Cuando Larry Norman (1947-2008) llega a la Iglesia Presbiteriana de Hollywood en el verano de 1968, ya no tiene el apoyo de la industria musical que le había dado el éxito de I Love You con el grupo People!. Era demasiado cristiano para Capitol, que prescinde de él tan sólo dos meses después de publicar Sobre esta Roca (Upon This Rock 1969). Lo que pasa es que era demasiado “mundano” también para la iglesia, que sospecha de su larga melena, incapacidad para sonreír y actitud impredecible. Su imagen rebelde, geniales composiciones y desafiantes letras le convierten enseguida en una especie de “gurú” para los jóvenes cristianos, pero en un enemigo para la Iglesia tradicional.

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Cuando la revista Time inicia su reportaje sobre la “Revolución por Jesús” en 1971 con él como portavoz, estaba mostrando la necesidad de encontrar un líder a un movimiento que no tenía dirigentes. Aunque crece en San Francisco, Larry no tiene relación con los “Locos por Jesús” hasta que llega a Hollywood en el verano de 1968, donde vive a la vuelta de la esquina del café-bar de la Compañía de la Sal. Allí, el pastor presbiteriano Don Williams hace una obra paralela a Arthur Blessitt en Su Lugar –la misión que había abierto en Sunset Strip, antes de llevar su cruz por todo el mundo–, un año antes de que Lonnie Frisbee llegará a la Capilla Calvario de Chuck Smith en Costa Mesa, al sur de California. Larry empieza a vivir entonces con una chica de la Iglesia Presbiteriana. 

[photo_footer]Larry era demasiado cristiano para la Capitol, que prescinde de él tan solo dos meses después de publicar si primer disco en solitario, en 1969.[/photo_footer]

Larry no tenía novia formal desde la escuela secundaria. Pamela Ahlquist era una azafata de Minnesota que trabajaba para la compañía aérea del Noroeste desde los 19 años. Venía de una familia evangélica, pero sus padres dicen que era siempre rebelde, un “espíritu libre”, que le gustaba “flirtear” con todos los chicos. Llegó a ser modelo después de participar en varios concursos de belleza. Iba alguna vez a California con su amigo Bruce, para andar por el Strip. Allí encontró a chicos que habían dejado la heroína al conocer a Jesús. Llegó así a un festival de “rock de Jesús” en el teatro Palladium, un salón de baile en un edificio estilo “art decó”, en pleno bulevar de Sunset, donde estuvo la Paramount y hacían conciertos músicos como Sinatra o Jimi Hendrix. 

[photo_footer]Larry llega a a la Iglesia Presbiteriana de Hollywood en el verano de 1968, que vive a la vuelta de la esquina de su café-bar, La Compañía de la Sal.[/photo_footer]

¿“Amor a primera vista”?

El festival lo patrocinaba el Periódico Libre de Hollywood, el medio alternativo creado por el ya fallecido Duane Pederson para extender el Evangelio, imitando la prensa underground. En esa publicación gratuita escribía Larry una columna de 1970 a 1974 con un mensaje espiritual a partir de algo de música pop, política, sexo, la cultura de la droga, la guerra del Vietnam o la pregunta de si Jesús se reía, cualquier cosa. El periódico organizaba estos festivales gratuitos, donde nadie cobraba y asistían hasta cuatro mil personas. Pamela se quedó prendada de este joven de larga melena rubia que con sólo una guitarra hipnotizaba a la multitud que hacía en silencio el signo del “Único Camino”, mientras cantaba su canción sobre el arrebatamiento, Me gustaría que todos estuviéramos preparados (I Wish We´d All Been Ready).

Pam volvió a Los Ángeles en el verano de 1971, que había un festival en la playa. Al ver de nuevo a Larry en el escenario, escribió en su diario que era “el hombre de su vida”, dice el biógrafo de Norman, Greg Thornbury. Al acabar el concierto le buscó y dibujó luego un cómic del episodio en que su personaje dice “Voy a casarme con él”. Para Larry, sin embargo, no fue un “amor a primera vista”. La buscó en Minnesota, pero le confeso que le parecía “superficial y egoísta”. Durante meses intercambiaron cartas de amor, él en Hollywood y ella en St. Paul, hasta que de repente la agencia de noticias UPI publicó: “Cantante de rock se casa”. La información dice que “el creador del Único Camino, antes artista de la Capitol, que ha publicado tres álbumes y un disco sencillo multimillonario, ahora con la Metro Goldwin Mayer, planea casarse en diciembre, pasar la luna de miel en Nueva York y luego irse a Europa para hacer una serie de conciertos de rock cristiano”. 

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Lo más extraño de la nota es que concluía con una misteriosa frase que decía que Larry “acabó la rueda de prensa diciendo a todos los periodistas que estaban invitados a la boda, si Jesús no venía antes”. Visto lo que pasó después, uno se pregunta si no era un grito de ayuda, o esperaba que el Señor volviera antes de casarse. Desde luego no lo tenía muy claro. Aparentemente, eran la pareja ideal. Sus fotos llenaron las revistas con su glamour. Los dos no podían ser más fotogénicos, pero en realidad, tuvieron problemas desde el principio. Ella era poco seria y bastante materialista; él, impredecible, temperamental y cáustico. Pam quería que estuvieran juntos todo el tiempo. A Larry le gustaba estar solo días enteros. Pasaron la luna de miel en la Gran Manzana, que Norman actúa en la mítica sala Bitter End, famosa por músicos como Dylan, pero también en la Iglesia Bautista Calvario de Manhattan.

[photo_footer]Aparentemente, Larry y Pam eran la pareja ideal, pero tuvieron siempre problemas.[/photo_footer]

¿“La religión organizada”? 

Ya en otoño del 69 hay una grabación de Larry en la Posada del Camino (Way Inn), una misión cristiana disfrazada de restaurante, donde el músico piensa en voz alta. Es una de las primeras versiones del discurso que luego mantendría en sus conciertos, donde hablaba tanto como cantaba. Hace primero una clara distinción entre la relación de una persona con Cristo y la Iglesia: “Yo creo que la vida cristiana se refiere a Jesucristo –dice al público–. Si eres cristiano, eres Uno con Cristo, no con la Iglesia. Yo no creo en el Iglesianismo” –uno de sus muchos juegos de palabras–. 

En su habitual sarcasmo pide un vaso de agua y pregunta: “¿No nos cobrarán por esto aquí? Esto no es como una iglesia, ¿verdad?”. Luego Larry cuenta su discutida versión del milagro por el que supuestamente se curó un dedo en un accidente en el escenario con el grupo People! Y pregunta a la audiencia: “¿Para qué voy a ir a la iglesia? Ellos no creen en milagros”. No hay duda de que, para Norman, “la iglesia establecida” era su “enemigo público número uno”. 

“La gente me acusa de ser anti-Iglesia –dice Larry en un concierto en Nueva York–. Yo no soy anti-Iglesia. Yo creo que nosotros somos la Iglesia, si amamos a Jesús. No es el edificio; es la gente. No es como si Dios estuviera en el edificio esperando que vengas. Son las personas. Está realmente en nosotros. Jesús nos ama a todos, no importa la religión de la que seamos.”

¿“La música del Diablo”?

A Larry le encantaba, además, ironizar sobre los predicadores en el escenario. Un evangelista de radio en Phoenix llamado Bob Larson había hecho su especialidad en escribir libros sobre la relación entre el rock y el satanismo. Larry dice en un concierto: “Acabo de leer un libro de este hombre que sabe todo sobre el rock´n´roll, Bob Larson –suenan en ese momento las risas del público en la grabación–. No, de verdad. Era antes una estrella del rock. Yo creo que tocaba el acordeón en los 50 –las carcajadas ya son estruendosas–.” El humor de Larry podía ser demoledor por su inteligencia. 

[photo_footer]Tras su luna de miel en Nueva York, Larry se establece en Londres como músico de rock cristiano.[/photo_footer]

Es evidente que la Iglesia no tenía aprecio por el rock. Un especialista en apologética llamado David Noebel hizo un libro para asustar a los padres, diciendo que las letras de rock convertirían a sus hijos en “libertinos, comunistas o algo peor”. El telepredicador Jimmy Swaggart llamaba al rock “la nueva pornografía”. Y cita a Larry Norman por nombre, calificando a su música de “fornicación espiritual”. Aunque él mismo buscaba la controversia. En el diario que ha consultado su biógrafo dice: “Yo quiero cambiar la iglesia, no la industria musical”. 

Luego haría en Londres su famosa canción: “¿Por qué el diablo ha de tener toda la buena música?”. La frase viene de la correspondencia entre Lutero y Melanchton, pero al tomar forma de “rock´n´roll” se convierte en toda una provocación, por la que se le considera “el padre del Rock de Jesús”. Para él era una especie de “justicia poética”, ya que el rock viene del “rhythm & blues” y este del góspel. Elvis no inventó el rock. Lo oyó primero en las iglesias negras de Tupelo (Misisipi). 

¿“La iglesia del corazón”?

Larry escribe en su diario: “Soy cristiano. En el mundo del entretenimiento hoy nadie aprecia eso. Es como decir que tienes lepra, pero no puedo evitarlo. Soy cristiano porque creo en la muerte y la resurrección, ¡todas esas cosas! Aunque la Iglesia piensa que no soy cristiano. Y no puedo evitarlo tampoco. No siento que pertenezca a nada, ni nadie.”

[photo_footer]Larry y Pam se convierten tras su boda en la imagen glamurosa de la Revolución por Jesús en Europa.[/photo_footer]

Un periodista le preguntó si ya era religioso antes de su “bautismo en el Espíritu Santo”. El respondió: “Yo era religioso, pero Jesús no es una religión. La gente ha hecho una religión de Él, pero Él es más que una religión”. Cuando el reportero le pregunta: “¿Qué quieres decir con más?”, Norman contesta: “Él es real. Para mí, la religión no es real. Está toda basada en la superstición, la culpa y el ritual, Jesús no”. Al pedirle el periodista que le explique algo más, Larry dice lo siguiente:

“Bueno, yo no voy a la iglesia todos los días. Voy a la iglesia en mi corazón. No me arrodillo o inclino, (porque) mi espíritu ya se ha humillado e inclinado. No tengo miedo de los predicadores o la aprobación de los miembros de la iglesia. Sólo tengo que estar bien con Dios. Tengo que leer la Biblia para saber cómo es el ser humano y quién es Dios. Toda la Biblia es real para mí. Es fiable. Yo no solía pensar así. Era demasiado intelectual, pero ahora mi mente se ha aclarado. Todo tiene ahora sentido.”

No es extraño que muchos pensaran que seguir a Jesús y escuchar a su pastor eran dos cosas diferentes. Su conducta empieza a no tener relación alguna con lo que la Iglesia enseña. Esta idea de la “Iglesia en el corazón” se convierte en uno de los principales problemas de la Revolución por Jesús. Hay un lado radicalmente comunitario en el movimiento, pero otro totalmente individualista. No es raro que muchos lo vieran como sospechoso e incluso peligroso. Lo que Larry llamaba “el complejo industrial evangélico”, jugando con la expresión “hippie” del “complejo industrial militar”, sonaba para predicadores, como el pastor bautista del sur, Jess Moody, como “liberalismo disfrazado”.