Este miércoles y jueves hace parada en España una de las bandas que más ha sorprendido en los últimos años. Mumford and Sons han traído a primera línea comercial el folk y el blue-grass, estilos que no suelen aparecer en las listas de ventas europeas. Marcus Mumford lidera la banda de Londres que, con su segundo disco “Babel”, insiste en plantearse la vida desde un punto de vista espiritual.
En pleno tour europeo, ha llegado el turno para España. Mumford and Sons llegan a Barcelona el miércoles 20 y actuarán en el Sant Jordi Club. La sala escogida inicialmente se quedó corta de aforo, aunque en el nuevo espacio también se agotaron las entradas en menos de 24 horas.
El concierto en Madrid será al día siguiente, jueves 21. Tras alquilar un espacio menor, la banda británica actuará finalmente en el Palacio de Vistalegre.
CANCIONES PARA JÓVENES QUE PIENSAN
Lanzaron su primer disco (“Sigh no more”) en 2009 y rápidamente conseguían el apoyo entusiasta de los británicos, especialmente el de los jóvenes universitarios.
Sus letras sobre el sentido de la vida y las luchas internas se identificaban con una generación de británicos que parecía buscar algo más que simples canciones pop.
Entre esos primeros entusiastas destacaban muchos cristianos, que reconocieron enseguida en las ‘lyrics’ de la banda un cúmulo de
referencias a la fe cristiana y a las parábolas bíblicas.
“El amor no te traicionará / no desmayará ni te esclavizará / sino que te hará libre / para ser más como el hombre que fuiste creado para ser”, expresa
Sigh no more, la canción que abría su disco de presentación. En Roll Away Your Stone, añadían:
“Parece que todos mis puentes han sido quemados / pero tú me dices que eso es exactamente cómo funciona esto de la Gracia / No es el largo camino a casa lo que cambiará este corazón / Sino la bienvenida que recibiré con el nuevo comienzo”.
También destacaba la épica
Awake My Soul, que termina con una declaración de esperanza:
“Aviva mi alma, aviva mi alma / Porque fuiste hecho para conocer a tu Creador”.
“BABEL” LES LANZA A NIVEL MUNDIAL
El segundo disco es el que ha dado a Mumford and Sons la posibilidad de viajar por todo el mundo y
convertirse en un fenómeno global. Después de desembarcar en EEUU (un movimiento que suele confirmar la ascensión de las bandas británicas), el grupo se llevaba el premio gordo: “Babel” (2012)
ganaba el Grammy al Mejor Álbum del Año.
El nuevo set de cancines sigue la línea del primer trabajo. Su sonido característico sigue marcando el tempo, con la guitarra acústica de Mumford, el contrabajo de Ted Dwane, el teclado de Ben Lovett, las trompetas y el banjo acelerado de Winston Marshall. Tampoco ha variado las temáticas del anterior disco, en las 12 nuevas canciones. Con un tono un poco más oscuro,
se vuelve a hablar de la búsqueda del propio lugar en el mundo.
El periodista Luke Larsen describe en
la revista Relevant: “Siempre ha habido algo raramente contradictorio en Mumford and Sons. No sólo el avivamiento del bluegrass y el folk parece fuera de lugar en la cultura tecnocrática de alta velocidad en la que vivimos. También el ‘revival’ espiritual tradicional en Mumford and Sons parece algo especialmente inapropiado.
En una nación [en referencia al Reino Unido] en la que las asistencia a las iglesias ha ido cayendo dramáticamente desde los años 50, los diálogos honestos de este cuarteto de London sobre una vida y una fe más simples son suficientes para llamar la atención de cualquier detractor”.
RECHAZAN LA ETIQUETA ‘MÚSICA CRISTIANA’
Las referencias a la fe cristiana no significan, sin embargo, que a Mumford and Sons se les pueda colgar la etiqueta de ‘música crisitiana’. Ni mucho menos.
Es verdad que el líder del grupo y algún otro miembro solían participar en campamentos cristianos cuando eran adolescentes.
Marcus Mumford creció en una familia evangélica y sus padres lideran, de hecho, la red de iglesias Vineyard en Gran Bretaña.
Pero como explicaba hace unos meses
José de Segovia en su columna mARTES,
Marcus Mumford prefiere distanciarse de lo religioso cada vez que le preguntan por su pasado. “Molesto por las continuas referencias a sus orígenes cristianos, afirma que su grupo ‘no se siente evangélico en nada’. Se queja que aunque canta que se había dispuesto ‘a servir al Señor’, parece que ‘nadie se da cuenta que está en tiempo pluscuamperfecto’, o sea que se refiere al pasado”.
Aún así, De Segovia cree que el compositor “tiene las cosas más claras que muchos de nosotros”, y opina que
la renuncia a la religión de Mumford va acompañada de un interés por explorar la fe.
“TENGO MI VISIÓN PERSONAL SOBRE JESÚS”
En una entrevista recién aparecida en la revista Rolling Stone, Marcus Mumford da algunas claves más. Preguntado de nuevo sobre si se le puede considerar cristiano, responde:
“No me acaba de gustar esa palabra porque viene con mucho bagaje cultural añadido”.
“Así que no, no me definiría a mí mismo como cristiano”, sigue. “Creo que la palabra conjura todas las imágenes religiosas que realmente no me gustan. Tengo mi visión personal sobre la persona de Jesús y sobre quién fue él. Si, por ejemplo, preguntas a los musulmanes, te dirán: ‘Jesús fue increíble’… No son cristianos, pero aún así les encanta Jesús.
Yo, personalmente, me he separado de la cultura del Cristianismo”.
Con todo, Mumford reconoce que su “caminar espiritual” es un “trabajo en progreso”. Un trabajo que podrán ver en toda su intensidad las miles de personas que les escucharán en los escenarios de Barcelona y Madrid.
Si quieres comentar o