Véase el primer capítulo de la serie. En este artículo hablo de Ernesto Trenchard, José Martínez, Emiliano Acosta.

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Ernesto Trenchard

Nació en 1902 en Woodley, cerca de Reading, Reino Unido, y desnació en Madrid en 1972.

A los 18 años inició en la Universidad de Bristol la carrera de Filosofía y Letras.

Involucrado en tareas misioneras se despertó en él el interés por España, viajando a Madrid en 1924.

Tenía 25 años cuando contrajo matrimonio en Madrid con Gertrudis Willie.

Tras la guerra civil española regresó a Inglaterra, volviendo posteriormente a España. El matrimonio se instaló en Barcelona, donde Trenchard ejerció un amplio ministerio como Anciano en Iglesias de Duque de Sexto y Verdún.

Cuando estimó que su trabajo había concluido en la capital de Cataluña optó por Madrid, siendo elegido Anciano en la Asamblea de Hermanos de la calle Trafalgar. Trenchard publicó una decena de libros y mantuvo durante años un curso de la Biblia por correspondencia. En 1922, en plena juventud, sufrió la amputación de una pierna, pero esto jamás le rindió en su trabajo misionero.

José Martínez

Nació en Chiclana de Segura, Jaén, en 1899. Desnació en Sevilla en 1973.

El heroísmo no está reñido con la humildad. Puede darse un héroe de la fe con una existencia humilde, es decir, lejos de la fama.

Este fue el caso de José Martínez Albacete.

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A los 25 años fue convertido a Cristo. Después ingresó en un Instituto Bíblico de Valdepeñas, donde se preparó para el pastorado. Tras contraer matrimonio con la joven Timotea, ambos se trasladaron a Sevilla. Aquí José Martínez fue reconocido como el pastor más activo, más dinámico y de mayor éxito que existiera en Andalucía. Fundó congregaciones en Coín, Málaga, en La línea, Cádiz, en el mismo Cádiz, en Villarrobledo de Albacete y en el Puerto de Santa María. En Sevilla fue pastor de iglesias en la calle Pedro Cieza, en Rico Cejudo, en Conde Rochelambert y en Mariano Benlliure. Falleció de un ataque al corazón mientras se cepillaba los dientes.

Emiliano Acosta

Nació en La Orotava, Islas Canarias, en 1888. Desnació en Icod de los Vinos, Tenerife, en 1976.

Siendo niño la familia se trasladó a Cuba.

Criado en la religión católica, como buen canario, fue convertido al cristianismo de Cristo en una campaña del evangelista español residente en la isla Domingo Fernández.

En el Seminario Evangélico Los Pinos Nuevos, en Villa Clara, al norte de la isla, estudió durante seis años ministerio pastoral y misiones.

Decidido a predicar el Evangelio a familiares y amigos canarios, en agosto de 1948 llegó a la isla de Tenerife. Eran años difíciles para la predicación del Evangelio. En la capital había un grupo de convertidos compuesto de unas 60 personas. Al no disponer de local de cultos se reunían en casas particulares. Emiliano fue su pastor desde entonces, logrando nuevas conversiones. Al mismo tiempo establece otra congregación en la Orotava.

Soltero, presionado por la soledad, regresó a Cuba en 1953 en busca de esposa. Volvió a Canarias casado con Blanca Morales y ambos se instalaron en Icod de los Vinos, al norte de la isla, donde fundó otra iglesia.

Entre todos los héroes de la fe aquí mencionados, pocos, muy pocos, fueron hombres tan sencillos, tan humildes pero tan eficientes como Emiliano Acosta Pacheco.

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[title]Por un año más[/title]

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