A lo largo de estos treinta años, muchos artistas han intentando abandonar el mundo de la “música cristiana”, rompiendo sus contratos con sellos religiosos. Lo que ha provocado una serie de acusaciones mutuas, que han llegado a los medios de comunicación. Uno de los casos más publicitados fue tal vez el de
Evanescence, un grupo que tenía ya toda una carrera establecida en el mercado religioso, cuando logra llegar a las listas de éxito al cambiar a un sello comercial mucho más importante. La distribución de sus discos en librerías cristianas fue en este caso imposible. No ha ocurrido lo mismo con
POD, un grupo de
rock y
rap formado en San Diego en 1992, que publicó sus primeros discos por su cuenta, pero luego tuvo una oferta de una casa religiosa (
Brentwood), aunque finalmente logró firmar con el sello
Atlantic. Siguieron sin embargo distribuyendo sus discos y haciendo conciertos en el campo cristiano, hasta que empezaron en tener problemas en su carrera comercial…
EL NEGOCIO DE LA “MUSICA CRISTIANA”
El sello de Nueva York, Atlantic, tiene ahora como muchas multinacionales una “división cristiana” llamada Squint, especialmente dirigida al público religioso. Esta compañía está basada en Nashville y es llevada por un veterano de la industria llamado Barry Landis, que vio el potencial de
POD en el “mercado cristiano”. Gracias a este acuerdo de distribución, son abastecidos innumerables centros de ventas, sobre todo “librerías cristianas”. La
Asociación de Música Gospel (GMA) y su rama comercial, la
Asociación para el Comercio de Música Cristiana (CMTA), celebran una convención anual en Nashville de una
Semana de Música Gospel. Allí entregan sus premios y logran bastante publicidad en los medios de comunicación, hasta el punto de haber sido objeto de un famoso artículo en la revista
Newsweek el año 2001
.
La salud de esta industria, formada por hombres de negocios cristianos hace unos treinta años, es ahora objeto de debate. Según algunos, se encuentra ya en horas bajas, pero según sus representantes oficiales, nunca les ha ido mejor. La clave parece estar en una compañía llamada
SoundScan. Esta organización es la que supuestamente lleva los datos más fiables de ventas en todo este mundillo. Sus estadísticas sin embargo han sido objeto de críticas estos últimos años, por la forma en que han inflado sus cifras por la distribución de ciertos artistas de sellos comerciales, que reciben el nombre de “cristianos”. Ya que el criterio que hace que alguien sea llamado “cristiano” en estos medios, tiene que ver no sólo con la profesión de fe de estas personas, sino con el contenido de sus letras (básicamente la ausencia de referencias sexuales) y el modo de vida que lleven públicamente (algo obviamente difícil de determinar, a no ser que sean condenados por la justicia, como han sido algunos famosos músicos cristianos por delitos como abuso de menores)…
¿ES POD UN GRUPO CRISTIANO?
POD recibe su nombre de un término bancario que indica el pago que hay que hacer por la muerte de una persona. Practican una curiosa mezcla de
rock y rap, una música relacionada con un medio marginal, que conocen muy bien estos chicos, ya que son de origen latino. Su portavoz suele ser el cantante, Sonny Sandoval. Su éxito, como tantos grupos, se debe a la habilidad de su manager, Tim Cook, que logró hacer llegar sus grabaciones al sello
Atlantic de Nueva York y organizar un concierto para los ejecutivos en un club de Hollywood. Al llegar a la sala, contempló horrorizado un cartel que anunciaba
“Noche de Rock Cristiano: Presentación de POD”. El resto del tiempo lo tuvo que dedicar a convencer a aquel ejecutivo que su grupo no era “una banda de rock cristiana”, aunque sus miembros lo fueran. El concierto parece que fue un desastre, pero por estas curiosas cosas de la industria,
Atlantic les ofreció un nuevo disco de presentación en 1999, bajo el nombre de
The Fundamental Elements of Southtown.
El año 2001 dan la campanada publicando un segundo disco con
Atlantic el mismo 11 de septiembre. Se llamó
Satellite y tuvo mucha publicidad por una canción de esperanza titulada
Alive, cuyo vídeo fue constantemente emitido por la
MTV. El álbum fue comentado positivamente por la revista
Rolling Stone, a pesar de su “devoción religiosa”. Hasta entonces el grupo no había tenido problemas en seguir frecuentando festivales cristianos, pero el premio de la
Asociación de Música Gospel (GMA) despertó la ira de Sandoval. “Todo esto es política”, ha dicho. “Es la misma gente que nos ha boicoteado, la que dice que su propósito es ahora ayudar a
POD a entrar en el mercado comercial”. Según el cantante, “esto no es así”. Ya que “se trata de vender discos”. No quieren formar parte de lo que llaman “una sociedad secreta”. Así que les dicen: “¡Gracias por lo que hayáis podido hacer en el pasado!, ¡gracias por vuestro apoyo!, no es falta de respeto, pero vamos a seguir haciendo lo que queremos hacer…”
Finalmente, decidieron enviar a su grupo de
fans a recibir el premio. Lo que no ha hecho ninguna gracia a la Asociación. Nadie puede impedir que le den un premio, pero la pregunta que ha quedado ahí es: ¿A quién beneficia todo esto?
¿Qué sentido tiene una industria que hace tanto dinero, a base de separar a los cristianos de los no cristianos, para venderles un producto que nadie va a escuchar, excepto los creyentes? ¿Qué es en definitiva el “arte cristiano”? Para muchos, tristemente una etiqueta comercial, como cualquier otra… Los únicos sin embargo que pueden llevar la cruz de Cristo y seguirle, son personas. Por lo que en el fondo no hay más música cristiana que “
macdonalds cristianos” o “béisbol cristiano”. Todo por supuesto muy americano…
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