Evangelizar es enseñar el camino de la salvación eterna, a la vez que mostramos esa salvación que también se da en Jesús en nuestro aquí y nuestro ahora en forma de redención.
Todos los veranos suelo escribir un artículo sobre evangelización. No quiero perder la costumbre, aunque es el tema que más malentendidos me causa por diversas tradiciones y costumbres estancas. Debo seguir tratando el tema asumiendo mis limitaciones, pues es un asunto transversal en todo el quehacer cristiano, independientemente de la confesión cristiana a la que se pertenezca.
Yo he evangelizado, tanto desde mi iglesia como desde Misión Urbana, y sé que toda forma de evangelización es útil y capaz de acercar las personas a Dios, porque no es el hombre el que convierte o cambia a los que escuchan, sino Dios. No obstante, siempre es bueno mostrar nuevas perspectivas que nos pueden animar y ampliar nuestra visión del hecho evangelizador.
Me llamó un poco la atención el que, hace dos domingos, pude ver al cantante de coritos Luis Alfredo que, si no me equivoco, otrora cantara en ámbitos evangélicos, que estaba tocando su guitarra y cantando en el programa católico que viene después de los programas religiosos de otras confesiones no católicas entre la que están los evangélicos.
Cantaba todos esos coritos que han sido tan conocidos desde los años setenta y, lógicamente, cantados en las iglesias evangélicas. Yo pensé que, en el fondo, lo importante era que sonaran esas músicas y esas letras, independientemente del ámbito confesional desde donde se cantaran. Seguro que había efecto evangelizador en todo ello. Sin duda que, en estos momentos, las confesiones religiosas se quedan en un segundo plano ante la grandeza de una evangelización sin límites confesionales. Es sobre lo que quería reflexionar.
Y es que hay que tener cuidado, porque no hemos de evangelizar, creo yo, únicamente pensando en hacer creyentes para nuestra confesión religiosa, para llenar nuestras iglesias protestantes, ni tampoco una evangelización desde el punto de vista estrictamente confesional, porque, sin duda, la evangelización del mundo supera todos estos parámetros. No hemos de buscar hacer convertidos con el único objetivo de encuadrarlos en el ámbito de las cuatro paredes de nuestra iglesia o en nuestro espacio confesional. En la evangelización hay que ensanchar la mirada, ampliar la visión.
Ahora viene a mi mente una de las personas que más han viajado por toda España sin perder nunca de vista su afán evangelizador. Yo creo que es lógico que Decisión y Juan Blake, visto con la perspectiva de los años, vengan a mi mente al hablar de evangelización, pues han sido casi la única agencia misionera actuando en España en el campo de la evangelización. Valoro enormemente el ejemplo de Juan Blake, con el que he tenido el privilegio de compartir con él en muy diferentes ambientes y reuniones. Un hombre sencillo y sin prepotencia alguna con quien era un placer relacionarse. Un ejemplo.
Sin embargo, recuerdo a este misionero norteamericano hablando de los pueblos de España en los que no había creyentes. En algunos espacios, desplegaba unas tiras de papel con unos listados de pueblos en los que no había ningún creyente, cero testimonio cristiano. Siempre me llamó la atención que se citaran pueblos de España sin creyentes cristianos, pero, rápidamente, yo tenía que comprender que él entendía por creyentes a aquellos convertidos evangélicos o protestantes, y por testimonio cristiano entendía el que hubiera allí personas con testimonio de su misma confesión religiosa evangélica. Aunque veo en esto una visión un tanto limitada y sin el alcance necesario que necesita toda evangelización, es lo que hubiera hecho en aquel momento cualquier evangélico español. Nada que criticarle. Era el ambiente evangélico en aquellas épocas. Quizás podamos ir ampliando la visión.
La evangelización, aunque parta de filas evangélicas o protestantes, debe tener una visión mucho más amplia, comunitaria, social, humanitaria, de compromiso con la sociedad, con la cultura y con la historia, superando los límites confesionales. También, valorar el hecho de que en otras confesiones cristianas puede haber creyentes nacidos de nuevo. Si no, nos esteremos equivocando, no mejoraremos la comunidad en la que estamos insertos. Puede parecer que estamos trabajando para introducir algunos miembros más, intramuros de nuestras iglesias protestantes. Los evangélicos deberíamos ampliar la visión evangelística que, quizás, está poco trabajada en nuestro país España que es el lugar en donde Dios nos ha puesto.
Por tanto, no nos encerremos en una evangelización que únicamente tenga el objetivo de conseguir almas que se integren en nuestros ámbitos más o menos cerrados. La evangelización, además de la comunicación del mensaje de salvación para el más allá, debe tener en cuenta también la promoción humana, la evangelización de las culturas con nuevos valores en contracultura con los valores sociales antibíblicos, la búsqueda del bien común pensando fundamentalmente en esa salvación que, también, en forma de liberación, necesitan tantísimas personas presa del egoísmo humano, de las acumulaciones, de las marginaciones en forma de desiguales repartos de las riquezas del planeta tierra, la preocupación por los humildes, por los sencillos, por los últimos. En fin, la comunicación de los valores del Reino, que leudan toda la masa social, económica y cultural de nuestros entornos. Quizás, como lo hacían los profetas, como lo hacía Jesús mismo.
Evangelizar, por tanto, es un fenómeno que va mucho más allá de llenar nuestros atrios eclesiales. Es intentar evangelizar las culturas, transformar con el Evangelio los valores sociales injustos, esos que conforman en el mundo las estructuras de poder marginantes y las estructuras demoníacas de pecado. Es intentar trabajar por el prójimo, por redimirlo, por enseñarle el camino de la salvación eterna, a la vez que les mostramos esa salvación que también se da en Jesús en nuestro aquí y nuestro ahora en forma de redención o liberación de las injusticias e impiedades por las que el hombre pasa a causa del egoísmo y el pecado de muchos.
Todo eso supera los ámbitos confesionales y sobrepasa el que pensemos solamente en nuestras iglesias protestantes, aunque se pueda entender el hecho de querer conseguir nuevos miembros y verla de manera cuantitativa, aunque, quizás, eso sea algo secundario. Yo, en ocasiones, también he evangelizado desde esos parámetros tradicionales con mi iglesia.
Sin embargo, hoy yo quería transmitir esta visión de mucho mayor alcance, entendiendo que también puede haber creyentes y personas nacidas de nuevo en el ámbito de otras confesiones religiosas cristianas a los que deberíamos tener en cuenta, así como a todo el conjunto social al que hemos de leudar con la levadura del Evangelio. Sí. La evangelización no tiene límites confesionales ni corralitos cerrados en donde guardar a los que se insertan en nuestra confesión religiosa o denominación. Es algo mucho más amplio. Los límites de la evangelización no se pueden encerrar en los límites de mi confesión religiosa.
La conmemoración de la Reforma, las tensiones en torno a la interpretación bíblica de la sexualidad o el crecimiento de las iglesias en Asia o África son algunos de los temas de la década que analizamos.
Estudiamos el fenómeno de la luz partiendo de varios detalles del milagro de la vista en Marcos 8:24, en el que Jesús nos ayuda a comprender nuestra necesidad de ver la realidad claramente.
Causas del triunfo de Boris Johnson y del Brexit; y sus consecuencias para la Unión Europea y la agenda globalista. Una entrevista a César Vidal.
Analizamos las noticias más relevantes de la semana.
Algunas imágenes del primer congreso protestante sobre ministerios con la infancia y la familia, celebrado en Madrid.
Algunas fotos de la entrega del Premio Jorge Borrow 2019 y de este encuentro de referencia, celebrado el sábado en la Facultad de Filología y en el Ayuntamiento de Salamanca. Fotos de MGala.
Instantáneas del fin de semana de la Alianza Evangélica Española en Murcia, donde se desarrolló el programa con el lema ‘El poder transformador de lo pequeño’.
José era alguien de una gran lealtad, la cual demostró con su actitud y acciones.
Celebración de Navidad evangélica, desde la Iglesia Evangélica Bautista Buen Pastor, en Madrid.
Madrid acoge el min19, donde ministerios evangélicos de toda España conversan sobre los desafíos de la infancia en el mundo actual.
Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.
Si quieres comentar o