Hemos identificado el cambio climático como un “problema perverso” que no es fácil de abordar únicamente mediante una intervención diseñada científicamente. Hemos observado que los modelos son buenos con la complejidad y la interdependencia, pero la precisión es difícil, al igual que lo es elegir lo que realmente sucederá de todo lo que podría suceder.

A veces se atribuye a George Box la afirmación de que “todos los modelos son erróneos, pero algunos son útiles”. Añadamos la pregunta del Premio Nobel Richard Feynman: “¿Cómo sabemos que no nos estamos engañando?”, y tendremos los ingredientes para un debate.

Muchos sostienen que el mejor uso de los modelos es informar de estos debates, ya que las diferentes partes interesadas (incluso las que compiten entre sí) discuten sobre los factores que creen que deberían entrar en el modelo en cuestón y que, como resultado, acaban teniendo una comprensión más profunda del problema.

Además, si se realizan variaciones del modelo a posteriori se puede ver cómo los diferentes factores pueden afectar el resultado. Como aconseja Proverbios 15:22: “Los planes fracasan por falta de consejo, pero con muchos consejeros tienen éxito”.

Pensemos en cinco asesores imaginarios, cada uno de los cuales tiene un interés limitado. Tu respuesta sería mezclar sus consejos, estando de acuerdo con algunos y desconfiando de otros.

Otras partes interesadas podrían confiar y desconfiar de estos asesores de forma diferente, pero al menos puedes mantener un debate. 

- El optimizador de recursos, Ro, considera que los recursos físicos son fundamentales. Son limitados (o se recuperan lentamente del uso excesivo), por lo que Ro quiere preservarlos para las generaciones futuras. Ro suele querer limitar o retroceder en la población, el consumo, etc. Ro ve el futuro como una extensión del pasado, por lo que no se puede tener en el futuro lo que las generaciones anteriores no dejan.

- El bio optimizador, Bo, considera que las formas de vida biodiversas, incluidos los seres humanos, son el activo clave. Bo puede poner en igualdad de condiciones a las plantas y a los animales, lo que resulta difícil cuando solo una forma de vida puede articular y procesar un sistema de valores de este tipo. Como siempre surgen nuevas especies, la conservación en el mundo de Bo es mucho más complicada que en el de Ro.

- El optimizador de la riqueza, Wo, es un economista que cree que la riqueza es la clave y que los demás bienes pueden expresarse en términos económicos. Sin embargo, el consumo no es un calle de un solo sentido y las sociedades más ricas pueden pagar por una mejor tecnología que las sociedades más pobres. Por ejemplo, una sociedad que podría ahogarse por la subida del nivel del mar puede, con suficiente riqueza, construir defensas contra el mar. Dado que cada vez somos más ricos, nuestra mejor respuesta al cambio climático es hacernos lo más ricos posible, ahora, y resolver los problemas climáticos cuando sean ineludibles en el futuro. 

- El canalizador de la innovación, Ic, cree que la inteligencia es lo más importante. Ic cree que no hay ningún problema de recursos al que se enfrente la humanidad que no pueda abordarse con suficiente inteligencia y tiempo, aunque Ic sigue necesitando un presupuesto. 

- El Individuo Espiritual, IS, cree en un Creador y en el valor eterno del alma humana, por lo que vive fuera de la caja puramente materialista que habitan la mayoría de los asesores. Si IS tiene una visión cristiana del mundo, entonces IS también creerá en una creación marcada por la Caída, y luego redimida.

Las discusiones entre Ro, Bo, Wo e IC situarían el debate sobre el clima en una base muy diferente a su forma actual, polarizada, aunque los cristianos tienen un problema porque pueden creer cosas que Ro, Bo, Wo o IC no creen, y no creen cosas que ellos sí creen.

¿Existe una perspectiva cristiana?

Al incluir a IS como quinto consejero podemos introducir una dimensión espiritual. El grado de atención que se le preste a IS variará: los materialistas se desconectarán por completo, mientras que los cristianos diferirán en la forma de sintonizar o no con los consejos de IS.

También podemos necesitar, quizás, a Pa, un asesor político, ya que los países que tienen como objetivo el crecimiento económico pueden contaminar más que los que tienen agendas más ecológicas.

Está claro que no podemos construir nuestros propios modelos para apoyar o socavar los puntos de vista de nuestros asesores, pero los cristianos podrían interesarse más por los modelos que utilizan -los economistas, epidemiólogos, industriales, planificadores, responsables políticos y científicos- y plantear algunas de esas preguntas críticas que defendía Feynman.

En mi opinión, los cristianos aún no se han interesado lo suficiente por ninguno de los modelos ni se han planteado preguntas difíciles sobre ellos. No nos faltan teologías de la creación.

Actualmente, tanto los científicos como los cristianos creen en un punto de partida para la creación, pero luego divergen de él. Los cristianos reconocen una humanidad caída, una creación que no es como era, y esperan un cielo y una tierra nuevos.

¿Qué cree un cristiano IS?

Los cielos declaran la gloria de Dios;

los cielos proclaman la obra de sus manos.

Día tras día derraman palabras;

noche tras noche revelan el conocimiento.

No tienen discurso, no usan palabras;

no se oye ningún sonido de ellos.

Sin embargo, su voz llega a toda la tierra,

sus palabras llegan hasta los confines del mundo. 

Salmo 19:1-4

Para el salmista (y tomando prestado de otras partes de la Biblia), hay tres perspectivas sobre la Creación, que representan una gama de posiciones cristianas:

1. Un mensaje del Creador:

La Biblia no demuestra la existencia de Dios, sino que proclama al Dios que existe, lo que atraviesa el pensamiento moderno. Estamos de acuerdo con Ro en que los recursos son importantes, pero no todo gira en torno a ellos; compramos el amor de Bo por la diversidad, pero tampoco todo versa en torno a eso.

Se trata del que envió y sigue reenviando el mensaje. Parte de cualquier respuesta cristiana, entonces, es escuchar, disfrutar, reflexionar y trabajar de nuevo en oración. Menos trabajo; más adoración.

2. Un regalo del Creador

Nuestra reacción al recibir regalos hoy en día es egocéntrica - los guardamos, los volvemos a regalar o los tiramos a la basura por descuido - pero la reacción antigua era diferente: un regalo que recibías era tuyo, pero el uso que le dabas reflejaba lo que pensabas del dador. La opinión de San Pablo al respecto puede resumirse así:

Los que usan las cosas de este mundo deben comportarse como si no estuvieran absortos en ellas. Porque este mundo, en su forma actual, pasa. (1 Corintios 7:29-31)

Se trata de un claro llamamiento a usar, pero no a abusar; a comprometerse, pero no a estar abstraído. Algunos cristianos se identificarán aquí con Ro y Bo, pero por razones muy diferentes.

3. Una responsabilidad del Creador

IS asume la responsabilidad de gestionar el planeta; no en nombre de nadie ni de nada, sino del Creador. En el pasado, los cristianos se han especializado en “someter” a la creación, pero ahora reconocen que tienen un encargo mucho más difícil si quieren dirigirse hacia una ecología sostenible sin sumir a millones de personas en la miseria.

Los empresarios cristianos añadirían un fuerte mandato creativo al consejo de IS y simpatizarían en gran medida con Wo e Ic, pero, de nuevo, por razones muy diferentes.

La forma en que los cristianos escuchan el mensaje, aceptan el don y afrontan esta responsabilidad, varía. Los más persuadidos por Bo y Ro recortarán drásticamente e instarán a otros a hacerlo (pero deben tener cuidado con el legalismo).

Los que están persuadidos por Wo e Ic pueden sentirse más libres para buscar la innovación como el camino a seguir (pero deben tener cuidado con la codicia). Algunos de los que creen en el compromiso, pero no en el ensimismamiento, pueden creer que el problema es demasiado complicado para simplemente apretarse el cinturón, pero pueden tomar medidas modestas (por ejemplo, comprar un coche híbrido) y centrar conscientemente un esfuerzo adicional en el culto, la evangelización y otras cosas buenas.

¿Y tú? Esa es tu decisión. ¡Pero ten cuidado con la forma en que juzgas a tus hermanas y hermanos cristianos!

Terry Young tiene un doctorado en espectroscopia láser y pasó la primera mitad de su carrera en I+D industrial. Pasó al mundo académico y fue profesor de sistemas sanitarios en la Universidad de Brunel antes de convertirse en consultor independiente, centrándose en el diseño y la modelización de sistemas para organizaciones sanitarias. Terry escribe regularmente para el Baptist Times y el Integrated Care Journal; él y su esposa Dani tienen tres hijos, una nuera y dos nietos.

Este artículo se publicó por primera vez en el sitio web del Jubilee Centre y se ha reproducido con permiso.