Desde mi libertad

Yo no deseo que las mujeres tengan poder sobre los hombres, sino sobre ellas mismas.

Mary Wollstonecraft

Porque eres mía. Porque no voy a permitir que me dejes y me has dejado. Porque te veo feliz, ya sea sola o acompañada. Porque tu alegría y tu progreso me resultan una humillación y no voy a consentirlo. Porque por mucho que te escondas y te escondan, te encontraré, no tengo prisa, soy de sangre fría.

A día de hoy muchas mujeres han perdido la vida al ser asesinadas por sus compañeros, novios, maridos, o por alguno de sus contactos con el prefijo ex. Otras viven escondidas por miedo y muchas conviven con ellos atormentadas. Hombres malos.

Este día de triste celebración recuerdo la conocida canción de Ana Belén que ayuda a concienciarse de que las mujeres son un todo, a pesar de que siempre se las haya considerado, incluso ellas mismas, como seres que están obligados a acoplarse. No importa si sus piezas y los huecos donde han de complementarse, no encajan.

Las mujeres han de tomar la libertad que está ante ellas. Convencerse de lo que valen, de la fuerza que van a recibir cuando decidan alzar el vuelo. Han de ser ellas mismas y comenzar de nuevo.

Desde mi libertad

Sentada en el andén,

Mi cuerpo tiembla y puedo ver,

Que a lo lejos silva el viejo tren

Como sombra del ayer.



No será fácil ser

De nuevo un solo corazón,

Siempre había sido una mitad

Sin saber mi identidad.



No llevare ninguna imagen de aquí

Me iré desnuda igual que nací,

Debo empezar a ser yo misma y saber

Que soy capaz y que ando por mi piel.

Siempre había sido una mitad,

Sin saber mi identidad



No llevare ninguna imagen de aquí,

Me iré desnuda igual que nací,

Debo empezar a ser yo misma y saber,

Que soy capaz y que ando por mi piel,



Desde mi libertad

Soy fuerte porque soy volcán,

Nunca me enseñaron a volar

Pero el vuelo debo alzar.



Nunca me enseñaron a volar

Pero el vuelo debo alzar.