Decálogo para una conciencia libre de cargas

Para los que todavía conservan esa cosa llamada conciencia y les molesta, he aquí una invitación para tenerla a raya lavándola de diferentes formas.

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1–Si hoy la nota dormida, no la despierte. Necesita reposo y usted lo sabe.

2–Ante la desgracia ajena, póngale gafas oscuras de empatía. Nadie tiene derecho a fastidiarle el día.

3–Si le pillan en un error importante, échele la culpa a quien tenga más cerca e insista en ello. Cada cual que se defienda como pueda.

4–Cuando se enfade con alguien, no se baje del burro o se verá obligado a pedir perdón y sentirse derrotado. En su lugar, cualquier día hágale un regalo sorpresa, que parezca que no viene al caso. Usted se sentirá mejor si es que ha notado que su conciencia intenta algún tipo de protesta.

5–Cuando un amigo enferme no tenga prisa en visitarle. Si la enfermedad fuese grave no tardará en morir. Entonces puede acudir al funeral, sentarse en las primeras filas y hacer todo lo posible, a título póstumo, por soltar unas lágrimas y tres o cuatro palabritas de cariño, no más, tampoco hay que excederse.

6–Si tiene costumbre de hacer esperar a los demás, afirme que es porque usted tiene motivos más que razonables para ello. ¿Qué es eso de meterse bulla, dónde está escrito ser formal?

7–Si los demás no hacen la parte que les corresponde, tome ejemplo. Nadie se lo podrá echar en cara.

8–Haga que parezca que ama a los prójimos. Si las primeras veces no le sale, practique hasta que parezca convincente, tranquilo, con la práctica se llega a la perfección.

9–En conciencia, como buen ombligo del mundo, usted tiene derecho a todo, le pese a quien le pese.

10– PONGA AQUÍ LO QUE QUIERA Y AMPLÍE HASTA DONDE SEA NECESARIO CON TAL DE SENTAR SUS BASES. NO SE PREOCUPE SI EL DECÁLOGO DEJA DE SERLO POR HABER AUMENTADO SUS PUNTOS.

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Pero si ha llegado hasta aquí en su lectura y no está de acuerdo con nada de lo escrito, ¡premio! Yo tampoco lo estoy, porque la compasión es la habilidad de empatizar con los demás y de conectar desde la amabilidad. Es la búsqueda de puntos de entendimiento como seres humanos, desde la idea de que todos obramos bien y mal a veces, de que hay más cosas que nos unen que cosas que nos separan. La compasión nos permite mirar al mundo con más calidez y menos cinismo. María Fornet.