“Sodoma: Poder y escándalo en el Vaticano”, por Frederic Martel

Era miércoles, 17 de abril. Yo paseaba por la Carrera 70, en Medellín de Colombia. En un puesto callejero de libros vi uno que me atrajo: Sodoma. Lo compré. Regresé al hotel El Dorado, donde me hospedaba. Inmediatamente inicié la lectura del mismo, que se prolongó durante cinco días. Llegué a las últimas páginas el martes 23, en un vuelo de Iberia Medellín-Madrid. Cuando llegué a casa puse sobre la mesa de trabajo las notas que había ido tomando, muchas, e inicié la redacción de este artículo.

Como autor del libro figura Frederic Martel, francés, en cuyo idioma se publicó la versión original, que tuvo lugar en marzo de este año en París.

No se si descuido o intención del editor, pero la obra no contiene ni una nota biográfica sobre el autor explicando quién es Martel.

En la contraportada del libro los editores han imprimido una frase del escritor, sacerdote y teólogo católico James Alison. Dice así: “Sodoma es la primera radiografía global de la vivencia deshonesta de la homosexualidad que estructura la vida eclesiástica de la Iglesia católica”.

En la misma página leo una cita atribuida al Papa Francisco: “Detrás de la rigidez siempre hay algo oculto; en muchos casos, una doble vida”.

Martel escribe 135 páginas sobre el papa actual, 259 sobre Juan Pablo II, y 230 sobre Benedicto XVI. También escribe sobre Pablo XI y cierra el libro con un epílogo y seis páginas en las que explica las fuentes consultadas.

Después de haberlo leído, me niego a comentar su contenido porque no me atraen estos libros brutales, escandalosos, porque no quiero herir sensibilidades católicas, porque creo que se está atacando desorbitadamente a la Iglesia católica en este aspecto de la homosexualidad, porque soy consciente que este mismo problema, si es un problema, se da abundantemente en todas las sociedades del mundo. Un Sodoma de mil páginas podría escribirse sobre Hollywood. Otro Sodoma sobre actrices y actores de todo el mundo. Otro Sodoma sobre cantantes. Otro Sodoma sobre deportistas. Otro Sodoma sobre políticos. Otro Sodoma sobre periodistas y escritores. Otro Sodoma sobre científicos. Otro Sodoma sobre filósofos. Otro Sodoma sobre licenciados de Universidades. Otro Sodoma sobre obreros manuales. Y paro.

Se dirá que en el caso de la Iglesia católica se trata de representantes de Dios. ¿De dónde viene esta creencia? ¿Qué hombre que come y defeca, que ama y odia, que nace y muere puede representar al Dios Eterno? Los monaguillos, sacerdotes, obispos, arzobispos, cardenales y papas están sujetos a las mismas pasiones que el resto de los 7.400 millones de personas que habitamos en la tierra. Según la Biblia, el mismo Cristo estuvo sujeto en su humanidad a perturbaciones que devoran los corazones humanos.

No obstante lo escrito, no puedo desligarme de mi condición de crítico literario. Me limitaré a ofrecer a los lectores de esta página una sipnosis de la obra. Lo considero obligatorio.

Sodoma de Frederic Martel, de marzo 2019, libro reciente, fue publicado simultáneamente en once países: Francia, Italia, Reino Unido, Australia, Polonia, Estados Unidos, Japón, Holanda, Portugal y España. La investigación duró cuatro años. El autor entrevistó a mil quinientas personas en el Vaticano y en otros treinta países. Entre los entrevistados figuran 41 cardenales, 52 obispos, 45 nuncios apostólicos y más de 200 sacerdotes y seminaristas. Todas estas entrevistas se hicieron personalmente, ninguna por teléfono. Se montó un equipo de 80 investigadores en 30 países. Además, añade el autor, se utilizó más de un millar de referencias de libros y artículos. “Durante estos cuatro años de indagaciones -añade Martel- nunca disimulé mi condición de escritor, periodista e investigador cuando pedía entrevistas a los cardenales y sacerdotes, que a veces se negaron”.

El autor de Sodoma se honra en excluir al Papa actual de las desviaciones sexuales que denuncia. Dice que “el secreto mejor guardado del Vaticano no es un secreto para el Papa Francisco. El conoce a su parroquia. En cuanto llegó a Roma comprendió que tenía que vérselas con una corporación fuera de lo común en su género que no se limita, como se ha creído durante mucho tiempo, a unas cuantas ovejas descarriadas. Es todo un sistema y un rebaño muy numeroso”.

Siempre en defensa del Papa que hoy gobierna en el Vaticano, el autor de Sodoma continúa: “Francisco sabe que las posiciones de la Iglesia deben evolucionar y que para lograrlo tiene que entablar una lucha sin cuartel contra los que utilizan la moral sexual y la homofobia para ocultar su hipocresía y su doble vida”. 

Justificando y defendiendo a otro papa, Benedicto XVI, transcribo de la página 8: “Cuánta suciedad en la Iglesia”, dijo el cardenal Ratzinger cuando, también él, descubrió la amplitud del armario en un informe secreto de tres cardenales cuyo contenido me ha sido revelado. Ese fue uno de los motivos principales de su dimisión”.

A diferencia de La Virgen de los Sicarios, del colombiano Fernando Vallejo, libro que sigue provocando escándalo, Martel no va contra el catolicismo ni contra la religión. Sodoma es un libro escrito con la verdad. Sin especulaciones. Sin ánimo de escándalo ni morbosidad, aunque en esto depende mucho la mente del lector. Un libro que debería ser leído por religiosos y no religiosos. Amor y fe no anulan el conocimiento. Es peor taparse la cabeza y no mirar qué es lo que realmente está ocurriendo en las alturas del Vaticano.

Sin intención publicitaria, que aquí lo tenemos prohibido, con deseos de ayudar a la persona interesada, Sodoma puede ser solicitado a ExLibris, Esperanza Fuentes, Avenida Somorrostro 46, local 3, Centro Comercial Parque Henares, teléfono 91-669 77 49, San Fernando de Henares, Madrid.