No son acciones realizadas como meras “obras de caridad”; tampoco son obras para incrementar el número de “adeptos” a nuestras iglesias, sino obras que nacen de un corazón amante del Jesús de los Evangelios.
Se da la paradoja (por decirlo de una forma suave) de que muchos llamados “protestantes” que se pasan hablando del “Jesús de los pobres, los marginados, los rechazados, etc.,” no parece que hagan mucho por todas esas personas. No digo que sean todos, ni mucho menos. Pero también se pasan bastante tiempo criticando a gran parte del “pueblo evangélico”; y hasta con cierto tono burlón y de menosprecio, creyéndose que ellos están muy por encima de aquellos. Sin embargo, muchos de éstos últimos denostados por aquellos, están casi toda la vida ayudando a los necesitados, de muchas formas: visitando a los presos y predicándoles el Evangelio, mientras ayudan y sirven como mediadores en la comunicación con los familiares; visitando los hospitales y llevando el mensaje de consuelo y de esperanza a los enfermos y moribundos[1]. En relación con estos ministerios, recordamos a nuestro muy querido hermano Miguel Ortí Bota, hace muchos años ya con el Señor. Él estuvo por catorce años visitando la Prisión Provincial, llevando el Evangelio de la reconciliación y la paz con Dios a los internos. Él mismo avaló presos para que éstos cumplieran sus condenas en centros de rehabilitación y, a algunos los trasladaba en su propio coche, viajando alguna vez hasta el norte del país para realizar esa labor. Tal fue su trabajo que llegó a ser conocido mucho más allá de nuestras fronteras provinciales y reconocido y apreciado por propios y extraños, en bastantes lugares de España. Luego, fue el hermano Joaquín Izquierdo quien tomó el relevo de Miguel Ortí, trabajando por más de 20 años y a quien se le sumaron otros hermanos y hermanas, entre los cuales destaca, por su tesón y perseverancia en el servicio en la Prisión Provincial y en los hospitales, el hermano José M. Afán Gómez, policía nacional, ya jubilado hace muchos años.
[ads_google]div-gpt-ad-1623832500134-0[/ads_google]
Cabría destacar aquí la disposición de la Pastora de la Iglesia China, la hermana Lili Zheng Ding, quien regentando un restaurante, su marido y ella acordaron cerrarlo y convertirlo en un comedor social, para dar desayunos a los necesitados. Así se les viene ayudando a unas 80 personas por espacio de unos 7 años. Después, algunas de nuestras comunidades disponen de banco de alimentos, como es el caso –entre otros- de la Asociación Uno a Uno (Iglesia Evangélica Betesda de Córdoba) desde donde se provee alimentación para familias necesitadas. Acción que ha resultado muy necesaria -diríamos, ¡vital!- para muchas familias en relación con la pandemia desatada por la Covid-19, creando una gran necesidad en muchas familias.
Al referirnos a los distintos ministerios de ayuda a personas necesitadas, también cabe destacar la labor que desde hace casi 40 años están llevando a cabo en el centro de rehabilitación de toxicómanos conocido como “Peniel”. Dicho centro fue fundado por el pastor Mario Fumero, en 1984 quien, junto al hermano Manuel Zelaya, venido de Honduras de la mano del fundador, trabajaron duro para que el centro fuera de una verdadera ayuda al que la necesitara. Dicha labor fue continuada posteriormente por Rafael Anguita, quien como director del Centro la ha dirigido por espacio de muchos años hasta ahora. Lógicamente, a cada uno de los que han dirigido el Centro Peniel siempre han acompañado una lista de colaboradores, y los beneficiosos frutos que ha dado todo ese trabajo han sido muy patentes. Igualmente, hemos de señalar el “Proyecto Rescate” dedicado a la liberación de las mujeres esclavizadas por las mafias para el negocio del sexo y la droga. Todo lo anotado anteriormente, además del banco de alimentos, y más, llevado a cabo bajo la asociación conocida como “Aperfosa”.[2]
Luego, hace ya casi 30 años el hermano pastor evangélico (nunca mejor dicho: “Evangélico”) Francis Arjona, de la Misión Cristiana Europea (por sus siglas, MCE) por la gracia de Dios iniciaba otro proyecto del Centro de rehabilitación para toxicómanos, conocido como “El Buen Samaritano”. Este, situado en el conocido “Valle de los Pedroches”. Después de algunos años de duro y arduo trabajo, le dije: “Francis, te veo muy cansado; cuídate que tantos desvelos te van a pasar factura”. Su respuesta no se hizo esperar: “Ángel, si no trabajo ahora que tengo edad y fuerzas, ¿cuándo voy a hacerlo, cuando tenga 60 años?”. Nuestro amado hermano, obrero fiel, sí ha conocido el pago de esa “factura” de sacrificado trabajo, por amor a su Señor y a los demás. Y no solo él sino parte de su equipo.[3]
Debe quedar claro que todos estos ministerios se realizan en y por amor al Señor buscando la restauración de las vidas de los drogodependientes y sus propias familias; y además de los ministerios mencionados, otros relacionados con la consejería de matrimonios rotos y vidas desorientadas; atendiendo inmigrantes que llegan de distintas partes de países en gran necesidad. Así, un largo etc. No son acciones realizadas como meras “obras de caridad”; tampoco son obras llevadas a cabo como “tácticas” para incrementar el número de “adeptos” a nuestras iglesias, sino obras que nacen de un corazón amante del Jesús de los Evangelios. Pero estando convencidos de que el Evangelio sigue siendo “poder de Dios para salvación a todo aquel que cree” (Ro.1.16-17)
Claro que, como decía el teólogo católico, seglar, Enrique Mireg Magdalena, dicho en su propio contexto: “Necesitamos crear estructuras de justicia en vez de hacer ‘obras de caridad’”. Pero cambiar las estructuras injustas para establecer “estructuras de justicia” no siempre es tan fácil como se piensa; además, deberíamos entender que, mientras aquellas se van consiguiendo, no podemos usar ese argumento como excusa, para no hacer nada a favor de los que están necesitados y sufren de distintas formas. De otra manera, todo se convierte en un “bla, bla, bla”. Porque como se suele decir: “una cosa es hablar y otra, dar trigo”. Y Jesús no solo hablaba sino que “daba trigo”. En tiempos de Jesús había muchas estructuras de injusticia; pero Él no usó el argumento mencionado como excusa para no hacer nada, sino que nos mostró el camino a seguir en tanto existieran aquellas. Era el camino del amor compasivo por los necesitados de todo tipo; porque como dice el título de este escrito: “El amor se demuestra amando”; aunque solo sea dar “un vaso de agua fresca…” (Mt.9.35-38; Mr.9.41).
[ads_google]div-gpt-ad-1623832402041-0[/ads_google]
La sociedad se cambia en la medida que los ciudadanos cambian sus malas formas de pensar y actuar. Y la respuesta para ese cambio eficaz, verdadero, profundo y permanente, la encontramos en el Evangelio de Jesús. Solo así seremos esa “sal” y “luz” de la cual habló Jesús en relación con sus seguidores (Mt.5.13-16). Los cristianos de la iglesia del primer y segundo siglo, habiendo vivido antes de serlo, en la oscuridad y las tinieblas morales y espirituales sufrieron un profundo cambio en sus vidas, y en la medida que vivieron acordes con esa transformación, contribuyeron al cambio de la sociedad que les rodeaba. Aunque en esa forma de vida, los cristianos muchas veces encontraron indiferencia e incluso sufrieron una dura oposición del mundo que les rodeaba. (1ªP.2.11-12; 4.4)
Las protestas y denuncias tienen su lugar, pero el cambio de vidas realizado por el poder de Dios y el andar consecuente, habla más fuerte que lo otro; e incluso es más eficaz que lo otro. Pero en todo caso, como diría Jesús en otro contexto: “Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer lo otro” (Mt.23.23).
No debemos dudar de que Dios sabe hacer las cosas mucho mejor que nosotros. Porque en cuanto unos se dedican a hablar, como decíamos antes, con un “bla, bla, bla” interminable, otros trabajan si hacer mucho “ruido”, bajo el cuidado y la dirección de Dios. Luego, terminamos por darnos cuenta de que aquello que comenzó siendo como una “pequeña semilla”, siempre termina creciendo. Como dijo Jesús:
“Con el reino de los cielos sucede lo mismo que con la semilla que un hombre siembra en la tierra; tanto si duerme como si está despierto, así de noche como de día, la semilla germina y crece, aunque él no sepa cómo” (Mrc.4.26-29)
Así de sencillo y así de evidente; pero así de eficaz también. Lo importante es que cuando se siembra, la semilla crece y da fruto. Entonces, no olvidemos nunca la importancia de sembrar, “porque, a su tiempo segaremos si no desmayamos” (Gál. 6.9) Y no importa si el sembrar en algunas ocasiones implique hacerlo “con lágrimas”, porque como dice el mismo salmo: “Volverán –volveremos- con regocijo, trayendo las gavillas” (Sal.126.5-6)
Notas
[1] ¡Cuantos y cuantos han encontrado la paz a última hora, confesando el nombre de Jesús y experimentado la paz que solamente puede dar el Señor Jesús! Y eso, en su mayor parte, en una cama de hospital. Y cuantos y cuantos habrán conocido al Señor Jesús, estando presos, pero llegando a conocer la verdadera libertad, en tan triste situación.
[2] La Asociación Aperfosa, creada por la Iglesia Comunidad de Amor Cristiano de las Asambleas de Dios de España en Córdoba, al frente de la cual está su Pastor, Esteban Muñoz de Morales.
[3] Los ministerios enumerados aquí, así como las labores que han realizado y realizan algunos hermanos y hermanas, forman parte de una lista que no pretende ser exahustiva. Evidentemente, se podrían mencionar a otros que, junto a los mencionados están realizando un valioso trabajo en la obra del Señor y que mencionarlos a todos harían una larga lista. Pero basten esos ejemplos al respecto.
La conmemoración de la Reforma, las tensiones en torno a la interpretación bíblica de la sexualidad o el crecimiento de las iglesias en Asia o África son algunos de los temas de la década que analizamos.
Estudiamos el fenómeno de la luz partiendo de varios detalles del milagro de la vista en Marcos 8:24, en el que Jesús nos ayuda a comprender nuestra necesidad de ver la realidad claramente.
Causas del triunfo de Boris Johnson y del Brexit; y sus consecuencias para la Unión Europea y la agenda globalista. Una entrevista a César Vidal.
Analizamos las noticias más relevantes de la semana.
Algunas imágenes del primer congreso protestante sobre ministerios con la infancia y la familia, celebrado en Madrid.
Algunas fotos de la entrega del Premio Jorge Borrow 2019 y de este encuentro de referencia, celebrado el sábado en la Facultad de Filología y en el Ayuntamiento de Salamanca. Fotos de MGala.
Instantáneas del fin de semana de la Alianza Evangélica Española en Murcia, donde se desarrolló el programa con el lema ‘El poder transformador de lo pequeño’.
José era alguien de una gran lealtad, la cual demostró con su actitud y acciones.
Celebración de Navidad evangélica, desde la Iglesia Evangélica Bautista Buen Pastor, en Madrid.
Madrid acoge el min19, donde ministerios evangélicos de toda España conversan sobre los desafíos de la infancia en el mundo actual.
Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.
Si quieres comentar o