella ocasión se afirmó: “Entre los años setenta y ochenta fue un asiduo activista solidario en la defensa de personas refugiadas de América Central, y participó asimismo activamente en la recepción de sudamericanas y sudamericanos exiliados en su país durante las mismas décadas”. En 2013 dictó la conferencia inaugural de la cátedra Religión y crisis de civilizaciones, organizada por el Centro Universitario Cultural, reconocido espacio dominico adjunto a la Ciudad Universitaria de la capital mexicana, en cuya presentación afirmó: “Las religiones tienen una oportunidad. Deberían participar activamente en la serie de correcciones por emprender, sobre todo desde la base de la defensa, la protección, la promoción, conservación y reproducción de la vida”.⁴⁵

Algunos de sus libros son: La pena de muerte, un enfoque pluridisciplinario (1993), Los derechos políticos como derechos humanos (1994), Las violaciones a los derechos humanos en México y Los derechos humanos y la ciudad. Simpatizante de la teología de la liberación, se refirió a ella en varias ocasiones y escribió un resumen sobre ella en el Diccionario de política (1993) compilado por Norberto Bobbio, en el que no dejó de mencionar los elementos cristianos no católicos en su gestación, desarrollo y práctica, destacando “su índole ecuménica cristiana desde sus orígenes”.⁶ Allí distinguió tres niveles de esta teología: el popular, nivel popular, que señalaba como el más fundamental; el pastoral, en su época el más estratégico, y el profesional de la reflexión teológica, orgánicamente articulado con los dos primeros.

En “Teología de la liberación y pastoral laboral”, publicado el 8 de septiembre de 2012, explica las acciones que sectores católicos han llevado a cabo en varias regiones de México: “Desde la propia realidad, la PL procura promover las capacidades y habilidades de las y los trabajadores, y llevar, mediante la capacitación de defensores de derechos humanos laborales y promotores de la pastoral laboral en centros de trabajo, sindicatos, colonias, barrios o parroquias, de forma independiente a cualquier empresa, gobierno, sindicato u otra organización, ajena a los intereses de los propios trabajadores, buenas noticias al mundo del trabajo”. Desarrolló una visión similar en su importante colaboración en el volumen colectivo La participación de los cristianos en el proceso popular de liberación en México (1968-1983) (1986). Un ensayo publicado por la Revista de la Universidad de México en 1992 es muy esclarecedor para colocar en su justa dimensión la importancia del culto mariano a nivel popular y cultural.⁷

El 17 de mayo de 2022 se realizó un foro para analizar las aportaciones de Concha a la defensa y promoción de los derechos humanos.⁸ En su última columna, “Transicionar la justicia”, del 7 de enero, hace una valoración del nombramiento de Norma Lucía Piña Hernández como nueva presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, un asunto sumamente discutido en las semanas recientes. Su conclusión es puntual y muy perspicaz: “Transferir la presidencia de la SCJN no es sólo un cambio constitucional y administrativo, es una oportunidad para transicionar la justicia. Transicionar de las todavía deficiencias institucionales y procesos jurídicos deficientes, hacia dependencias garantes de procesos transparentes y apegados a la ley y a los más altos estándares internacionales de derechos humanos. Especialmente, para transicionar a condiciones dignas y justas para las personas y grupos históricamente discriminados y aún invisibilizados en nuestro país”.⁹

Concluimos con tres testimonios acerca de su invaluable labor social por parte de personas que lo conocieron de cerca:

Fray Pablo Romo, exalumno de teología:

Creo que en esencia lo que logró Miguel Concha fue vincular el mundo de la fe con el de los derechos humanos, vincular las ideas de Santo Tomás y Bartolomé de las Casas con el mundo que en ese momento en México se estaba abriendo a nuevas formas de ser y organizarse. Y como lo hizo [el obispo Sergio] Méndez Arceo, en torno a la solidaridad. Pero, además, lo que nunca dejó de hacer fue articular y recuperar todo ese proceso por escrito.¹⁰

Roberto Velázquez Nieto, periodista de Querétaro:

En una nación en donde el movimiento social está altamente fragmentado, dividido, Miguel Concha fue una personalidad de unidad y consensos, en la que prestó su voz regularmente a los que no la tienen para que sean escuchados, por eso la misma era requerida como orador en las más importantes marchas campesinas del país. Del EZLN, en conferencias y asambleas populares, como el amealcense Ricardo Pozas Arciniega o el diplomático Hugo Gutiérrez Vega.

Sin exagerar, podría asegurarse que él fue un puente central que comunicó al mundo del catolicismo progresista y la izquierda latinoamericana.¹¹

Y Luis Arriaga Valenzuela, sacerdote jesuita, rector de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México:

Desde su origen, el Centro Fray Francisco de Vitoria, bajo el liderazgo moral y también activo de Miguel, ha vivido dicha misión. Centrado en el compromiso y acompañamiento de procesos educativos en derechos humanos, la incansable y generosa labor de Miguel ha sido fundamental en la historia de nuestro país.

Pude ser testigo de su inagotable vocación de defensor cuando tuve el privilegio de trabajar de su mano. Lo hice en casos como la liberación de los presos de Atenco; en la construcción de diálogos entre gobierno y sociedad civil; en el fortalecimiento de redes comunitarias para la defensa de los derechos; en la talacha para elaborar informes que visibilizaran el trabajo y las demandas de las víctimas.¹²

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Notas

1 M. Concha Malo, “Teología de la liberación”, en N. Bobbio, N. Matteucci y G. Pasquino, Diccionario de política. 14ª ed. México, Siglo XXI Editores, 2005, p. 1559.

2009, en http://chiesa.espresso.repubblica.it/articolo/1337492ffae.html?sp=y.

2 Cf. L. Cervantes-O., “Gonzalo Balderas Vega (1951-2021): Un testimonio de gratitud y fraternidad”, en Protestante Digital, 7 de mayo de 202, https://protestantedigital.com/ginebra-viva/62228/gonzalo-balderas-vega-1951-2021-un-testimonio-de-gratitud-y-fraternidad.

3 Blanche Pietrich, “Murió Miguel Concha Malo, ‘sembrador de esperanzas’”, en La Jornada, 10 de enero de 2023, www.jornada.com.mx/notas/2023/01/10/sociedad/murio-miguel-concha-malo-sembrador-de-esperanzas.

4 B. Pietrich, op. cit.

5 Alondra Flores, Vivimos un creciente alejamiento de la ética, alerta Miguel Concha”, en La Jornada, 14 de febrero de 2013, www.jornada.com.mx/2013/02/14/cultura/a03n1cul.

6 M. Concha Malo, “Teología de la liberación”, p. 1561.

7 M. Concha, “Significado teológico del culto católico a la Virgen María”, en Revista de la Universidad de México, núm. 499, agosto de 1992, pp. 7-10, www.revistadelauniversidad.mx/articles/08f2e2a9-3cae-4afc-a1cb-14161f37a94a/significado-teologico-del-culto-catolico-a-la-virgen-maria

8 E.M. Zaragoza, “Analizarán la aportación de Miguel Concha en la defensa y promoción de los derechos humanos”, en Tribuna de Querétaro, 9 de mayo de 2022, https://tribunadequeretaro.com/opinion/columnistas/el-ultimo-arrebato/analizaran-la-aportacion-de-miguel-concha-en-la-defensa-y-promocion-de-los-derechos-humanos.

9 M. Concha, “Transicionar la justicia”, en La Jornada, 7 de enero de 2023, www.jornada.com.mx/notas/2023/01/07/opinion/transicionar-la-justicia-miguel-concha/

10 B. Petrich, op. cit. “La justicia en la obra de Fray Bartolomé de las Casas”, conferencia de Concha, puede verse en: https://ms-my.facebook.com/CUCultura/videos/1273151079819604/

11 R. Velázquez Nieto, “Miguel Concha Malo, el fraile de los sin voz en México”, en Diario de Querétaro, 12 de enero de 2023, www.diariodequeretaro.com.mx/analisis/sopa-de-letras-miguel-concha-mal-el-fraile-de-los-sin-voz-en-mexico-9453427.html.

12 L. Arriaga Valenzuela, “La vocación del defensor”, en La Jornada, 12 de enero de 2023, www.jornada.com.mx/2023/01/12/opinion/014a2pol