Hace una generación, Corrie ten Boom era una de las mujeres más famosas del mundo cristiano. El 15 de abril de este año habría cumplido 129 años. También fue el día en que falleció en 1983, después de cinco años silenciosos en coma, en su 91 cumpleaños.

Su editor holandés, Uitgeverij Gideon, informó de que a pesar de la reducción de las ventas en general durante el año de pandemia, las ventas de sus libros habían aumentado. Su autobiografía de 1971, The Hiding Place (El refugio secreto), coescrita con John y Elizabeth Sherrill, estuvo una vez en las estanterías de, literalmente, millones de hogares en todo el mundo. Asimismo, la película del mismo nombre producida por Billy Graham llevó su historia a innumerables hogares, escuelas e iglesias.

Una historia de acoger a judíos, de su encarcelamiento en campos de concentración nazis, de su sorprendente liberación y de su misión mundial de difundir un mensaje de perdón. Si los evangélicos han reconocido a los ‘santos’, ella sería uno de ellos.

Corrie era una escritora de libros incontenible. Cuando tenía 85 años, antes de su última mudanza a California, Romkje y yo la visitamos en su casa cerca de Haarlem y del taller de reparación de relojes de su padre. “Tante Corrie, —le dije— debes estar muy ocupada escribiendo tu nuevo libro”. “¿Mi nuevo libro?”, respondió ella. “¡Mis cinco libros nuevos!”

Sueño

Entre sus muchos títulos, Tramp for the Lord (Marchar por el Señor) cuenta sus viajes después de la guerra compartiendo el mensaje de amor y perdón en unos sesenta países de todo el mundo, en África, Europa occidental y oriental, América, Asia e incluso en la Unión Soviética controlada por los comunistas, Cuba y China.

Defeated enemies (Enemigos derrotados) fue el primero de sus libros que recuerdo haber leído cuando era adolescente, poco después de darme cuenta de la obra del Espíritu Santo. Una prisionera ... y, sin embargo, fue su primer libro, en que relata las experiencias de los campos de concentración que compartió con su hermana Betsy.

Después de regresar a casa del campo de concentración de Ravensbrück, Corrie instaló un centro de rehabilitación en Bloemendaal para otros supervivientes de los campos de concentración. Esto fue para cumplir un sueño que Betsy había tenido en el campo, de establecer un centro de este tipo, decorado con flores de colores que expresaban la creatividad del Creador.

Corrie fue prácticamente la ‘madrina’ de Juventud Con Una Misión en los Países Bajos. Había conocido a la fundadora de JCUM, Loren Cunningham, en sus viajes y estaba encantada con la visión de equipos de jóvenes que hablaban del mismo mensaje de amor y perdón, sin esperar a estar en la segunda mitad de la vida, como ella. “Ojalá fuera una joven”, se le oía exclamar a menudo, “¡para que yo también pudiera ser parte de Juventud Con Una Misión!”

Múnich

Durante los Juegos Olímpicos de Múnich de 1972, Corrie se unió a los mil miembros de JCUM alojados en el castillo de Hurlach, al oeste de la ciudad, la mitad de los cuales viajaban todos los días a los terrenos olímpicos para evangelizar, mientras que la otra mitad se quedaba en el castillo para enseñar con Corrie, Loren y otros.

Su secretaria de 25 años, Ronnie de Graaf, había reclutado a cincuenta participantes holandeses para el evangelismo en la ciudad olímpica, treinta de los cuales pasarían a participar en la misión a tiempo completo. (Puedes escuchar el mensaje de Corrie a los jóvenes de JCUM en la película clásica Revolution of Love, sobre este evangelismo olímpico).

Al año siguiente, con el apoyo de Corrie, Ronnie y otros registraron a JCUM en Holanda, con el nombre de Jeugd met een Opdracht (JmeO). El primer archivador de JmeO fue el armario de ropa de Corrie, donde Ronnie guardaba las tarjetas de dirección mientras su jefe estaba de viaje.

Ronnie acompañó a Corrie al Congreso de Lausana sobre Evangelización Mundial de 1974, donde la mujer de 82 años fue una de las pocas oradoras.

Cuando los hombres se le oponían como mujer y conferenciante, ella solía decir: “Pero solo estoy hablando con las mujeres, si los hombres quieren escuchar a escondidas, ¡está bien!”

Corrie les contó a los 2.500 delegados presentes en el encuentro cómo el Espíritu Santo le había dado la gracia de perdonar a un guardia de la prisión que más tarde conoció en Alemania y que había sido muy cruel con su hermana moribunda.

Dos años más tarde, Ronnie, que había cambiado su nombre a su nombre de nacimiento original, Romkje, le presentó a Corrie a su nuevo amigo para obtener su bendición antes de comprometerse con él. Afortunadamente para el firmante de este artículo, Corrie lo aprobó.