La acción del envidioso es taimada y astuta, solapadamente maquinada, para acabar con aquel al que envidia.
Cuando alguien realiza una obra bien hecha es muy posible que suscite, sin buscarlo, la envidia en otros, especialmente en quienes son mezquinos y miserables. Pero si además quien ha efectuado esa obra es extranjero, entonces se multiplican las posibilidades de ganarse enemigos, que no pueden soportar la excelencia en un foráneo. Y si encima se trata de alguien perteneciente a un credo distinto al mayoritario, esas probabilidades alcanzan niveles exponenciales.
Tal fue el caso de Daniel, quien había sido llevado cautivo a Babilonia en los años de su juventud, alcanzando allí puestos de relevancia en la administración del reino. El suyo es un caso insólito, porque tuvo la confianza de cuatro reyes a lo largo de su vida, de los cuales dos pertenecían a la nación dominante en el escenario internacional y los otros dos a la nación que la sustituyó en dicho predominio. Ahora bien, lo que suele ocurrir cuando un grande de este mundo cae en el terreno político, es que caigan también todos los que estuvieron cerca de él, porque el nuevo mandatario no se va a fiar de quienes apoyaron a su adversario. Si además el nuevo mandatario pertenece a una nacionalidad diferente, entonces el destino de los ayudantes de su antagonista está sellado. Según esta experiencia, Daniel debía haber caído cuando Belsasar cayó, aquella noche en la que el ejército enemigo entró en Babilonia. Incluso le podía haber pasado lo mismo que al rey, quien fue muerto por sus atacantes. Sin embargo, sorprendentemente, el nuevo monarca escogió a Daniel para ser uno de los tres principales de su inmenso imperio.
Cabe preguntarse cómo es posible que algo tan anómalo le sucediera a este hombre, pudiendo haber dos razones que lo expliquen. La primera es que el favor de Dios estaba sobre este él, al haber sido fiel testigo suyo en sus años de juventud y también de madurez, en una corte totalmente pagana, y como Dios honra a los que le honran, hizo que Daniel fuera grandemente considerado, tanto por los babilonios como por los persas. La segunda razón es que la valía de este hombre era percibida por cualquiera que tuviera cabeza. Y de ese modo, contra todo pronóstico, Daniel llegó a ser uno de los tres gobernadores y hombres de confianza del nuevo rey en el nuevo imperio, como lo había sido en el antiguo. Mas no contento con eso, el nuevo rey pensó poner a Daniel por encima de los demás cargos.
Pero la envidia es mala consejera y así fue como los dos colegas de Daniel, y también los otros subordinados, urdieron un plan para destruirlo. Pero no resultaba fácil, porque ¿cómo encontrar una acusación contra Daniel, de la que no tuviera escapatoria? Y aunque sus enemigos pusieron la lupa en su tarea oficial, la integridad y limpieza de este hombre salía airosa de los más concienzudos escrutinios. ¡Qué ejemplo para tantos gobernantes actuales, que no pueden soportar el examen minucioso del desempeño de sus funciones!
Como en lo oficial Daniel era inatacable, sus envidiosos enemigos se centraron en su vida personal. Sabían que practicaba otra fe distinta a la idolatría imperante, porque era fácil verlo abriendo las ventanas de su habitación, que miraba a Jerusalén, para orar a Dios tres veces cada día. Y ahí fue donde encontraron el terreno para ponerlo entre la espada y la pared. Le propusieron al rey que firmara una ley, por la cual al que orara a cualquiera que no fuera el propio rey se le echara en el foso de los leones. Era una ley perversa, expresamente elaborada con un fin perverso: Destruir a Daniel. Hay legalidades perversas que, por más legales que puedan ser, no dejan de ser perversas, porque la legalidad no borra la perversidad intrínseca que tienen. Hoy también hay legalidades perversas, sobre el ser humano, el matrimonio y la familia, que tienen como fin destruir los fundamentos que Dios ha instituido.
¿Qué iba a hacer Daniel? Si obedecía la ley, desobedecería a Dios; si obedecía a Dios, desobedecería a la ley y al rey, lo cual suponía pena de muerte. Cualquier otro no lo hubiera dudado y habría sofocado su conciencia. Pero este hombre de Estado, era, por encima de todo, un hombre de Dios. Y así fue cómo continuó abriendo las ventanas de su habitación para orar a Dios. Una solución habría sido, dado que la ley estaría vigente durante treinta días, que en ese tiempo él no hubiera abierto las ventanas y hubiera orado a Dios con ellas cerradas, salvando así su creencia y también su vida. Pero esa manera de actuar habría sido la de un cobarde e hipócrita, impropia de un hombre de su talla. Daniel no lo dudó y fue echado al foso de los leones, que se comportaron como animales domesticados con él, pero como las fieras salvajes que eran, con sus envidiosos enemigos.
Hay un tweet de Dios que dice lo siguiente: ‘Cruel es la ira e impetuoso el furor; mas ¿quién podrá sostenerse delante de la envidia?’ (Proverbios 27:4). La acción del colérico es terrible, porque su estallido de furor se lleva por delante todo a su paso. Sin embargo, con todo el peligro que supone, su acción es previsible, porque es bien evidente. Pero la acción del envidioso es taimada y astuta, solapadamente maquinada, para acabar con aquel al que envidia. De ahí la pregunta que hace el texto, sobre quién podrá sostenerse ante ese ataque, siendo nadie la verosímil respuesta. Pero Daniel pudo, porque Dios fue su escudo. Su caso es extrapolable a todo el que es fiel a Dios.
[analysis]
[title]Por un año más
[/title]
[photo]
[/photo]
[text]¡Protestante Digital te necesita! Tenemos por delante un gran reto económico. Por eso, hoy t
e invitamos a ser parte comprometida de esta misión y desafío para asegurar y potenciar la continuidad de Protestante Digital y Evangelical Focus en 2024.
Puedes encontrar más información en apoya.protestantedigital.com.
[/text]
[/analysis]
La conmemoración de la Reforma, las tensiones en torno a la interpretación bíblica de la sexualidad o el crecimiento de las iglesias en Asia o África son algunos de los temas de la década que analizamos.
Estudiamos el fenómeno de la luz partiendo de varios detalles del milagro de la vista en Marcos 8:24, en el que Jesús nos ayuda a comprender nuestra necesidad de ver la realidad claramente.
Causas del triunfo de Boris Johnson y del Brexit; y sus consecuencias para la Unión Europea y la agenda globalista. Una entrevista a César Vidal.
Analizamos las noticias más relevantes de la semana.
Algunas imágenes del primer congreso protestante sobre ministerios con la infancia y la familia, celebrado en Madrid.
Algunas fotos de la entrega del Premio Jorge Borrow 2019 y de este encuentro de referencia, celebrado el sábado en la Facultad de Filología y en el Ayuntamiento de Salamanca. Fotos de MGala.
Instantáneas del fin de semana de la Alianza Evangélica Española en Murcia, donde se desarrolló el programa con el lema ‘El poder transformador de lo pequeño’.
José era alguien de una gran lealtad, la cual demostró con su actitud y acciones.
Celebración de Navidad evangélica, desde la Iglesia Evangélica Bautista Buen Pastor, en Madrid.
Madrid acoge el min19, donde ministerios evangélicos de toda España conversan sobre los desafíos de la infancia en el mundo actual.
Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.
Si quieres comentar o