¡Cuántas cosas se habrán dicho de los jóvenes indignados del 15M! El otro día iba en un taxi para dirigirme a la Consejería de Familia y Servicios Sociales de la Comunidad de Madrid. El taxista me hablaba de la problemática de sus hijos, uno de ellos ya casado. Yo le había preguntado que cómo iban las cosas. Me contestó que mal porque tenía que ayudar a sus hijos... estaban en paro o trabajo muy precario. Suavemente toqué el tema de los indignados de la Puerta del Sol. La reacción fue tremenda: “Allí están solamente los que no quieren trabajar, los vagos, los de las rastas que no hacen nada... los guarros y perturbadores”.
Me quedé un poco sorprendido y dejé de hablar del tema. Las reacciones son muy variopintas, pero hay también muchas reacciones serias. Además, si los jóvenes se plantean en serio su protesta y no queda todo en agua de borrajas, la fuerza que pueden llegar a tener es incalculable. La generación mejor preparada de nuestra historia no puede quedarse pasiva, sufriendo, deprimiéndose y consumiéndose en un desempleo endémico que va a anular al cincuenta por ciento de los jóvenes de esta generación.
Paseé entre ellos por la Puerta del Sol e hice varias fotos. Me encontré con la figura del botijo español y dos jóvenes que bebían agua de él. Se lo han tomado en serio. No es una juerga o una orgía en donde van a beber otras bebidas que no sea el zumo de nubes. Me alegró contemplar esta imagen de uso del botijo clásico ibérico. Puede ser uno de los iconos que nos dicen que los jóvenes del 15M no están de movida festiva en la Puerta del Sol, no están de botellón. Tienen preocupaciones más serias.
A mí, en la defensa que continuamente intento de los pobres de la tierra, me compete.
No es que yo quiera meter a esos jóvenes en el saco de la infravida de la pobreza urbana, pero no olvidemos que hay muchos jóvenes en dificultad social o en exclusión. ¿Cómo se puede permitir en un país que haya casi un cincuenta por ciento de jóvenes en desempleo? Y no hablo desde políticas de partido aunque yo, por temperamento, me siento un hombre de izquierdas. Hablo de desastre nacional humano, de escándalo inaguantable, de que, sea quien sea, debe tomar medidas para liberar a tantos jóvenes de la infravida del desempleo continuado.
Los comerciantes de la Puerta del Sol se cabrean. Pierden algunas migajas de sus ganancias. Algún que otro Hotel u Hospedaje se queda temporalmente sin clientes. Llegan las protestas de las que se hacen eco algunos políticos. No hay derecho a ocupar una plaza emblemática causando tantos perjuicios económicos a los comerciantes de la zona, al turismo... Y se olvidan de la situación de los jóvenes.
Pues yo os digo: Comparativamente, la situación de los comerciantes, el que tengan algunas pérdidas dentro de sus muchas ganancias, el que soporten algunas molestias... incluso aunque saltaran las pulgas por la Puerta del Sol -en el caso de que realmente las haya- y se subieran encima de sus mostradores de los comercios, es una minucia ante el escándalo de la situación de los jóvenes y ante la envergadura de sus protestas.
Tanto los políticos como los ciudadanos, deberían preocuparse más por la situación de los jóvenes que de los comerciantes. Éstos reharán pronto sus pingües ganancias. No se van a quedar tirados por una situación coyuntural. En esta zona tan emblemática, muchos son lacayos del capital. Nuestra prioridad deben ser los jóvenes y no tanto el perjuicio temporal que se cause a estos comerciantes que, si no estuvieran bien situados económicamente, no podrían tener sus comercios en la Puerta del Sol y en sus aledaños. Estos son lugares para El Corte Inglés y similares. No os preocupéis si pierden unos peniques. El escándalo, la tragedia, es lo otro, las tiendas tercermundistas de los jóvenes del 15M. Es tanto el perjuicio y daño que padecen en nuestra sociedad, que sus molestias son sólo unas minucias. No queramos atajar el problema amordazando a la víctima, reduciéndola al silencio. No creo que, si son serios, esto sea posible.
Por otra parte, hay una situación que hay que tener en cuenta. Mucha gente, sin conciencia real de la problemática y, quizás, sin una conciencia política clara, se quejan de la suciedad y mal aspecto de la plaza emblemática de los madrileños. Va siendo un clamor popular. No sólo de los comerciantes o de los responsables de la Comunidad de Madrid, del Ayuntamiento o de las fuerzas policiales.
Esto no es un tema secundario. Los mensajes primigenios de los indignados, pueden llegar a olvidarse de la conciencia popular si persiste esta crítica a los jóvenes del 15M que, aunque secundaria, centra la atención y el pensamiento de muchísimos vecinos de Madrid. Habría que buscar otras alternativas para recentrar el pensamiento del pueblo en los temas conceptuales en torno a las temáticas sociales, económicas y de democracia real.
Yo les aconsejaría que buscaran vías alternativas. Siempre escribo mis artículos con antelación para enviarlos a la Revista Digital. Por tanto, yo espero que, quizás, para cuando se publique este artículo, hayan encontrado nuevas vías de protesta, nuevas formas de manifestarse, cambios que eliminen esa atención de la gente en algo secundario en torno a la insalubridad o suciedad.
Lo importante es que los jóvenes del 15M hagan un esfuerzo por mantener la atención del pueblo español en sus elementos conceptuales sociopolíticos y económicos. Creo que habría que buscar nuevos foros, aunque luego se vuelva a los orígenes, nuevos métodos, nuevas formas de manifestarse, nuevas formas de movidas que centren la atención en lo esencial.
Por lo demás, suerte. La fuerza está en vuestras manos. Amor, templanza y zumo de nubes. ¿Y los cristianos? Sé que hay jóvenes evangélicos implicados y en solidaridad con todas estas problemáticas de sus coetáneos. En una de las tiendas, había hojas con textos bíblicos. No eran evangélicos, pero eran cristianos comprometidos que hablaban de amor, de que nos amemos unos a otros.
La fuerza del Evangelio también se debe acercar a estos grupos de personasque, de alguna manera, también son personas sufrientes, en desventaja socioeconómica. También el Evangelio a los Pobres es para ellos y nosotros debemos ser agentes de liberación del Reino. Del Reino que irrumpe en nuestra historia con la encarnación del mismísimo hijo del Dios Altísimo.
Si quieres comentar o