Imaginación

  Cuando John Lennon pronunció la frase, se desató tal escándalo que muchos no sólo dejaron de escuchar las canciones de los Beatles, sino que incluso quemaron públicamente sus discos. El cantante había mencionado en una entrevista que los Beatles eran más importantes que Jesucristo. Aún a pesar de lo que la frase pueda parecer, lo que John trataba de explicar era una advertencia a la iglesia de ese momento, en el sentido de que ellos tenían mucha más influencia en los jóvenes, por lo que la iglesia no había sabido estar a la altura de los acontecimientos. 

Si ese era el sentido de la frase, la verdad es que tenía bastante razón: Justin Bieber, Kate Perry, Taylor Swift, Messi, Neymar o Lebron James por poner sólo algunos ejemplos son mucho más importantes para los jóvenes de hoy e influyen en muchas más personas que cualquier miembro de una iglesia. La verdad es que los artistas o deportistas siempre tendrán más seguidores que aquellos que buscan lo espiritual, pero algo deberíamos hacer para que, por lo menos, todos pudieran asomarse de vez en cuando para ver lo que está ocurriendo con la iglesia.

Creo que uno de los problemas en el día de hoy tiene que ver con la imaginación y la creatividad; puede que la iglesia no haya sabido estar a la altura de los tiempos. Es más, muchos creen que la única manera de contrarrestar esa influencia es imitar todo lo que los famosos hacen ¡Y no es cierto! Tenemos que pedir sabiduría a Dios para vivir de una manera diferente, creando una contracultura que realmente pueda transformar el mundo con el poder del evangelio ¡De esa manera, los jóvenes se sentirán también atraídos por lo que el Señor hace!

Dios nos ha regalado la imaginación y la creatividad para desarrollarlas por completo. Desgraciadamente en muchas ocasiones nos pasamos la vida discutiendo sobre lo que podemos o no podemos hacer, o perdemos el tiempo con comentarios y luchas sobre situaciones que no tienen nada que ver con la realidad. Necesitamos pedir sabiduría a Dios para vivir creando, trabajando por el bien de todos, desarrollando todas las capacidades artísticas que Él nos regala, disfrutando de sus bendiciones y la belleza de la vida. Necesitamos depender mucho más del Espíritu creativo de Dios y menos de nuestras propias tradiciones y gustos.

¡Tenemos que salir del “gueto” en el que nos encontramos para declarar a las personas con nuestras palabras, nuestros hechos y la creatividad que Dios nos regala, que el Señor Jesús es quién transforma la vida! Si no es así, todo lo que podamos hacer tendrá muy poca trascendencia; seguiremos atrapados en nuestras cuatro paredes intentando pasarlo lo mejor posible, mientras los que nos rodean pierden la belleza del Creador y ¡se pierden a sí mismos!

Llegará un día en la historia, en el que el Señor Jesús será adorado por todos, y todos le reconocerán como el ser más impresionante que existe ¡Nuestra misión hoy es conseguir que muchos lo vean hoy mismo!