La utilidad o inutilidad de las religiones

Partimos de la base de que la palabra o el concepto “religión” es bíblico y correcto. Recordad la definición de la religión pura y sin mácula que da el apóstol Santiago aunando la diaconía con la ausencia de pecado, de mantenerse sin mancha en el mundo. Religión como religación, del verbo “religare” como algo que nos religa y nos vincula con lo eterno, con el Eterno. Esa definición del apóstol Santiago es la que nosotros respetamos y en la que creemos. (Santiago 1:27).

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A pesar de ello, sabemos que hoy la palabra o el concepto religión puede tener otros significados más ramplones, más vacíos y vanos que el sentido que tiene este concepto en la definición bíblica. No obstante creo que todas las religiones tienden a cumplir una misión que, quizás, no sea siempre el religarnos con el Dios verdadero.

Puede que un papel de las religiones sea el cubrir muchas de las carencias humanas, muchas de las problemáticas y disfunciones que nos afectan en las injustas, crueles y violentas de las sociedades y el mundo en el que nos ha tocado vivir. Así, las religiones nos pueden hacer sentir parte de un grupo, de una familia en un mundo en donde se da tanta soledad y se sufre tanto sinsentido psicológico, moral y humano. Las religiones, quizás todas, tienden a ayudarnos a superar estas carencias.

Muchas veces en las modernas sociedades, ciudades, pueblos o aldeas, se puede dar un fenómeno que afecta a todo tipo de personas: la soledad, el aislamiento, la pérdida de contactos humanos. Muchas personas que viven solas ya sean ancianos o jóvenes, personas separadas por tener parejas rotas, el anonimato en el que nos sumergen las ciudades con sus prisas y agitación. Nos podemos sentir perdidos.

En estas situaciones las religiones nos pueden dar multitud de ofertas que nos pueden ayudar a paliar estos problemas al sentirnos integrados en un grupo religioso, aunque aquí hay que tener cuidado con las sectas destructivas de la personalidad que nos pueden captar en nuestros momentos más vulnerables. Estoy hablando de religiones y no de sectas destructivas.

Las religiones también pueden ofrecer compañía, darnos la sensación de una cierta plenitud y llenura que no teníamos antes, nos pueden paliar multitud de carencias y hacernos que nos sintamos como dentro de una nueva familia de la cual podemos carecer en nuestros entornos sociales por mi tipos de circunstancias. 

La angustia vital o el vacío existencial que acucian a tantas y tantas personas puede verse aliviado con la vivencia de alguna religión en grupo que, de alguna manera, nos arrope y dé ánimos. La religión siempre ha tendido a ayudar a los humanos para que puedan captar el sentido de muchas situaciones vitales que no encontramos en la vivencia de nuestra soledad. 

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El sentimiento religioso nos puede ayudar a entender algo del sentido de la vida o de la muerte, quizás también el sentido de la enfermedad o del dolor, el intentar enseñarnos de donde venimos y a donde vamos, ayudarnos en nuestros profundos sentimientos y a la asunción de valores que pueden ser positivos para la sociedad en la que vivimos en nuestro aquí y nuestro ahora. 

Lo negativo de estas situaciones es que en el mundo pueden levantarse multitud de hombres que cubiertos de una capa de religiosidad, pueden estar vendiéndonos algo que nada tiene que ver con el anuncio y proclamación del verdadero Dios, quedando todo reducido a simples tratamientos más o menos psicológicos o pseudo espirituales que, aunque en el fondo no parezcan tan negativos, no están presentando al Dios de la Biblia, al Dios en quien nosotros creemos y que nos ha sido mostrado por su Hijo Jesucristo que murió en la cruz en nuestro lugar para salvarnos del pecado y de la muerte eterna,

¿Cómo podemos juzgar pues el papel de las religiones en el mundo que hemos estado tratando? ¿Son positivas a pesar de todo? ¿Cuántas ofrecen una posibilidad de salvación eterna? ¿Las podemos considerar como elementos válidos para orientar al hombre en este mundo o para encaminarlo hacia la auténtica realidad eterna del perdón y de la nueva vida en un Dios salvador o son simplemente religiones falsas e inútiles?

Ahí os dejo estos pensamientos sin entrar en muchas facetas humanas que se podrían cubrir de mantos religiosos fútiles e inútiles como podrían ser el mundo de la moda, el del fútbol u otros deportes, el fundirse en los ruidos y músicas de las discotecas u otras actividades que se viven como si, realmente, se tuviera una cierta “fe religiosa” con la que muchos pretenden llenar sus vacíos existenciales y sus carencias humanas, soledades y angustias que les suben el estómago a la garganta dejando espacios vacíos que, en tantos y tantos casos, se hacen inaguantables y hay que buscar grupos religiosos o pseudorreligiosos en los que apoyarse.

Quizás haya que pensar en formas evangelizadoras adaptadas a la actualidad de nuestro mundo.

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