Con el paso del tiempo y con total seguridad, será factible no sólo afirmar que no es malo lo malo sino que lo malo es bueno. Es el discurso que tergiversa la realidad.
Uno de los grandes mitos que el cine se ha encargado de divulgar ha sido el legendario personaje de Robin Hood, el bandido inglés que robaba a los ricos para dárselo a los pobres. Aunque se han hecho muchas versiones cinematográficas del relato, algunas bien recientes, probablemente la más clásica sea la que interpretó Errol Flynn, allá en 1938. El personaje de Robin siempre ha resultado atractivo y simpático, precisamente porque su propósito parece bueno, aunque sus medios no lo sean.
Pero la idea del ladrón elevado a la fama no se agota con este personaje, existiendo en España toda una lista de nombres que lograron prominencia y han dejado huella en la historia. Uno de los lugares más famosos que hay en Madrid como reclamo de turistas es el restaurante Las Cuevas de Luis Candelas, así llamado en honor del bandolero que en la primera parte del siglo XIX se haría famoso por sus asaltos y robos, siendo su escondite tras sus fechorías el lugar donde hoy se halla el restaurante.
Otro de los bandoleros más famosos, pero en Andalucía, fue José María ‘el Tempranillo’, que también vivió en la primera parte del siglo XIX, cuyas andanzas y aventuras en Sierra Morena corrían de boca en boca, trayendo en jaque a las autoridades, dejando asombrados no sólo a sus contemporáneos nacionales sino también a los visitantes extranjeros. Tanto a Luis Candelas como a José María ‘el Tempranillo’ les unió el hecho de morir muy jóvenes, el primero ajusticiado y el segundo en una violenta escaramuza, con lo cual la aureola de lo épico la tuvieron asegurada. Ambos empleaban argumentos para justificar sus fechorías, como que la riqueza estaba muy mal repartida, porque siempre lo malo procura presentarse con una tarjeta amable, que blanquee lo que es más negro que el azabache. Es el discurso que tergiversa la realidad.
Pero pretender que lo malo sea bueno no es solamente una cuestión a la que han recurrido personajes que vivieron abiertamente fuera de la ley, sino que es un asunto demasiado importante como para que no echen mano del mismo los que pretenden cambiar el pensamiento y las costumbres. La dificultad reside en que mientras la ley y una mayoría reprueben lo malo como malo y aprueben lo bueno como bueno, no tendrán ninguna opción, de ahí que por todos los medios tengan que recurrir a trastocar la legalidad, para de esa manera conseguir sus designios. Para ello se hace necesario cambiar la forma de pensar de las masas sobre el punto que interesa modificar, siendo los medios de comunicación el vehículo que va a efectuar el trabajo. La repetición constante, pero variada, de la idea, unas veces subliminalmente y otras explícitamente, acabará por dar sus resultados, porque con tiempo y constancia se lograrán vencer las reticencias, llegando al punto de ser afable y atrayente lo que antes era repugnante. La educación de las nuevas generaciones también será factor primordial, por lo que la escuela se puede convertir en laboratorio donde efectuar los ensayos que conduzcan al fin deseado. Tal vez la generación más envejecida sea impermeable a los cambios, aunque ni en ese segmento de la población hay que dar la batalla por perdida, pero como por ley natural está abocada a la desaparición a corto plazo, no será un obstáculo mayor.
Y de esta forma, con el paso del tiempo y con total seguridad, será factible no sólo afirmar que no es malo lo malo sino que lo malo es bueno. Afirmación que no será hecha por bandoleros armados con trabucos sino por respetables personas, que se mueven en las esferas de la influencia y el poder. Es el discurso que tergiversa la realidad.
Hay un tweet de Dios que dice lo siguiente: ‘El que roba a su padre o a su madre y dice que no es maldad, compañero es del hombre destruidor.’ (Proverbios 28:24). El texto nos presenta no a un romántico ladrón, como los bandoleros españoles y Robin Hood, sino a un rufián en toda su extensión, porque a quien está robando es a su padre y a su madre. No es a un Estado impersonal, ni a ricos desconocidos, ni a enemigos o adversarios, ni a un gobierno corrupto. Ni siquiera son objeto de su delito parientes o amistades. Lo son sus mismos progenitores, las personas que le dieron la vida y que se ocuparon de criarlo, aquellas de las cuales está escrito: ‘Honra a tu padre y a tu madre’. El solo hecho de robarles a ellos, ya indica la calaña del sujeto, su vileza y ruindad.
Pero el texto añade que el sujeto no sólo efectúa tan miserable acción, sino que además tiene la osadía de afirmar que tal cosa no es maldad. He aquí el discurso que tergiversa la realidad. Es un discurso en el que las palabras pretenden razonar lo irrazonable, embellecer lo abominable y fortalecer lo deleznable. El tweet continúa exponiendo la verdadera naturaleza del que obra de esa manera, al denominarlo ‘compañero del hombre destructor’. Es decir, colega del que arruina y corrompe.
Tergiversar la realidad mediante el discurso es una tarea a la que muchos están entregados hoy. Pero el dictamen del tweet de Dios sobre los que lo hacen sigue siendo el mismo ahora, igual que ayer.
La conmemoración de la Reforma, las tensiones en torno a la interpretación bíblica de la sexualidad o el crecimiento de las iglesias en Asia o África son algunos de los temas de la década que analizamos.
Estudiamos el fenómeno de la luz partiendo de varios detalles del milagro de la vista en Marcos 8:24, en el que Jesús nos ayuda a comprender nuestra necesidad de ver la realidad claramente.
Causas del triunfo de Boris Johnson y del Brexit; y sus consecuencias para la Unión Europea y la agenda globalista. Una entrevista a César Vidal.
Analizamos las noticias más relevantes de la semana.
Algunas imágenes del primer congreso protestante sobre ministerios con la infancia y la familia, celebrado en Madrid.
Algunas fotos de la entrega del Premio Jorge Borrow 2019 y de este encuentro de referencia, celebrado el sábado en la Facultad de Filología y en el Ayuntamiento de Salamanca. Fotos de MGala.
Instantáneas del fin de semana de la Alianza Evangélica Española en Murcia, donde se desarrolló el programa con el lema ‘El poder transformador de lo pequeño’.
José era alguien de una gran lealtad, la cual demostró con su actitud y acciones.
Celebración de Navidad evangélica, desde la Iglesia Evangélica Bautista Buen Pastor, en Madrid.
Madrid acoge el min19, donde ministerios evangélicos de toda España conversan sobre los desafíos de la infancia en el mundo actual.
Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.
Si quieres comentar o