El mundo del cine se vuelve cada vez más curioso. Detrás de este
Rocky Balboa, está sin embargo un hombre llamado Paul Laur, un experto en
marketing que ha sabido vender al mundo cristiano
La Pasión de Mel Gibson y
El león, la bruja y el armario. Dicen que domina como nadie el contacto con los líderes religiosos, a quienes persigue con innumerables correos, pases privados y materiales para usar estas películas en sus iglesias. Cuesta sin embargo creer que el ejemplo de un boxeador como Rocky sea de inspiración para los creyentes, pero si pensamos así, es que todavía no conocemos el público norteamericano…
Estados Unidos es un país donde no solo abundan los creyentes, sino que algunos se dedican a las más increíbles actividades. Allí no sólo muchos músicos de
rock y deportistas se confiesan cristianos.
, sino que hasta algunas
modelos y actrices de
porno dicen ser creyentes.
Lo raro es que alguien no lo sea. ¿Por qué no va ha haber entonces boxeadores cristianos? Hay muchos, algunos bastante conocidos, que hacen publicidad de su fe e incluso pretenden utilizar sus combates como una poderosa herramienta para la evangelización. Este verano veía un espectáculo grotesco de lucha libre en un festival de jóvenes cristianos, que es supuestamente el último grito de actividad evangelistica, que hay en Estados Unidos…
¿TODO VALE YA?
Ya no sólo sirve cualquier cosa para evangelizar, sino que hemos llegado a un relativismo tal de la fe, que basta que alguien se confiese cristiano, para que muchos consideren que sin duda esa persona tiene algo positivo que aportar. Católicos o evangélicos, convertidos o no, lo importante parece ser que se tenga una cierta postura moral, aunque sea algo indefinida, sobre todo si está de acuerdo con la agenda conservadora que declara quién es el verdadero cristiano. En la mayor parte de los casos se confunde así el moralismo con el Evangelio, pero nada parece quedar de la definición tradicional evangélica de quién es un verdadero cristiano, bíblicamente...
No se trata tanto de la realidad de la fe o no, de ciertas personas. Los evangélicos tienen a veces la mala costumbre de juzgar demasiado fácilmente a la gente, permitiéndose asegurar con excesiva rotundidad cuando un famoso es verdaderamente cristiano, o no. Lo que sabemos de mucha gente conocida es generalmente algo superficial. Conocemos la imagen que dan en las fotos, sus actuaciones y entrevistas, pero sabemos muy poco de la vida real de esas personas. Cuando alguien como Stallone dice en una reunión de líderes cristianos, que “cuánto más va a la iglesia y se dedica a creer en Jesús, escuchando su Palabra y dejando que Él le guíe, más libre se ve de la presión”, está dando probablemente un testimonio genuino de su experiencia. La cuestión es si eso hace que sus películas sean ahora cristianas, aunque sean incluso promocionadas especialmente para el mundo religioso...
¿CREER PARA GANAR?
Desde el primer plano de este nuevo Rocky se ve una imagen de Jesús sobre este boxeador gastado. El ring donde se prepara, era antes una iglesia. Según Stallone, su personaje es todo un ejemplo de “fe, integridad y victoria”, pero ¿qué tiene que ver todo eso con el cristianismo? En la presentación que se ha hecho al público religioso, se reconoce que “no es una película cristiana”. Sin embargo la empresa de Paul Laur ha preparado una “guía para líderes”, por la que ministerios juveniles pueden llevar a los adolescentes a pensar sobre temas espirituales, si adquieren por supuesto los materiales correspondientes y los paquetes de entradas necesarias para ver la película…
Todo esto apesta a una comercialidad que lleva ahora a Hollywood a buscar el dinero de los creyentes. Según expertos como Laur, hay un todo “un mercado cristiano potencial” que la industria tiene que alcanzar. Sólo hacen falta los asesores y consultores necesarios para poder atravesar las puertas de las iglesias y llegar al mundo religioso. Cuando se presentó
La Pasión en la mega-iglesia de
Willowcreek en Chicago, unos ejecutivos animaron a los miles de pastores que allí había, a comprar paquetes de entradas para sus iglesias. Su técnica era tan agresiva, que cuentan que hasta Mel Gibson tuvo que bajarse de escenario, avergonzado, para esperar en su asiento que acabara toda esa presión comercial...
Un músico cristiano de
rock, hijo de un pastor bautista, llamado Steve Taylor, escribió en los años ochenta una canción llamada
¿Qué ha pasado con el pecado? Era la época de la
mayoría moral de Reagan. Una línea de la canción dice: “Si necesitas apoyo, diles que has nacido de nuevo”.
Ya entonces los políticos norteamericanos parecían competir por ver quién se mostraba más cristiano. Ahora parece que ha llegado la hora de Hollywood ¿Tan malo es esto? Hay cosas buenas por supuesto. Muchos cristianos pueden hacer ahora películas, pero cuando desde Polar Express a Rocky, todo va acompañado con guías de estudio, el ministerio parece perder su sinceridad y la sal por lo tanto su sabor…
Si quieres comentar o