Cerrado por defunción

Superstition fue uno de los temas que más fama le dieron al cantante Stevie Wonder. Su estilo no sólo es inimitable, sino que también añade el hecho de que sus canciones siempre suelen decir algo. La letra de esta, no tiene desperdicio:

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“Muy supersticioso, 

la escritura sobre la pared, (…)

El bebé de trece meses,

el cristal siete años de mala suerte (…)

Cuando usted cree en cosas que no entiende,

entonces usted sufre 

La superstición no es el camino... “


Más adelante dice que si eres muy supersticioso, es el mismo diablo el que aparece, porque le estás abriendo las puertas de tu vida. La verdad, creo que a muchos no les importa. Siguen viviendo llenos de supersticiones.

Siempre me asombra ver las imágenes de un equipo deportivo entrando en el campo, y cómo la mayoría de los jugadores cumplen un “ritual” determinado, haciendo la señal de la cruz, saltando sobre una pierna, entrando con un determinado pie, en un orden determinado, tomando la hierba y tirándola, o llevándola a la boca… las acciones pueden ser interminables; el caso es que casi todos “confían” en esos rituales para estar bien, no lesionarse o ganar. Simples supersticiones.

El caso es que si después algo sale mal, la culpa siempre es de los demás, de las circunstancias o de la “mala suerte”, la mejor amiga de muchos para no querer reconocer sus errores, sus limitaciones; o simplemente por el hecho de que no todo puede salir bien siempre. Es impresionante la colección de tonterías que muchos creen… por no confiar en Dios. 

Incluso a algunos les parece un juego: son capaces de poner sus vidas en manos de adivinadores del futuro, brujas, tarots, juegos, etc. como si nada pasara. Sin darse cuenta de que tarde o temprano van a pagar las consecuencias. Y no creas que son las personas ignorantes las que lo hacen ¡No! La gran mayoría de los supersticiosos viven en el primer mundo y se creen muy inteligentes. 

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Hace unos días estaba paseando por una calle de Santiago, y pude observar que en la puerta de un negocio estaba colgado un cartel que todos hemos visto muchas veces: "Cerrado por defunción". Desgraciadamente es un acontecimiento absolutamente normal y cotidiano. Lo que me hizo pensar fue que, en esta ocasión, la muerte le sobrevino a algún familiar de los dueños justo en medio de la mudanza de su negocio, así que en las cristaleras de la tienda había otro cartel mucho más grande que decía: "Nos trasladamos más abajo".

Espero que el día que llegue tu traslado, sea hacia arriba. Te lo digo de corazón.