Carolina Bueno

Una mujer salió derrotada en las elecciones que tuvieron lugar el pasado día 4 en la comunidad de Madrid, Inés Arrimadas, de Ciudadanos, a quien ha arruinado la carrera Albert Rivera. Otras tres fueron triunfadoras: Isabel Ayuso, del Partido Popular, Mónica García, de Más Madrid, y algo anticipada en el tiempo, Carolina Bueno, de la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España (Ferede).

El pasado 22 de marzo la Asamblea General de Ferede fue convocada para elegir a la próxima secretaria o secretario ejecutivo en la sustitución de Mariano Blázquez a partir del próximo año. Competían por el cargo un hombre y una mujer, Carolina Bueno y Jesús Pedrosa. El Espíritu Santo iluminó a los asistentes y tal como ocurre con los papas, hubo fumata blanca a favor de la mujer, quien obtuvo una muy amplia mayoría de votos. Bien hecho.

Carolina Bueno tiene un curriculum tan impresionante, tan amplio que me veo obligado a concederle muchas líneas en este artículo para Protestante Digital y cuya difusión con buenas intenciones autorizo sin más trámites.

Es licenciada en Derecho por la Universidad Autónoma de Madrid. Cuenta con cursos de Doctorado en Derechos Fundamentales realizados en la madrileña Universidad Carlos III. Abogada en ejercicio colegiada en el ilustre Colegio de Abogados de Madrid. Desde el año 2002 viene ejerciendo como responsable del Servicio Jurídico de la Ferede. En calidad de asesora legal ha obtenido laureles de éxitos pleiteando a favor de las Iglesias evangélicas en Bilbao, en Madrid y en distintas instituciones en defensa de la libertad religiosa. Desde el año 2002 trabaja como asesora de autoempleo en la dirección general de la mujer y en el Instituto de Formación y Estudios Sociales. Ha participado como ponente en los siguientes cursos y jornadas: 

– Asistencia religiosa evangélica en las Fuerzas Armada.

– La libertad religiosa de los protestantes en España.

– Minorías religiosas y étnicas.

– I Jornada de delito de odio

– Jornada de formación para iglesias y entidades religiosas.

–Transparencias en las entidades evangélicas en España.

- Libertad religiosa en tiempos de Covid 19.

Desde su conversión a Cristo hace 22 años ha estado activa en los Grupos Bíblicos Universitarios. Actualmente es miembro de la Iglesia Agua de vida, donde es maestra en la Escuela Dominical y voluntaria activa en la ONG de la Iglesia.

Carolina Bueno está casada y es madre de una niña de 13 años y un niño de 9. En referencia a su vida espiritual, dice: “Día a día continúo caminando y aprendiendo a los pies del Maestro”.

El 22 de noviembre de 1994 la Ferede tributó un cálido homenaje a José Cardona, desde abril de 1960 secretario de la Comisión de Defensa Evangélica de España y más tarde de la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España. El homenaje incluía una cena que tuvo lugar en los salones del Hotel Intercontinental. Asistieron 184 personas. En la mesa presidencial que ocupábamos organizadores y oradores estaba Mariano Blázquez, quien acababa de ser elegido para ocupar la vacante dejada por Cardona.

Por aquellos días escribí que el joven abogado Blázquez heredaba una tarea pesada. Exigía entrega total y espíritu de sacrificio. Defender los derechos de los evangélicos en tiempos difíciles para nosotros. Vigilar el cumplimiento de la libertad religiosa. Estar atado al teléfono durante horas. Recibir en su despacho visitas que llegaban sin previo aviso, cada cual con su problema. Invasión de la intimidad familiar con llamadas telefónicas a tiempo y a destiempo. Pero Mariano estaba dispuesto y totalmente entregado a la causa que había aceptado y lo soportó todo.

A esta causa, la defensa legal de las Iglesias y de sus miembros, Blázquez ha dedicado los mejores 27 años de su vida. No ha sido un tiempo fácil. Su salud se ha visto afectada. Pero ha puesto en el trabajo fuerza, voluntad, inteligencia. Recién elegido secretario ejecutivo, Pedro Tarquis le preguntó en una entrevista para Restauración: “¿Te consideras el sucesor de José Cardona?”. Respondió Blázquez: “¡No! Don José Cardona ha cubierto una etapa histórica y no se puede suceder a la Historia”. La ha sucedido, la ha mejorado, la ha renovado, actualizándola.

El protestantismo español debe mucho a Mariano Blázquez. Si se me permite hacerlo, yo le levanto un monumento de gratitud en mi corazón.

Ahora el testigo pasa a Carolina Bueno. Con la experiencia que me otorga haber sido varios años presidente de la Comisión de Defensa, otros años presidente de la Ferede, y atento a los acontecimientos religiosos y sociales en dos artículos semanales de prensa que escribo para Protestante Digital, vislumbro que Carolina Bueno tiene ante sí una tarea nada fácil. Compleja.

Primero estamos nosotros, la casa, obligados por imperativos del profeta a ensanchar el sitio de nuestra tienda, a mirar al otro lado de las cortinas. Cosa que no estamos cumpliendo o cumpliendo a medias.

El protestantismo español al que Carolina Bueno va a dedicar su vida tiene más problemas que soluciones. Necesita conocer más a fondo las inquietudes que afectan psíquicamente a hombres y a mujeres en esta sociedad desquiciada del siglo XXI. Revisar y poner al día el papel de la mujer en la Iglesia. Cuando las mujeres están ocupando puestos importantes en absolutamente todos los estamentos de la sociedad moderna, las mujeres evangélicas no pueden ni deben quedar reducidas a enseñar a niños o cuidar la limpieza del local de cultos.

Hay que prestar más atención a los jóvenes. Detener esa sangría de jóvenes bautizados que abandonan las iglesias.

Estudiar nuevas formas de evangelización. Hemos ensayado todos los métodos posibles para evangelizar: campañas evangelísticas con predicadores más o menos famosos a los que creíamos capaces de dar vida a iglesias muertas. Y no. No lo hicieron. Contratamos espacios en emisoras comerciales de radio, lanzamos al aire nuestras voces, con apenas resultados.

Imprimimos folletos que distribuimos gratuitamente. Hoy nadie los acepta.

Se ha perdido el sentido de la unidad interconfesional. Hay denominaciones que atacan a otras. Otras que, como dirían los niños en el patio de recreo, no quieren juntarse con los demás. Se ha perdido el sentido de hermandad colectiva o hermandad espiritual entre aquellos que creen en un mismo Cristo y practican una misma fe.

Tarea imprescindible es descargar el trabajo de la Ferede. Sería conveniente ofrecer a los pastores una serie de cursos que les ayudaran a enfrentar los problemas de las iglesias y resolverlos por ellos mismos.

Nuestros problemas no se reducen a los expuestos. Es que estoy obligado a medir la extensión de los artículos. Con frecuencia me paso.

En la parábola de Isaías hay una mirada hacia dentro, la tienda y sus cortinas, y otra mirada hacia fuera, alargar las cuerdas de la tienda, reforzar las estacas. Es lo que toca hacer a Carolina Bueno.

En octubre de 1992 las iglesias representadas en la Ferede firmaron una serie de Acuerdos con el Estado. Como entonces escribí, los Acuerdos los firmamos con el Estado, no con la sociedad. En la sociedad española hemos penetrado poco. Y ahí está nuestro desafío.

Los medios de comunicación, tanto particulares como los que pertenecen a la administración del Estado, nos ignora. El protestantismo español produce más noticias y de más calidad que la mayoría de grupos heterogéneos que están a diario en las pantallas de televisión y en las páginas de los periódicos. Pero no se nos tiene en cuenta. Somos discriminados por la misma sociedad a la que queremos servir.

Carolina Bueno, sea usted bienvenida a la secretaría ejecutiva de la Ferede. Ha asumido una responsabilidad de servicio a Dios que supone el contacto diario con seres humanos, animales de difícil trato. No desmaye. Muchos de nosotros estaremos a su lado cuando nos necesite. Nuestras oraciones no le faltarán.