‘Comentario intercultural al Evangelio según Marcos’, de Francisco Mena Oreamuno (III)

En realidad, no tenemos un evangelio con cuatro perspectivas sino cuatro evangelios cada uno con su propia perspectiva de Jesús, su misión y lo que significa el seguimiento. Estamos ante una alta experiencia de diversidad. Hemos sido acostumbrados a leer la Biblia desde la unidad de su sentido y omitir o racionalizar las ambigüedades y contradicciones.[1]

F. Mena O.

En el capítulo 2 de su Comentario intercultural al evangelio según Marcos. Introducción, estructura y comentario a Marcos 1.1-15, “Estructura retórica del evangelio de Marcos”, Francisco Mena despliega las bondades del arte exegético y hermenéutico que anunció en el capítulo anterior. Las consignas metodológicas anunciadas se cumplen a cabalidad al momento de abordar el texto bíblico como tal (traducido completamente desde el idioma original) y muestran al autor en pleno dominio de las facultades adquiridas durante varios años de ejercicios. Y anuncia explícitamente las características de su trabajo:

Desde el punto de vista retórico se trabaja con la obra tal cual está y a diferencia de la crítica de la historia de la redacción, no se considera que la obra se pueda comprender desde las distintas capas redaccionales que la conforman. Así que, en lugar de concentrarse en las distintas etapas de redacción, la tarea desde la crítica retórica es mostrar la interacción de las distintas partes que conforman la redacción de la obra. Esta interacción es la que presento en este capítulo (p. 148).

Siguiendo a Ched Myers, Mena afirma que Marcos se divide en dos grandes secciones o “libros”: el primero, en 1.1. a 8.21 y el segundo, en 8.27-16.8. Cada uno tiene elementos paralelos en relación con el otro. La geografía, por su parte, desempeña un papel determinante para organizar el texto del evangelio, así como los diversos sumarios que aparecen. También se valora el análisis retórico de Eugene Boring en su comentario, aun cuando, para avanzar en su propuesta, Mena procede a desarrollar lo que denomina “una estructura retórica alternativa” capaz de conseguir mejores resultados para la lectura intercultural. De ese modo, explica, trabaja la “tensión entre Jerusalén y Galilea”, además del cambio fundamental de ambiente y escenario en Marcos 8.27. pero añade: “Sin embargo, otros elementos pasan desapercibidos en los trabajos antes mencionados. Estos aspectos tienen relevancia por su ubicación estratégica y muestran otras rutas de organización estructural. Por ejemplo, el anuncio de [Jesús de] reencontrarse con sus discípulos luego de la resurrección en Galilea” (p. 152).

[photo_footer]Portada de 'La carta de Santiago'.[/photo_footer]

Con todas estas advertencias, el autor finalmente acomete la labor interpretativa según se van desarrollando los bloques textuales, para lo cual propone una estructura fruto del minucioso análisis de los diversos estudios previos. Cada sección y subsección obedece a un escrupuloso estudio desde el texto original para desglosar en cada una sus elementos propios mediante la observación del despliegue retórico de las palabras y acción de Jesús. El diálogo que entabla con los diversos autores citados va marcando la pauta del estudio y a través de él prolonga las observaciones propias con el propósito de articular sólidamente el discurso exegético. De esa manera desfilan autores/as tan relevantes como Mary Ann Tolbert, John Dominic Crossan, S.W. Henderson, Bruce Malina y José María González Faus, entre muchos eruditos.

Los elementos gramaticales, de vocabulario y de estructura que son destacados todo el tiempo, representan los conjuntos del tejido en su articulación narrativa y expresiva. Así, por ejemplo, en la Subsección interna 1.32-3.19, Mena explica:

Si 1.16-6.13 expresa la victoria del Más Fuerte sobre el reinado de Satanás, la sección 1.32-3.19 expresa, cómo esa victoria, afecta dramáticamente las tradiciones que garantizan la estabilidad del orden del mundo. Lo que sigue es una serie de perícopas organizadas en relación con la pureza y el pecado y cuyo núcleo es la controversia frente a las acciones de Jesús. Para poder trabajar esta sección apropiadamente se debe ir más allá de su literariedad porque las perícopas ponen sobre el tapete elementos centrales de la experiencia cultural-religiosa tanto de Jesús como de Marcos. El esquema propuesto es el siguiente:

a 1.32-39 Resumen

b 1.40-2.12 Dos milagros

c 2.13-14 Llama a Leví

b’ 2.15-3.6 Cuatro controversias

a’ 3.7-19 Resumen y organización de los doce (pp. 181-182).

El resto del estudio es un auténtico tour de force que recorre completo el paisaje del texto marcano, señalando sus peculiaridades a cada paso. La fuerza estructural del trabajo llevado a cabo le va a permitir a Mena profundizar hondamente en las características básicas del evangelio. Cerca del final, hace una observación importante al comparar Marcos con Mateo y Lucas:

De los tres evangelios sinópticos Marcos no es el relato más sencillo. Más bien uno podría pensar que tanto Mateo como Lucas se esforzaron para corregir a Marcos de modo que el alto nivel de violencia que Jesús sufre en este evangelio tenga, en él, un héroe que fue reivindicado. Pero esto no ocurre así en Marcos. El héroe termina en el abandono. De nuevo, solo incluyendo el final largo de Marcos esta declaración de su relato salda en algo la ausencia de Dios al final (p. 392).

Destaca en este análisis la conclusión acerca de en dónde se ubica el centro o el corazón de este documento, pues es allí donde salta a la luz el mensaje fundamental del libro:

Así llegamos a 10.13-16 que es el breve pasaje que puede considerarse el corazón del evangelio según Marcos. El verso 15 es el centro de un complejo de indicaciones sobre el cómo entrar a la vida/reino:

9.43 entrar en la vida

9.45 entrar en la vida

9.47 entrar al reino de Dios

10.15 el que no recibe el reino de Dios como un niño, de ningún

modo entrará en él

10.23 al reino de Dios entrará

10.24 al reino de Dios entrar

10.25 al reino de Dios entrar

El reino es el espacio de las personas vulnerables. Este sería el anuncio de Jesús, el contenido de su proclamación en el evangelio según Marcos. Jesús, en este sentido sería el modelo de vulnerabilidad sobre el cual descansa la organización y dinámica de la nueva familia de Dios (p. 396).

[photo_footer]Revista en que Mena publicó primeras versiones de su libro.[/photo_footer]

Con todo este arsenal interpretativo, el autor acometerá, en el resto del volumen (pp. 399-570), el estudio más detallado sobre Mr 1.1-15, pues tal como se anuncia desde el inicio, consigue desarrollar una lectura intercultural que no deja sueltos ninguno de sus aspectos, de ahí que una de sus afirmaciones sea la ideal para concluir este asedio, pues apunta hacia el mensaje toral de este texto fundador:

En resumen, si consideramos que no es posible separar en áreas institucionalmente diversas: religión, economía, política y parentesco, y que la política y el parentesco son bases fundamentales de la vida cotidiana de la gente y fundamento de la estructura social tanto institucional como cotidiana, el reino de Dios resume la dimensión política del parentesco. En este sentido, la proclamación de Jesús está orientada a la restitución de estas relaciones sociales basadas en el cuidado y protección de Dios como Padre/Patrón. […]

El reino de Dios apunta a la experiencia del presente de Jesús y su grupo, no a una realidad futura en sentido general, utópico. […]

Entonces, la proclamación de Jesús tiene un asidero muy concreto en su mundo y su grupo de discípulos forman parte de la realización de su proclamación. Es la nueva familia sustituta que permite a quienes han dejado padres, hermanos/as, campos, tener un nuevo lugar y una nueva identidad, esta vez como clientes del Padre-Dios… (p. 563).

Notas

[1] F. Mena Oreamuno, Comentario intercultural al evangelio según Marcos. Introducción, estructura y comentario a Marcos 1.1-15. Heredia, Universidad Nacional/EECR, 2021, p. 53.