La violencia de género se agudiza con los gobiernos talibanes. Muchas mujeres prefieren morir con sus hijas que caer en manos de los talibanes.

Como cristianos no podemos permanecer impasibles ante esta violencia contra la mujer que se dispara en Afganistán por los talibanes. Por eso informamos de lo que está ocurriendo allí entre las mujeres afganas y las minorías religiosas no musulmanas, que serán también objeto de discriminación y persecución. Y si son mujeres y además cristiana, la persecución es doble y aún más fuerte. ¹

“Puertas Abiertas Internacional señala el reconocimiento de la doble vulnerabilidad de las mujeres cristianas”.

La violencia de género se ceba cuando hay gobiernos talibanes.

La doctrina talibán es una amalgama de enseñanzas coránicas de escuela suní wahabí –la que gobierna Arabia Saudí y legitima la monarquía de los Saud–mayoritaria en el sur y en el este de Afganistán, y presente también en el norte y en el oeste. El movimiento político y armado que lleva su nombre atrajo en un primer momento a los afganos, porque prometía estabilidad. Su primer líder, el mulá Mohamed Omar, clérigo y excombatiente durante la era soviética, fue a su modo el Jomeini afgano: se proclamó 'comandante en jefe de los creyentes', e impuso un régimen clerical de terror durante los años que gobernó en Kabul. Ahora, después de todos estos años, desde el 2001, vuelven ante la caída de un gobierno corrupto sostenido por EEUU. No es que antes la situación fuera buena, pero ahora será peor.

En definitiva, millones de mujeres afganas serán condenadas a un régimen de terror inhumano: violaciones en manada, torturas, asesinatos. Solo por ser mujer.

Normas

Las mujeres afganas serán obligadas a usar el burka en todo momento, ya que según las creencias de los talibanes “el rostro de una mujer es una fuente de corrupción” para los hombres que no estén relacionados con ellas. No pueden salir a la calle, sin burka y sin acompañamiento. Las mujeres no pueden salir de sus casas sin un “mahram” (pariente cercano), tienen totalmente prohibido caminar solas, ir en bicicleta, moto, taxi o autobús.

La educación está prohibida para las mujeres. No pueden ir ni a escuelas, ni universidades. Por lo cual, muchas se organizan para ir a escuelas clandestinas, totalmente secretas.

En cuanto a su salud no se le permite a ningún médico varón tocar el cuerpo de una mujer con el pretexto de consulta. En Kabul, se instalaron muchas clínicas clandestinas, pero de muy malas condiciones.Muchas mujeres mueren por la prohibición de no ser atendidas.

Las mujeres tienen prohibido hablar en voz alta en público, ya que ningún extraño debe escuchar la voz de una mujer. No pueden usar tacones, ya que los pueden “excitarse” con el ruido de pasos. Tienen prohibido asomarse a los balcones o ventanas para no ser vistas, practicar deportes, ir a baños públicos, fotografiarlas o filmarlas

Casamientos forzados de mujeres y niñas

Otra de las violaciones de libertades que comenten los talibanes es que obligan a casarse a las mujeres (y niñas) con los combatientes en matrimonios forzados, algo que los talibanes niegan y califican de "propaganda falsa"”.

Pero sabemos, según el periódico Público del 15/08 que en julio y en las provincias de Badakhstan y Takhar, los líderes talibanes locales pidieron a los líderes religiosos de la zona que redactaran una lista con las mujeres mayores de 15 años y con las viudas menores de 45 años para casarlas con combatientes. “Se reparten a las mujeres como botín de guerra, las violan y las azotan en público por sorprenderlas sin burka. Mientras, los niños son reclutados a la fuerza como soldados. Ese será el destino que nos espera si cae en sus manos nuestra ciudad”, dice Sara, mujer atrapada en Afganistán ² . El plan de los talibanes prevé reeducar a esas mujeres en el islam que ellos profesan.³

"Cuando los talibanes tomaron los distritos de Saighan y Kahmard, entraron en todas las casas por la fuerza y contaron el número de vestidos para saber cuántas mujeres vivían en cada casa". Cuentan que los talibanes se llevan a las mujeres y a las niñas a la fuerza. Prefiero que mis hijas mueran de una manera digna antes de que caigan en sus manos.” ⁴

Castigos

Si incumplen alguna de estas medidas son castigadas con violaciones, lapidaciones, torturas, mutilaciones, latigazos, asesinatos. Incluso, muchas veces, los castigos a las mujeres se exhiben en estadios llenos.

Desde la Plataforma Seneca Falls y el Grupo de Trabajo Mujer de la AEE nos solidarizamos con Afganistán, sus mujeres y niños y denunciamos la situación de las mujeres que, por el simple hecho de serlo, "suman una crueldad intolerable y adicional a la que padecen los afganos de cualquier condición". Y hacemos un llamamiento a la más poderosa herramiento que tenemos los creyentes: la oración ante el altar del Dios Todopoderoso.

Invitamos también a firmar el siguiente documento internacional de denuncia, elaborado por un grupo de mujeres periodistas: Rosa Montero, Maruja Torres, Soledad Gallego Díaz y Gabriela Cañas.

Notas

1 Manifiesto líderes religiosos contra la violencia de género, aquí.

2 "Prefiero que mis hijas mueran antes que caer en manos de los talibán", en eldiario.es

3 Se restaura el régimen talibán, las mujeres afganas vuelven a la casilla cero, en Público.

4 "Prefiero que mis hijas mueran antes que caer en manos de los talibán", en eldiario.es