La Plataforma Española de Misiones prepara su segundo encuentro online “Misiones Made in Spain” a celebrar el 6 de abril 2024: Una red de relaciones para aportar información actual, claridad y colaboración, para juntos bailar al ritmo de la misión de Dios (inscripciones disponibles aquí).

Las reflexiones siguientes han surgido de la interacción con colegas y en encuentros de la Plataforma Española de Misiones y del Movimiento de Lausana en España. Son ideas propias, pero nacidas del crisol compartido de la caminata misionera que España está experimentando en los últimos años. Señalaré tres aspectos alentadores y tres debilidades, todos ellos relacionados con la visión misionera de la iglesia.

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1. Crecimiento

No me detengo en este aspecto porque ya ha sido estudiado y mencionado por varios otros organismos anteriormente. Las iglesias evangélicas crecen en España en forma notable. Eso está fuera de discusión. Es un hecho probado y conocido, tanto si se miden el número de lugares de culto, como de asistentes promedio a los cultos, como el número de pastores y obreros a pleno tiempo. Desde 1980 hasta el presente, las iglesias evangélicas están creciendo una media de 200% por decenio, mientras que en las grandes ciudades crecen del orden del 300%.

Sólo por establecer una comparación, la iglesia primitiva, desde Pentecostés hasta el emperador Constantino (313 d.C.), creció un promedio de 40% por decenio.ⁱ

2. Solidaridad

Recuerdo un momento de la I Conferencia de Evangelistas de España, celebrada en El Escorial en 1984, en la que Juan Simarro defendió con vehemencia la necesidad de demostrar con acciones el amor al prójimo y el mejoramiento de la sociedad como parte fundamental e impostergable del evangelio, frente a la idea de que lo fundamental era únicamente la evangelización. Gracias, querido Juan, por tu ejemplo al fundar Misión Urbana, por todos tus libros y artículos, y por todo tu esfuerzo en enseñar a la iglesia española a llevar mano a mano la evangelización y la acción social y profética.

No estoy seguro que haya quedado atrás la discusión de si es prioritaria la evangelización o la acción social. Lo que está fuera de toda duda es que las iglesias evangélicas son extraordinariamente solidarias. Hoy en día, la inmensa mayoría de iglesias evangélicas están involucradas, en una manera u otra, en acciones sociales concretas a favor de su barrio y/o de colectivos desfavorecidos, y movilizan una cantidad ingente de recursos materiales y humanos.

Un buen ejemplo de ello es la relevancia que hoy tiene en España la organización Diaconía. Fundada en 1997 bajo el auspicio de la FEREDE, Diaconía aglutina la mayor parte de la acción social evangélica y se ha convertido en uno de los mayores proveedores de ayuda social de España, tras Cáritas, Cruz Roja y Ayuda en Acción.ⁱⁱ Diaconía no solo trabaja en asistir a los colectivos vulnerables sino también en promover cambios estructurales, reflejados en colaboraciones con las fuerzas de seguridad, cambios de leyes y transformación de la sociedad, enfocados con el Reino de Dios.

Con todo, la solidaridad no debe verse solamente como servicio (diaconía) sino también como una de las medidas de la iglesia. Además del aspecto numérico, el crecimiento armonioso de la iglesia debe también contemplar la profundidad de la fe, el desarrollo de la base de liderazgo, y una medida de la involucración (o encarnación) del pueblo de Dios en la comunidad cercana.ⁱⁱⁱ Por eso, “medir” la solidaridad nos da pistas para evaluar, por lo menos en parte, la medida de encarnación de la iglesia española para con su sociedad.

3. Fuerza misionera

España ha sido, desde el siglo XVIII, receptora de misioneros. También es un “puente” o base logística para personas y organizaciones que trabajan en otros países, pero que han encontrado conveniente establecer parte de su estructura en España. Estas dos realidades son conocidas de todos. Lo que no es tan conocido es que España también es una nación destacada en el envío de misioneros. Todavía son pocos los datos disponibles relativos al envío misionero protestante desde España. Hace poco, la Plataforma Española de Misiones hacía público un estudio sobre la misión transcultural, y Carlos Madrigal apuntaba a España: el mayor emisor de misioneros. Todos los datos confirman esta aseveración: las iglesias evangélicas de España también son una fuerza de envío misionero. Datos provisionales sitúan el número de enviados por encima de los mil.^iv Además, en palabras de Jim Memory, Co-Director Europeo del Movimiento de Lausana, el espíritu de colaboración transparente y de compañerismo del Movimiento Lausana-España, la Plaza del Plantador, y la Plataforma Española de Misiones están resultando un ejemplo para los movimientos misioneros en Europa.

4. Idolatría

Pero no todo es alentador. La idolatría del consumo y del bienestar ejerce un grandísimo poder sobre la sociedad española en general, y las iglesias evangélicas no se libran del mismo. Las diferencias entre ricos y pobres quizá no sean tan evidentes en nuestras membresías, lo cuál es encomiable, pero la lógica de la codicia, impulsada por una publicidad omnipresente apenas si encuentra oposición. Sin embargo “no codiciarás” sigue siendo uno de los Diez Mandamientos.

Otra cara de la misma idolatría es la falsa percepción de quién es el proveedor: “yo proveo con mi trabajo para mi casa y mis necesidades” es un axioma falso que sin embargo campa sin refutación en la mente de los fieles evangélicos. Sin embargo, la Biblia claramente estipula que Dios es el proveedor; Él es Yahveh Jireh. “El Padre celestial sabe que necesitáis de todo esto” (Mt. 6.32) fue la afirmación rotunda de Jesucristo.

El apóstol Pablo instaba a los creyentes de Filipos: “Que vuestra amabilidad sea evidente a todos” (Fil. 4.5). ¿Puede Ud. imaginar el impacto que produciría en la sociedad española si “nuestra no-idolatría fuera evidente a todos”? ¡Esa sí que sería una actitud misionera!

5. Identidad

La fuerza misionera nace de una identidad clara pero no agresiva. Emana de personas que tienen algo realmente valioso en sus vidas, en sus convicciones, en sus palabras, en todo su ser. Algo que resulta sumamente atractivo y que no necesitan imponer. Creo sinceramente que los creyentes evangélicos necesitamos fortalecer mucho más los aspectos personales de nuestra identidad. Algunos parecen estar “en contra” de las personas LGTBI+, en parte porque se sienten amenazados. No me parece que ese sea el camino adecuado. Sueño con unas iglesias que invierten en fortalecer la identidad de sus gentes, a todos los niveles. Que enseñan a todos –desde los preescolares hasta los ancianos– a dar gracias a Dios por lo que son como personas, por cómo nacieron. Que enseñen la esencia de la masculinidad y de la feminidad, en amor, respetando la diversidad y sin imposiciones. Sueño con iglesias que incluyan este tema en sus formas de hacer discipulado, en las liturgias de sus cultos, en la música que cantan, y en sus relaciones.

Si la iglesia es misionera en esencia, no puede estar en contra de nadie, sino a favor del mundo. Si “Dios amó al mundo de tal manera que entregó a su único Hijo”, ¿cómo puedo yo estar en contra de las personas? Toda mi identidad debe transmitir que sé bien quien soy y que estoy a favor de cada ser humano, sin distinciones ni barreras.

6. Discipulado y misionalidad

Finalmente, estoy convencido que un discipulado amplio e integral así como un enfoque misional de la iglesia siguen siendo una asignatura pendiente de la iglesia evangélica española. Soy consciente que se ha avanzado mucho en ambos aspectos, especialmente en los últimos años. Me produce muchísima alegría comprobar el impulso que el Movimiento de Lausana-España ha dado al discipulado intencional y relacional desde 2019 para acá.^v Pero, lo que ha llevado a Lausana-España a fomentar el discipulado es precisamente la falta del mismo. No lo habrían hecho si fuese una de las fortalezas de los evangélicos españoles. Una iglesia misionera en esencia no acumula miembros sino que forma discípulos. Es un cambio de orientación total y fundamental. He detallado en otro artículo la necesidad de un discipulado dentro y fuera de la iglesia, que va de la mano de la misión y la “lectura de la sociedad” (hermenéutica).^vi Amplié el tema describiendo ocho ejemplos de discipulado en una caminata vital que contribuyen a crear una identidad sólida.^vii

[photo_footer]Iglesias y misionalidad.[/photo_footer]

Asimismo, necesitamos avanzar en orientar toda la iglesia hacia la misión, hacia afuera, de tal forma que la iglesia exista para el mundo. Me explico: Es normal que las iglesias y sus líderes se dediquen al desarrollo y bienestar de sus miembros. Lamentablemente, el cuidado y desarrollo de los miembros se convierte, inadvertidamente, en un fin en sí mismo en lugar de un canal para la misión. Unos dibujos lo ilustran mejor que mil palabras. El primer gráfico detalla las actividades de una iglesia. El “éxito” de una iglesia consiste en equilibrar adecuadamente las seis funciones básicas de la iglesia. Pero muy fácilmente la iglesia se parece al gráfico 2. Se ha convertido en una iglesia egoísta, que existe para sí misma. Esa dinámica es peligrosa porque engaña a los sentidos. Aparentemente, parece que todo va bien: fíjese que la iglesia del dibujo 2 ha “engordado”.

Pero la dinámica de una iglesia saludable es precisamente la contraria: Da más de lo que recibe; de hecho, está permanentemente al borde del colapso. Pero vive un milagro constante porque Dios multiplica “los panes y los peces” para suplir las necesidades del mundo alrededor suyo. Es una iglesia misionera en esencia, es decir que la iglesia misma y todas sus actividades sirven a la misión de Dios y a llenar el cosmos de Su gloria.

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Los datos recogidos en un estudio de la misionalidad de las iglesia evangélicas en España son alentadores: vamos por el buen camino… pero todavía queda mucho trecho por delante.

Hemos visto sucintamente tres aspectos que pueden considerarse positivos y tres preocupaciones. Dios nos ayude a encarar los próximos años con una visión misionera renovada, con verdadera pasión por el mundo –cercano y lejano–, afianzando un crecimiento en todos los aspectos, de tal modo que la iglesia en España sea impactante y un factor evidente de bendición para toda la sociedad.

Christian Giordano, marzo 2024.

¿Quieres participar del próximo encuentro online? Puedes inscribirte aquí: https://form.jotform.com/233501244176348

Notas

i Stark, Rodney. 2009. La expansión del cristianismo: un estudio sociológico. Madrid: Trotta. Cap. 1.

ii Algunos estiman que la ayuda social evangélica es la quinta del país. Véase Tarquis, Pedro. 2017. «ONGs evangélicas dieron 240 millones de euros en 4 años de crisis». Protestante Digital, julio 22.

iii Costas, Orlando E. 1977. The Church and Its Mission: A Shattering Critique from the Third World. Wheaton, IL: Tyndale. p.88-90.

iv Datos provisionales cifran en 1300 los misioneros evangélicos enviados desde España, entre 2021 y 2023.

v Véase también la colección de excelentes materiales del Encuentro de 2023.

vi Giordano Quintana, Christian. 2020. «Discipulado y globalización». Alétheia: revista evangélica de teología 58(2):57-83. Disponible aquí.

vii Giordano Quintana, Christian. 2022. «Discipulado y liturgia». Biblia y Teología Hoy 1(2):37-61. Disponible en Academia.