Marylinne Robinson y lo asombroso de lo cotidiano

Pero si no hay un conocimiento cierto para el presente, y ninguna persuasión constante y sin vacilaciones para el futuro, ¿quién se atreve a gloriarse?

Comentario de Romanos 5:2, de Juan Calvino

Marilynne Robinson (n. 1943) es una escritora norteamericana, profesora jubilada de la Universidad de Iowa, ganadora del premio Pulitzer y nombrada por la revista Time, en 2016, como una de las 100 personas de mayor influencia en el mundo. ¿Qué es lo que ha hecho que una mujer que escribe sobre la vida de unos pastores protestantes en una zona rural de Estados Unidos sea tan importante?

Mi conocimiento de Robinson vino de dos fuentes diferentes. La primera fue leyendo una entrevista que el presidente de Estados Unidos, Barak Obama (n. 1961), decidió realizarle en 2015. Obama ha mencionado públicamente su interés por la obra de Robinson, incluso la ha llegado a citar en varios de sus discursos.

La segunda fuente fue leyendo un libro sobre la Institución de la Religión Cristiana de Juan Calvino. Bruce Gordon (n. 1962), quizás el historiador de la reforma protestante en Suiza más importante en la actualidad publicó en 2016 un libro en donde menciona el impacto que tuvo la Institución de Calvino en diferentes épocas. Gordon menciona a Robinson con las siguientes palabras: Robinson escribe sobre el calvinismo mencionando los conceptos de piedad, providencia, pérdida de seres queridos y la reconciliación. 

Después de haber leído la entrevista de Obama, así como el libro de Gordon, decidí leer los libros de Robinson. El primero de ellos fue Gilead, una obra en donde un pastor congregacionalista, John Ames, quien sabe que pronto se irá con el Señor, escribe a su hijo pequeño acerca de su vida y su ministerio. En las diferentes historias que narra pueden verse elementos importantes acerca de la infancia, la esperanza y lo asombroso de la vida cotidiana.

La obra narrativa de Robinson abarca las siguientes obras: Vida Hogareña, publicada en 1980, así como la serie que contiene los siguientes libros Gilead, publicada en 2005, En Casa, publicada en 2008, Lila, publicada en 2014 y Jack,publicada en 2020. 

Gilead, que en nuestras Biblias aparece como Galaad, significa “monte del testimonio”, es un pueblo ficticio de Iowa que refleja la vida rural de ese estado de la unión americana.

Es a partir de la novela, Gilead, que los libros giran en torno a las vidas de los pastores John Ames y Robert Boughton. Ambos pastores trabajan en la misma ciudad, el primero en la iglesia congregacional y el segundo en la iglesia presbiteriana. Ames es una persona que enviudó siendo muy joven, que después de muchos años se casa con Lila, personaje principal de la obra homónima de Robinson. John Ames tendrá un hijo con Lila, hijo al cual le escribirá una serie de historias para que pueda conocer acerca de su padre, su abuelo y bisabuelo, los cuales fueron todo pastores de iglesia.

Por su parte, Boughton es un pastor que tiene un hijo, Jack (personaje principal de la última novela de Robinson) el cual es un reflejo de la parábola del hijo pródigo. Tanto John Ames como Robert Boughton sufren con las consecuencias de la pérdida de seres queridos, pérdida de fe de parientes y amigos cercanos, así como con la reconciliación que trae consigo cuando una persona vuelve a casa. 

Me gustaría mencionar algunas citas que aparecen en la obra Gilead, en donde el pastor John Ames escribe lo siguiente a su hijo de siete años:

“Para mí escribir ha sido siempre como orar, incluso cuando no escribía plegarias, como sucedía a menudo. Sientes que estás con alguien.”

“No es mi deseo instarte al ministerio, pero en él hay ciertas ventajas que no tendrías en cuenta a menos que yo te las indicase. Tampoco es necesario ser ministro para impartir bendiciones. Simplemente, es mucho más probable si uno se encuentra en este punto. Es algo que la gente espera de uno. No sé por qué la literatura se ha ocupado tan poco de este aspecto de la vocación.”

“Cuanto lamento cualquier tristeza que hayas sufrido y cuán agradecido estoy de antemano por todas las cosas buenas que hayas disfrutado. Esto significa que oro por ti. Y hay intimidad en ello. Ésa es la verdad.”

“Esto es lo más extraño sobre esta vida, sobre ejercer el ministerio. La gente, cuando te ve acercarte, cambia de tema. Y luego, a veces, esas mismas personas entran en tu estudio y te cuentan las cosas más peregrinas. Debajo de la superficie de la vida hay muchas cosas. Mucha malicia y temor y culpa y mucha soledad, también, en donde en realidad no esperarías encontrarla.”

“Un buen sermón es un aspecto de una conversación apasionada. Hay que escucharlo de ese modo. Intervienen en él tres partes, desde luego, pero también lo hacen incluso el pensamiento más íntimo: el yo que produce el pensamiento, el yo que lo acepta y en cierto modo responde a él, y el Señor. Esto es algo extraordinario para reflexionar.”

“Todos constituimos un gran secreto para los demás, en todas las cosas importantes, y creo que existe un lenguaje distinto en cada cual, como también una estética y una jurisprudencia distintas. Cada uno de nosotros es como una pequeña civilización edificada sobre las ruinas de un sinnúmero de civilizaciones anteriores, pero con nuestro propio y diferente concepto de lo que es hermoso y de lo que es aceptable (el cual, me apresuro a añadir, en general no satisfacemos y por el cual nos esforzamos en nuestra vida).” 

[destacate]Conocemos a Dios por medio del hombre eterno, de Cristo, la segunda persona de la trinidad.[/destacate]Para Marylinne Robinson, hay belleza y redención en las cosas que suceden a nuestro alrededor. Los pastores que aparecen en sus obras aplican el concepto de la gracia en sus vidas y sus sermones. En su obra hay lo que Calvino llama conocimiento de Dios y conocimiento de uno mismo. Este es el punto principal de la naturaleza de la verdadera sabiduría. Conocemos a Dios por medio del hombre eterno, de Cristo, la segunda persona de la trinidad. Este conocimiento nos lleva a conocernos a nosotros mismos y buscar el amor, la gracia y las múltiples bendiciones que encontramos en Él. Esto nos lleva a tener un conocimiento cierto para el presente, así como una persuasión constante y sin vacilaciones para el futuro.

Quiero terminar con unas palabras que se encuentran en Colosenses 3:1-4:

Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios.  Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.  Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria.

Arturo Terrazas es doctor en lingüística por la Universidad de Barcelona y sirve como decano académico y profesor en la Facultad Internacional de Teología IBSTE.