Hay que contactar con las problemáticas, las inquietudes y los anhelos que dan densidad y sentido a la existencia humana.
Debemos tener cuidado para que nuestra evangelización no está fuera de la red de intereses de la vida cotidiana de los hombres. Muchas veces las personas a las que nos dirigimos con mensajes evangelísticos perciben el mensaje cristiano como algo ajeno a los valores que realmente interesan a la existencia humana de nuestros coetáneos. Es como si las personas que se paran para escucharnos no percibieran ninguna relación entre el mensaje proclamado y aquellos valores que conforman toda una densa estructura de sentido que les envuelve en su vida cotidiana. En ese caso, nos dan la espalda, se marchan, no ven relevante el mensaje para sus vidas.
[ads_google]div-gpt-ad-1623832500134-0[/ads_google]
Sin embargo, muchas veces nosotros insistimos e insistimos con nuestra metahistoria que, al no encontrarla relevante para sus vidas, la perciben como mensajes que caen como nieve fría en sus corazones. Se percibe en muchísimos casos, una desconexión entre el Evangelio predicado y la cultura que les envuelve. Esto se ve muy bien en la evangelización de calle y de plaza.
Un ejemplo relevante sería el de los evangelistas al aire libre con el tablero y las pinturas. Dan con sus dibujos y palabras un mensaje que, de inicio, es velado, pero cuando llegan a la conclusión un tanto ultramundana que quieren transmitir, un porcentaje altísimo se va decepcionado, otro porcentaje se queda sonriente y escéptico mostrando indiferencia, y el evangelizador se muestra satisfecho si en alguno de los mensajes alguien muestra un interés real que, a veces, ocurre. Entonces el predicador quizás pueda mantener alguna conversación personal.
Se muestra una desconexión entre los mensajes evangelizadores y la vida misma en la que las personas están inmersos. No encuentran una razón relevante para seguir escuchando. Se da la desbandada y la huida. Quizás la causa o la problemática no sea de este o ese evangelista, sino que va mucho más allá: la falta de coherencia entre lo que predicamos, lo que la iglesia proclama, en relación con sus compromisos sociales, con sus solidaridades, sus búsquedas de justicia, sus denuncias de las problemáticas del mundo como la opresión, la pobreza, los desequilibrios que destrozan el mundo con sus desiguales repartos y exclusiones de más de media humanidad.
Es por esta falta de coherencia que el mensaje cae como nieve fría en los corazones de las gentes y los pueblos que parecen huir de contenidos incoherentes que no ayudan para nada a las vidas de las personas, del prójimo en necesidad, que no son capaces de escuchar ni de apagar el grito de los sufrientes del mundo, La desconexión se hace patente de una forma totalmente clara en la mayoría de los casos. Hay que contactar con las problemáticas, las inquietudes y los anhelos que dan densidad y sentido a la existencia humana.
[ads_google]div-gpt-ad-1623832402041-0[/ads_google]
Sin embargo, el hombre sigue necesitando creer en algo, tener fe en realidades que den sentido a su existencia. Entonces, cuando la evangelización les causa rechazo por insolidaridades o incoherencias del mensaje de la iglesia en relación con las inquietudes humanas, los hombres buscan otras vías para satisfacer sus deseos existenciales más profundos. Se cae entonces en lo que podríamos denominar la fe laica.
La fe laica se podría definir como la necesidad que tiene el hombre de confiar en algo o en alguien. Entonces, cuando esta posibilidad no la encuentra en la coherencia de los mensajes bíblicos y la acción de la iglesia y de los creyentes en el mundo, busca otras vías que le suplan estas carencias. Se centran en la solidaridad humana para con los pobres de la tierra, la búsqueda de una paz que se muestra en el rechazo del ‘No a la Guerra’, anhelan la lucha por la justicia social y un mejor reparto de los bienes del planeta tierra, las luchas contra el racismo, el respeto al diferente, la preocupación por los refugiados y los migrantes de la tierra, el trabajo por la reducción de la pobreza en el mundo y la igualdad entre los hombres. Todos estos temas pueden ser propios de una fe laica que, curiosamente, pueden ser coincidentes con los grandes principios bíblicos en relación con el prójimo, aunque la iglesia —y ese es su gran problema—, los tenga ocultos en el baúl de las insolidaridades.
A los hombres, a los pueblos y al mundo les gustaría ver el Evangelio predicado en conexión con todas estas temáticas que, realmente son bíblicas y a las que la Biblia les dedica inmensos espacios de sus contenidos. Quizás el problema sea este: hemos espiritualizado demasiado los contenidos que predicamos y, más que hacer referencia a las problemáticas de los hombres en su aquí y su ahora, nos lanzamos a las realidades ultramundanas a las que, quizás, deberíamos llevar a los hombres a través de la preocupación también de sus sufrimientos y sus necesidades en nuestro aquí y nuestro ahora.
Lo que tenemos que aprender en nuestra evangelización es que lo que anunciamos y enseñamos debe de estar en ese centro de anhelos que da un sentido pleno y real a la existencia humana en medio de los conflictos del mundo, en medio de un mundo de dolor, injusticias, opresiones, exclusiones y sufrimientos.
La conmemoración de la Reforma, las tensiones en torno a la interpretación bíblica de la sexualidad o el crecimiento de las iglesias en Asia o África son algunos de los temas de la década que analizamos.
Estudiamos el fenómeno de la luz partiendo de varios detalles del milagro de la vista en Marcos 8:24, en el que Jesús nos ayuda a comprender nuestra necesidad de ver la realidad claramente.
Causas del triunfo de Boris Johnson y del Brexit; y sus consecuencias para la Unión Europea y la agenda globalista. Una entrevista a César Vidal.
Analizamos las noticias más relevantes de la semana.
Algunas imágenes del primer congreso protestante sobre ministerios con la infancia y la familia, celebrado en Madrid.
Algunas fotos de la entrega del Premio Jorge Borrow 2019 y de este encuentro de referencia, celebrado el sábado en la Facultad de Filología y en el Ayuntamiento de Salamanca. Fotos de MGala.
Instantáneas del fin de semana de la Alianza Evangélica Española en Murcia, donde se desarrolló el programa con el lema ‘El poder transformador de lo pequeño’.
José era alguien de una gran lealtad, la cual demostró con su actitud y acciones.
Celebración de Navidad evangélica, desde la Iglesia Evangélica Bautista Buen Pastor, en Madrid.
Madrid acoge el min19, donde ministerios evangélicos de toda España conversan sobre los desafíos de la infancia en el mundo actual.
Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.
Si quieres comentar o