El principio bíblico del sacerdocio de todos los creyentes está en contra de estilos de liderazgo arbitrarios, autoritarios, jerárquicos y discriminatorios influenciados por nuestra cultura. Por Dinorah B. Méndez.
Tanto mexicanos como extranjeros piensan que en México no existe el racismo o la injusticia racial, sobre todo si se compara con otros países donde hay un fuerte racismo dual.[1] Esta percepción probablemente provino de la conquista europea de México y América Latina, durante la cual se promovió la mezcla de razas y dio lugar a un mestizaje mayoritario de la población.[2]
[ads_google]div-gpt-ad-1623832500134-0[/ads_google]
Sin embargo, algunos académicos que han estudiado este fenómeno del mestizaje desde la época histórica de la colonización hasta nuestros días afirman que la mezcla entre europeos y poblaciones indígenas no ocurrió realmente en grandes cantidades, ni fueron considerados como iguales. Siempre existió la idea de que las poblaciones indígenas eran inferiores a los europeos. Incluso en los casos en los que se fomentó la mezcla de razas, el objetivo de los conquistadores parecía ser la extinción de la raza indígena a través de su «blancura».[3]
El racismo en México y en muchas otras partes de América Latina ha sido durante muchos años un tema muy difícil de reconocer o incluso de mencionar. Históricamente, los latinoamericanos habíamos preferido no reconocer su existencia y por lo tanto habíamos estado ciegos ante él, pero es perceptible en muchos ámbitos de la vida: en nuestro lenguaje, en nuestras frases cotidianas, en nuestros chistes, en nuestras relaciones personales y en el interior de nuestras familias y escuelas, donde somos tanto objetos como sujetos de discriminación racial.
También existe en la esfera pública: por ejemplo, en nuestras actitudes hacia ciertos tipos de inmigrantes. Practicamos el racismo consciente o inconscientemente. Puede haber una discriminación sutil cuando el tono de la piel y los rasgos físicos determinan el acceso a oportunidades así como los niveles de pobreza o riqueza. Este tipo de discriminación sutil está relacionada con otra llamada «clasismo».[4] El autor Gómez Bruera afirma que el racismo-clasismo en México es una búsqueda permanente de la «blancura», no necesariamente a través de matrimonios con personas de piel más blanca, sino también a través de actitudes de “whitexicans”.[5]
Desde la época de la colonización hasta ahora, los nativos han sido vistos como primitivos en comparación con personas de otros países: incivilizados, supersticiosos, aislados del mundo exterior e incluso cómodos viviendo en la pobreza. Por lo tanto, un ejemplo de injusticia racial en México es el resultado de un fenómeno estructural en el que un sector de la población ha oprimido a otro durante un largo periodo de tiempo a través de una relación de poder.[6]
[ads_google]div-gpt-ad-1623832402041-0[/ads_google]
Otro ejemplo de injusticia racial se observa en las actitudes hacia los migrantes.[7] Muy pocos saben que durante finales del siglo XIX y principios del XX, el gobierno mexicano rechazó la inmigración de algunos grupos raciales (como chinos, judíos, árabes, gitanos y otros) por considerarlos poco beneficiosos para el país. En contraste, se promovió la inmigración procedente de países europeos. Sin embargo, esta promoción no tuvo éxito, y los pocos que emigraron de Europa siempre evitaron relacionarse con la población local, y mucho menos con las poblaciones indígenas. Este es un interesante antecedente histórico del actual movimiento migratorio masivo desde Centroamérica hacia Estados Unidos, que encuentra hostilidad política. Hasta hace poco, estos migrantes recibían permisos para cruzar el país, aunque seguían sufriendo discriminación y marginación.[8] Hay estudios que demuestran que los migrantes de Centroamérica que pasan por México hacia Estados Unidos y los que se quedan en México sufren discriminación racial.
Sin embargo, esta discriminación no es igual en todos los casos, sino selectiva. Si los migrantes son europeos o tienen la piel más clara, son recibidos con brazos abiertos y respeto. Pero si son personas de color, son tratados con indiferencia o con hostilidad, desprecio o incluso burla. El rechazo social a migrantes ha ido en aumento en México en los últimos años. Una encuesta de 2019 muestra que el 63% de los mexicanos está en desacuerdo con permitir que los migrantes permanezcan y trabajen en el país, y el 52% cree que el gobierno debe presionarlos para que regresen a sus países, en lugar de protegerlos y ofrecerles ayuda humanitaria.
Por otro lado, hay un ejemplo alentador de las respuestas de colaboración ante los crecientes grupos de migrantes en los últimos tiempos, especialmente los situados en la frontera norte con EE.UU., entre Ciudad Juárez, México, y El Paso, Texas. Ahí, las iglesias, la sociedad civil y la comunidad binacional han sido clave para dar alivio a la crisis migratoria.
“Desde 2018, las organizaciones han dado respuesta a todas esas oleadas migratorias”, dice Rodolfo Rubio Salas, profesor investigador de El Colegio de Chihuahua (El Colech). Y agrega: “Siguen dando la principal ayuda a cada flujo migrante, porque muchas veces las respuestas del gobierno llegaron demasiado tarde”.[10]
Mientras tanto, iglesias de distintas denominaciones dan de comer diariamente a miles de personas y hospedan a cientos de familias, algunas pagando cuartos de hotel a migrantes que se sienten acorralados por distintas autoridades. Emilio López Reyes, catedrático de la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACH), también afirma que la sociedad civil y las comunidades religiosas han manejado bien la situación migratoria en esta región, evitando una catástrofe social. Así, Ciudad Juárez se ha destacado en la atención a los migrantes a través de organizaciones tanto laicas como religiosas, a pesar de que en muchos casos sus instalaciones, como albergues y comedores, ya están saturadas.[11]
Podemos aprender de nuestros predecesores, que intentaron proclamar todo el mensaje del evangelio a un pueblo espiritualmente necesitado frente a barreras materiales y culturales.[13] Debemos reconocer que los primeros evangélicos de esta tierra tenían tal calidad de vida cristiana que sus vidas transformadas los llevaron a estar dispuestos incluso a sufrir. En el contexto de la injusticia racial, la desigualdad y la discriminación, este es un reto que nos confronta con la oportunidad de renovar nuestro compromiso con nuestra herencia y con la misión que tenemos por delante en este siglo XXI.
Según mi propia experiencia, a pesar de las grandes necesidades sociales que nos rodean, muchas iglesias no ven la justicia como un valor del evangelio. Como resultado, aunque el evangelio pueda ser proclamado mediante la predicación y la enseñanza, a veces nuestros hechos muestran que aprobamos prácticas de discriminación y marginación, y esto produce incongruencia ética.[14]
Si queremos ser iglesias que predican un evangelio integral que promueve y respeta los derechos civiles, debemos hacerlo tanto dentro como fuera de nuestras iglesias. Hacerlo demostrará nuestras convicciones evangélicas. Esta participación merece una estrategia bien planificada. Los programas de ayuda a los pobres son buenos y necesarios, pero primero debemos denunciar los sistemas sociales injustos que facilitan las injusticias tanto en la sociedad como en nuestras iglesias.
Dinorah B. Méndez es la directora del Centro Byblos en Durango (México), una institución de formación bíblico para líderes laicos. También ha sido profesora de teología e historia en el Seminario Bautista Mexicano durante 30 años.
Este artículo se publicó por primera vez en la web del Movimiento Lausana y se ha reproducido con permiso.
Notas
[1] El racismo dual se produce entre dos razas diferencias de forma muy explícita. ↑
[2] Este artículo es un resumen de la presentación de la autora en el Forum of Annual Meeting BWA, Birmingham, Alabama, July 2022. ↑
[3] Federico Navarrete, México racista: Una denuncia (México: Penguin Random House, 2016), 106; Basave B. Agustín, México mestizo: Análisis del nacionalismo mexicano en torno a la mestizofilia (México: FCE, 1992), 26–27; Olivia Gall, ‘Identidad, exlusión y racismo: Reflexiones teóricas y sobre México,’ Revista Mexicana de Sociología 66, no. 2 (2004): 240. Unless otherwise noted, all translations are my own. ↑
[4] Hernán Gómez Bruera, El color del privilegio: El racismo cotidiano en México (México: Editorial Planeta, 2021). ↑
[5] Ibid. ↑
[6] Gómez Bruera, 26–31. ↑
[7] Nota del editor: Ver “El racismo y la Gran Comisión” por CJ Davison y Richard Coleman en el número de marzo 2021 del Análisis Mundial de Lausana . ↑
[8] Gómez Bruera, 191–206. ↑
[9] Carlos Mondragón González, ‘Minorías religiosas y contexto social en la América Latina, siglo XX,’ in Minorías religiosas: El Protestantismo en América Latina, eds. Carlos Mondragón González and Carlos Oliver Toledo (México: Centro de Investigación sobre América Latina y el Caribe, UNAM, 2013), 47–51. ↑
[10] Hérika Martínez Prado, ‘Han evitado Iglesias, Catástrofe,’ El Diario de Juárez (January 31, 2023): 1. ↑
[11] Ibid. ↑
[12] Dinorah B. Méndez, ‘Crisis en el Liderazgo Latinoamericano: Entre la Intolerancia y la Inconsistencia,’ in Buenas Nuevas desde América Latina, ed. Nelson Morales (Lima: Ediciones Puma, 2018), 141. ↑
[13] Samuel Escobar, The New Global Mission: The Gospel from Everywhere to Everyone (Downers Grove, IL: IVP Academic, 2003), 39. ↑
[14] Méndez, ‘Crisis en el Liderazgo Latinoamericano.’ ↑
La conmemoración de la Reforma, las tensiones en torno a la interpretación bíblica de la sexualidad o el crecimiento de las iglesias en Asia o África son algunos de los temas de la década que analizamos.
Estudiamos el fenómeno de la luz partiendo de varios detalles del milagro de la vista en Marcos 8:24, en el que Jesús nos ayuda a comprender nuestra necesidad de ver la realidad claramente.
Causas del triunfo de Boris Johnson y del Brexit; y sus consecuencias para la Unión Europea y la agenda globalista. Una entrevista a César Vidal.
Analizamos las noticias más relevantes de la semana.
Algunas imágenes del primer congreso protestante sobre ministerios con la infancia y la familia, celebrado en Madrid.
Algunas fotos de la entrega del Premio Jorge Borrow 2019 y de este encuentro de referencia, celebrado el sábado en la Facultad de Filología y en el Ayuntamiento de Salamanca. Fotos de MGala.
Instantáneas del fin de semana de la Alianza Evangélica Española en Murcia, donde se desarrolló el programa con el lema ‘El poder transformador de lo pequeño’.
José era alguien de una gran lealtad, la cual demostró con su actitud y acciones.
Celebración de Navidad evangélica, desde la Iglesia Evangélica Bautista Buen Pastor, en Madrid.
Madrid acoge el min19, donde ministerios evangélicos de toda España conversan sobre los desafíos de la infancia en el mundo actual.
Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.
Si quieres comentar o