Hemos de arrojar nuestro pasado, bueno o malo, al abismo y asegurarnos que está bien muerto.
Empecemos la casa por los cimientos.
Vayamos al origen de esta historia, desgraciada por muchos conceptos.
Lot era hijo de Haran, a su vez hermano de Abraham, por tanto, sobrino del primer patriarca.
Hombre ya, se convirtió en dueño de un importante número de ganado. Los hombres que trabajaban al servicio de Abraham y los que trabajaban para él se dedicaban al pastoreo trashumante. Continuas peleas entre los pastores de uno y otro decidieron la separación de las dos familias.
Lot se instaló en Sodoma, sin importarle la degeneración moral de esta ciudad y de la vecina Gomorra. Génesis 19:1 dice que: “Lot estaba sentado a la puerta de Sodoma”. Con esto da a entender que el sobrino de Abraham era uno de los hombres importantes de la ciudad, tal vez juez, puesto que formaba parte del grupo de dirigentes locales que tenía asiento en las puertas de las ciudades, donde acudía la gente para exponer y solucionar sus problemas.
Esto nos permite algunas reflexiones respecto a la esposa: ¿Estaba enterada de que su marido había instalado a la familia en una ciudad de corrupción moral? Aunque las mujeres casadas tenían escasas posibilidades de decidir, ¿aconsejó al marido sobre la peligrosidad de aquel lugar? ¿Trató de influir en él para que cambiara de opinión? ¿Le hizo ver que con dos hijas jóvenes Sodoma no era la ciudad más indicada para vivir?
Un día, sentado Lot a la puerta de Sodoma, llegan dos ángeles que en la escena actúan como hombres. Aparecen como representantes de Jehová. La cortesía oriental pedía que todos se apresurasen a ofrecer hospitalidad a los forasteros. Lot se acerca a ellos y les brinda su casa. Entonces se desarrolla el drama. Los hombres de la ciudad rodean la casa y piden a Lot que les entregue a los hombres para sodomizarlos. Lot tenía dos hijas. Estaban casadas, puesto que Génesis 19:12 habla de yernos. Entre todos no podían contener a la turba de desalmados, ávidos de sexo anal. El argumento de Lot para defenderse de aquellos hombres ha dado lugar a muchas opiniones negativas entre los comentaristas del Génesis: “Tengo dos hijas que no han conocido varón; os las sacaré fuera y haced de ellas como os pareciere”.
Lot habla de hijas vírgenes. En otro lugar se menciona a sus yernos. Se ha pretendido explicar esta aparente contradicción diciendo que, aunque los supuestos yernos vivían en la casa, aún no estaban legalmente casados.
¿Tenía derecho Lot a disponer de sus hijas y dejarlas a manos de aquellas fieras? ¡Las habrían despedazado! San Agustín trata de disculpar a Lot diciendo que estaba en estado de turbación ante la invasión de los sodomitas.
El gesto de Lot resulta desconcertante. La ley paterna debería haber sido para él más importante que la ley de la hospitalidad. Aquí tenemos, una vez más, el poco aprecio que se tenía a la mujer en aquellos tiempos.
Los enviados de Jehová intervienen. Hieren con ceguera a las fieras humanas y ordenan a Lot: “Escapa por tu vida; no mires tras ti, ni pares en toda esta llanura; escapa al monte, no sea que perezcas”. (Génesis 19: 17).
La historia inspirada da a entender que sólo escaparon de Sodoma Lot, la mujer y sus dos hijas. No se sabe qué pasó con los supuestos maridos o prometidos. ¿Perecieron también ellos cuando Jehová destruyó con azufre y fuego la ciudad?
Los cuatro huyeron hacia una pequeña ciudad situada en el monte llamada Zoar. Siguiendo el consejo de los ángeles corrieron con la mirada puesta al frente. “Entonces la mujer de Lot miró atrás, a espaldas de él, y se volvió estatua de sal”. (Génesis 19: 26).
La mujer de Lot es la protagonista principal de la historia. Ella ha inspirado este artículo. ¿Qué le motivó mirar atrás?
San Pablo diría que en aquella huida la mujer seguía con la mirada puesta en las cosas que se ven, que son temporales, en lugar de fijarla en las que no se ven, que son eternas, como el milagro que habían efectuado los ángeles.
Entre la Sodoma que abandonaban y la Zoar que vislumbraban había sólo una hora de camino. Cuando el texto bíblico dice que la mujer de Lot “miró a espalda de él”, da a entender que ella iba rezagada. Tal vez recordaba la buena vida que había disfrutado en Sodoma, donde el marido era un hombre importante y rico. La mujer, mientras caminaba hacia Zoar miró hacia atrás pensando en aquellos días vividos en Sodoma, donde los habitantes “comían, bebían, compraban, vendían, planeaban, edificaban”. (Lucas 17: 28).
Cuando uno de los ángeles libertadores dijo a Lot “escapa por tu vida; no mires atrás de ti”, la familia estaba ya “fuera de la ciudad”; por tanto, ella escuchó el consejo divino al igual que su marido y sus hijas. No podía alegar ignorancia.
¿En qué consistía la estatua de sal en la que quedó convertida la mujer de Lot? De ella hablan muchos autores que estudian el Génesis. Sitúan la historia en los montes de sal que existen sobre la parte suroeste del mar Muerto. La tradición árabe actual ha transportado el recuerdo de la mujer de Lot a la playa oriental, cerca de la península de El Lisan. Los elementos atmosféricos han dado formas muy caprichosas a algunos picos que avanzan hacia el lago. Una de las figuras muy curiosas representa la silueta de una mujer, que hasta ahora lleva el nombre de Mart Lut, mujer de Lot.
La principal lección que nos enseña el incidente de la mujer de Lot es que no debemos mirar al pasado. Hemos de arrojar nuestro pasado, bueno o malo, al abismo y asegurarnos que está bien muerto. Decía Nietzsche que hemos de tener la fuerza de romper el pasado y de aniquilarlo. Olvidarnos del pasado y poner nuestra mirada en lo que tenemos delante. Siempre adelante.
Huyendo de Sodoma Lot se refugió con sus dos hijas en la cueva de un monte.
Allí tiene lugar uno de los incestos más culpables que señala la Biblia. Las hijas de Lot, creyendo que no quedaban hombres de su raza y religión, no queriendo contraer matrimonio con paganos, deciden engendrar hijos de su propio padre. Una noche le dieron a beber vino y la mayor mantuvo relaciones sexuales con él. La noche siguiente fue el turno de la menor, realizando la misma operación.
¿A quienes culpamos? ¿A las hijas, que sólo pretendían la perpetuación de la raza? ¿Qué hacemos con Lot? ¿Era consciente de lo que ocurría? ¿Hasta que punto un borracho pierde el sentido de la realidad? ¿Y puede un borracho mantenerse lo suficientemente viril para estar con dos mujeres vírgenes en el plazo de 24 horas? ¿Se dejó Lot emborrachar dos veces en contra de su voluntad? Cometido el primer incesto, ¿no tuvo un tiempo de lucidez para haber evitado el segundo?
Son sólo preguntas.
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