La demografía del cristianismo sigue desplazándose del Norte global (Europa, América del Norte) al Sur global (África, Asia, América Latina). El cristianismo en el Sur global está creciendo cualitativa y cuantitativamente a un ritmo fenomenal en comparación con el cristianismo del Norte global.

[ads_google]div-gpt-ad-1623832500134-0[/ads_google]

¿Cuáles son los atributos clave de algunas de las variedades del cristianismo del Sur global? ¿Qué lecciones puede aprender el cristianismo del Norte global —en particular, el cristianismo del Reino Unido— de algunas de las variedades del cristianismo del Sur global? Este artículo examina algunas características y prácticas esenciales del cristianismo en Ghana, Brasil y Asia Oriental.[1]

Una voz desde África (Ghana)

El cristianismo carismático evangélico africano es bien conocido por su alabanza estimulante y su adoración emotiva. El culto de adoración consiste en cantos de alabanza ruidosos y animados, acompañados de aplausos y bailes de la congregación. El culto también se compone de cantos de adoración solemnes y meditativos durante los cuales los fieles pueden estar de pie, sentados, arrodillados o postrados en el suelo. El medio de culto pasa libremente de las lenguas africanas a las extranjeras. El contenido del culto es el honor que se rinde a Dios a través de sus nombres y títulos, así como la acción de gracias por los actos de salvación de Dios del espíritu, alma y cuerpo.

En segundo lugar, se caracteriza por la oración de guerra espiritual y el ayuno espiritual. En la oración de guerra, el suplicante libra una guerra espiritual contra Satanás y el reino de las tinieblas.[2] La cosmovisión tradicional africana considera que Satanás y sus fuerzas demoníacas son la causa última de los problemas de la vida. Para tener éxito en la vida, una persona necesita neutralizar los ataques de Satanás y sus secuaces. El contenido habitual de las oraciones de intercesión son peticiones para que Dios bendiga al suplicante con éxito espiritual, liberación de maldiciones y pactos malignos, curación de enfermedades y prosperidad financiera. La oración suele estar acompañada de ayuno. Existe el ayuno espiritual individual, así como las prácticas de ayuno espiritual de la iglesia.

En tercer lugar, el biblicismo y la interpretación de las escrituras en la lengua materna son un atributo. La Biblia se interpreta literalmente, se confía plenamente en ella y se obedece explícitamente. La Biblia es considerada como la Palabra de Dios para guiar a la humanidad en cuestiones de fe y práctica. El uso de la lengua materna para estudiar la Biblia a menudo pone de manifiesto nuevas perspectivas de las escrituras que pueden resonar con el contexto de una persona o criticarla.[3] Esta perspectiva puede verse oscurecida por el uso de una lengua extranjera para estudiar la Biblia. Por ello, la interpretación de las escrituras en la lengua materna contribuye al discipulado efectivo de los cristianos.

En cuarto lugar, el cuidado de la comunidad es un rasgo importante. La sociedad africana tradicional es una sociedad comunitaria. El interés del grupo es más importante que el del individuo. Este valor es asimilado en la iglesia, donde los miembros hacen un esfuerzo adicional para garantizar que se satisfagan las necesidades del grupo. Los momentos de alegría, como el nacimiento de un hijo, un matrimonio, la superación de un examen o la obtención de un ascenso laboral, son compartidos por la familia de la iglesia. Asimismo, los momentos de tristeza, como una enfermedad, fallar un examen, perder un trabajo y el duelo, también se comparten.

[ads_google]div-gpt-ad-1623832402041-0[/ads_google]

En quinto lugar, la pasión por la evangelización, la plantación de iglesias y el ministerio social impregnan la vida de la iglesia.[4] Algunos de los métodos de evangelización son el testimonio personal y la evangelización puerta a puerta, en cruzadas, mediante conciertos musicales, obras de teatro, películas y en radio y televisión. La plantación de iglesias se lleva a cabo mediante extensión evangelística y grupos celulares en el hogar de la iglesia para luego plantar una nueva iglesia. El ministerio social consiste en bienestar social (instituciones educativas, instituciones sanitarias, proyectos agrícolas, proyectos de generación de ingresos, pequeñas empresas) y justicia social (defensa y activismo en cuestiones de gobierno, políticas, económicas, sociales, culturales y medioambientales). Los factores anteriores han contribuido al crecimiento del cristianismo carismático evangélico en África (Ghana).

Una voz desde América Latina (Brasil)

El crecimiento de la iglesia en América Latina ha sido contrastado con la disminución de la asistencia a la iglesia en el Reino Unido y Europa. Mientras que algunos cristianos británicos parecen estar desanimados sobre su perspectiva como iglesia y miran hacia el Sur global para encontrar una esperanza de renovación, los cristianos latinoamericanos parecen haber aceptado como válida la visión de que el Espíritu Santo solo respira allí. Con frecuencia, se utiliza la imagen de la vida y la muerte para contrastar la vitalidad de la iglesia en el Sur global con la iglesia en Europa, como si allí hubiera vida y aquí solo muerte.

A pesar de que el catolicismo romano es la religión principal en la región, existe una enorme brecha entre los que se declaran católicos romanos y los que son cristianos practicantes en la realidad. Del mismo modo, en el Reino Unido, pensamos en el abismo que existe entre los que se declaran cristianos y los que asisten a la iglesia y practican la fe. Según algunas estadísticas, el 20% de los latinoamericanos se declaran cristianos evangélicos. Estas cifras son motivo de entusiasmo para algunos y de temor para otros. Se estima que entre 8.000 y 10.000 personas se convierten diariamente al evangelicalismo, la mayoría procedentes de la Iglesia Católica Romana.[5]

Pensemos en el caso de Brasil, que es conocido por ser un país católico romano. Brasil tiene la mayor comunidad católica romana del mundo, con más de 100 millones de fieles, lo que corresponde al 50% de la población del país. Sin embargo, hasta los años 70, se decía que el 92% de los brasileños eran católicos. En el año 2000, este porcentaje había descendido al 73,6% y, en 2010, al 64,6%. Ahora representan el 50% de la población brasileña. Se trata de un cambio enorme y significativo, y está ocurriendo demasiado rápido.[6]

Por otro lado, las iglesias evangélicas en 1970 representaban solo el 5,3% de la población brasileña. En el año 2000, habían crecido hasta el 15,5%, luego hasta el 22,2% en 2010, y ahora representan el 31%. Algunos investigadores predicen que, de mantenerse esta tendencia, en 2032 los evangélicos habrán superado a los católicos romanos.[7] Brasil sigue siendo un país de mayoría cristiana. Otras religiones que aparecen en el censo son las afrobrasileñas (principalmente candomblé y umbanda), con un 2%; los judíos, con un 0,3%; y los musulmanes, con un 0,02%. Los que dicen que no tienen ninguna religión son ahora el 10%. En 1970, eran menos del 1%.[8]

Las denominaciones eclesiásticas evangélicas en Brasil pueden dividirse aproximadamente así: El 22% son pentecostales y neopentecostales, como las Asambleas de Dios, la Iglesia Universal del Reino de Dios y la Iglesia del Evangelio Cuadrangular, entre otras. Las iglesias más históricas representan el 7%: bautistas, presbiterianos, metodistas, anglicanos, etc.[9]

Es evidente que ha habido un crecimiento significativo del evangelicalismo en Brasil en su variedad tradicional y, más fuertemente, en su variedad pentecostal. Lo mismo puede decirse de América Latina en su conjunto. Sin embargo, ese crecimiento no se ha traducido en una transformación notable del paisaje social. Significa que no ha habido una contribución visiblemente positiva de los evangélicos para promover cambios estructurales en la vida económica, social y política. América Latina sigue siendo una de las regiones más desiguales del mundo en términos de distribución de la riqueza.[10]

Una voz desde Asia (Asia Oriental)

Los cristianos en Asia crecieron dos veces más rápido que la población general durante el siglo XX. Cerca del 60% de la población mundial vive en Asia, pero esta región sigue siendo la menos evangelizada, con un 8,2% de cristianos en 2020.

La población hindú creció en el mismo periodo, aunque sigue concentrada en el subcontinente indio. Los musulmanes crecieron a un ritmo algo más rápido y desplazaron a los seguidores de religiones populares chinas como la mayor religión del continente, con un 27,4% de la población en 2020. Asia se convirtió en el continente con más personas no religiosas del siglo XX. En 2020, más de 640 millones de personas no tienen ninguna religión, algo menos del 14% de la población de Asia. Los agnósticos y los ateos son los que más han crecido.[11]

Hoy se envían misioneros de todas partes a todas partes.[12] Asia, que antes era un continente principalmente receptor de misioneros, tiene ahora muchos países que también los envían. El movimiento misionero coreano comenzó en 1907. Entre 1988 y 2013, la iglesia coreana surgió como una fuerza líder en el envío de misioneros.[13] Otras misiones autóctonas asiáticas maduras son las misiones indias, filipinas y chinas en Asia Oriental.

En años recientes, han surgido nuevas misiones asiáticas en países como China, Camboya, Bután y entre las diásporas asiáticas en Occidente. Por ejemplo, se han producido algunos avances significativos en el desarrollo del Movimiento Misionero Autóctono (Indigenous Mission Movement, IMM) desde China. La creciente participación de China en la escena mundial ha abierto oportunidades para iglesias y cristianos individuales. Al mismo tiempo, la conciencia y la enseñanza de misiones en las iglesias han crecido hasta el punto de que hay un mayor énfasis en traspasar fronteras y culturas.[14]

Otro ejemplo son los cursos de liderazgo misionero en Camboya para pastores y líderes sobre temas como “La misión de la iglesia” y “Liderazgo misional en contextos budistas”. El principal grupo que los lleva a cabo es Shalom Mission Cambodia, una organización autóctona dedicada a la plantación de iglesias, formación de líderes y desarrollo de la comunidad. Su visión es plantar una iglesia en cada provincia de Camboya y desarrollar auténticos discípulos de Jesucristo que transformen sus comunidades de manera integral.

Sin embargo, los líderes asiáticos de misiones reconocen que todavía hay mucho espacio para crecer y mejorar. Tenemos que trabajar más en algunos de los puntos débiles de las misiones autóctonas asiáticas, como:

- A menudo, el apoyo financiero a los misioneros no es a largo plazo.

- Hay pocos candidatos para ministerios con un éxito menos “visible”, como traducción de la Biblia o interpretación cultural.

- Los misioneros carecen de formación y desarrollo de liderazgo.

- La atención a los miembros y el desarrollo personal son inadecuados.

Conclusión: El futuro de las misiones: asociación y colaboración

Dado que las iglesias y las misiones del Sur global han madurado (y siguen creciendo) significativamente en los últimos cien años, los líderes de misiones deberían fomentar una mayor y más profunda asociación y colaboración intercultural, como la que existe entre africanos, latinoamericanos, asiáticos y misiones occidentales.[15] Esto fortalecerá el cristianismo a nivel mundial.

Reflexionemos sobre la actual asociación y colaboración intercultural entre, por ejemplo, el Sur y el Norte global en las misiones:

- ¿Qué recursos, experiencia y conocimiento podrían compartir las misiones del Norte global con las misiones autóctonas del Sur global para fortalecerlas, por ejemplo, en el cuidado de miembros, la capacitación intercultural y el desarrollo del liderazgo?

- ¿Qué lecciones puede aprender el Norte global de las misiones del Sur global? Por ejemplo, en materia de diálogo interreligioso, ya que los cristianos de Asia tienen la rica experiencia de ser testigos eficaces de Cristo en medio de comunidades multiconfesionales.

- ¿Recibirán las iglesias y agencias del Norte global a líderes y trabajadores de misiones del Sur global? Algunos llaman a esto “misiones inversas”, en las que estamos dispuestos a aprender y recibir ayuda de aquellos a los que históricamente hemos servido.

Los representantes del Sur global han hablado. Nos gustaría escuchar la respuesta del Norte global. La iglesia mundial es el cuerpo único de Cristo y debemos trabajar juntos para la gloria de Dios.

Philip Lutterodt es el pastor de la iglesia bautista Mitcham, en el sur de Londres; Joabe G. Cavalcanti es de la iglesia St. Barnabas Mitcham, en la diócesis de Southwark, en Londres; Loun Ling Lee es la editora general del Análisis Mundial de Lausana.

Este artículo se publicó por primera vez en la web del Movimiento Lausana y se ha reproducido con permiso.

Notas