La vivencia de la espiritualidad cristiana está relacionada también con el hecho de tomar conciencia de que somos un pueblo llamado a tener una presencia continua en nuestra sociedad.
La vivencia de la espiritualidad cristiana no consiste solamente, por importante que sea, en dedicar algunas horas a la semana para reunirse en los templos a alabar, escuchar la palabra y orar. Tampoco consiste en prolongar esas vivencias dedicando algunos momentos al día para un devocional diario o, en su caso, algunos momentos de oración. Es algo más que está en relación con nuestra forma de vivir, nuestras prioridades, nuestros compromisos con el prójimo, nuestro servicio y entrega a los que sufren por cualquier causa, el ser las manos y los pies del Señor en medio de un mundo de dolor.
La vivencia de la espiritualidad cristiana está relacionada también con el hecho de tomar conciencia de que somos un pueblo llamado a tener una presencia continua en nuestra sociedad a través de la búsqueda de la justicia, la denuncia de los despojadores y opresores, la evangelización de las culturas con nuevos valores y, más o menos, todos sabemos cuáles son los valores del Reino que irrumpen en nuestra historia con la venida de Jesús y, en general, todos los valores bíblicos que deben cambiar las situaciones malas, injustas, despreciadoras del prójimo más débil, empobrecedoras de tantos y tantos coetáneos nuestros, mientras que otros tienen superabundancia de bienes y servicios, de capacitación, uso de la medicina, del ocio y del consumo.
Pues bien, los que desean vivir la espiritualidad cristiana en toda su integralidad, deben, de alguna manera, buscar identidad profética. Jesús entroncó con los profetas y, nosotros, no debemos ser solamente consumidores de liturgia y personas que ofrecen alabanzas y oraciones de espaldas al prójimo que sufre. Eso no sería vivir la autenticidad de la espiritualidad cristiana. La espiritualidad cristiana debe mostrar vías de esperanza que no se producen solamente en medio de las liturgias del templo, sino que muestre que es una espiritualidad que puede cambiar el mundo con sus situaciones de injusticias, sus estructuras sociales, económicas y de pecado, a través de la acción misericordiosa, la práctica de la justicia y la vivencia de una fe viva que actúa a través del amor.
Así, los que viven la espiritualidad cristiana, deberían ser en medio del mundo un pueblo con una misión, ejerciendo una función tanto espiritual como social, un pueblo que no se preocupe solamente de su grande o pequeña parcela eclesial o de sus rituales religiosos, sino que tengan una voz profética capaces de, en alguna manera, liderar a los pueblos, que tengan una voz de denuncia que, en el fondo, sea la voz de Dios a favor de su pueblo y que, siguiendo los parámetros bíblicos, tengan una visión y una acción especial a favor de los pobres, las viudas y los extranjeros que son los prototipos bíblicos de todos los marginados y sufrientes del mundo por causa de las injusticias y de la opresión de los fuertes sobre los débiles.
Todo esto, que es algo totalmente bíblico y que más que doctrina es vida bíblica, muchas veces no lo tratamos porque nos gusta más la comodidad del templo y el goce de estar en relación con los hermanos que, para muchos, son aquellos que participan de los mismos rituales cúlticos, aunque den la espalda al grito de los marginados de la tierra. Los valores del Reino no están orientados hacia lo metahistórico, hacia el más allá, sino que están arraigados en nuestra historia, en medio de las problemáticas de los hombres pidiendo justicia, acción solidaria, misericordia y fe viva que obre a través del amor.
¿Por qué los cristianos de hoy no leemos más a Isaías, Amós, Oseas y otros profetas que eran hombres motivados por Dios con una visión esperanzadora que les llevaba a la denuncia de todo mal y, fundamentalmente, hacia los que abusan de los pobres, los que no practican justicia ni ejercen misericordia, denuncian a los ladrones no solamente de bienes, sino de dignidad, a los acumuladores del mundo y a aquellos que tienen en sus mesas la escasez de los pobres.
Pues bien, la vivencia de la espiritualidad cristiana no consiste solamente en búsquedas de bendiciones espirituales para uno mismo y sin ninguna conciencia social. Se necesita adquirir algo de identidad profética en la vivencia de la espiritualidad cristiana, que creen una nueva conciencia, un nuevo concepto de la solidaridad cristiana comprometida con los pobres y sufrientes del mundo. ¿No es esto el Evangelio? ¿Creéis que, acaso, esto se reduce a un evangelio social? Pues no, es parte esencial del Evangelio de la gracia y de la misericordia de Dios. Señor: da identidad profética a tu pueblo.
La conmemoración de la Reforma, las tensiones en torno a la interpretación bíblica de la sexualidad o el crecimiento de las iglesias en Asia o África son algunos de los temas de la década que analizamos.
Estudiamos el fenómeno de la luz partiendo de varios detalles del milagro de la vista en Marcos 8:24, en el que Jesús nos ayuda a comprender nuestra necesidad de ver la realidad claramente.
Causas del triunfo de Boris Johnson y del Brexit; y sus consecuencias para la Unión Europea y la agenda globalista. Una entrevista a César Vidal.
Analizamos las noticias más relevantes de la semana.
Algunas imágenes del primer congreso protestante sobre ministerios con la infancia y la familia, celebrado en Madrid.
Algunas fotos de la entrega del Premio Jorge Borrow 2019 y de este encuentro de referencia, celebrado el sábado en la Facultad de Filología y en el Ayuntamiento de Salamanca. Fotos de MGala.
Instantáneas del fin de semana de la Alianza Evangélica Española en Murcia, donde se desarrolló el programa con el lema ‘El poder transformador de lo pequeño’.
José era alguien de una gran lealtad, la cual demostró con su actitud y acciones.
Celebración de Navidad evangélica, desde la Iglesia Evangélica Bautista Buen Pastor, en Madrid.
Madrid acoge el min19, donde ministerios evangélicos de toda España conversan sobre los desafíos de la infancia en el mundo actual.
Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.
Si quieres comentar o