Se busca: retrato robot de la estrella de Belén

Antes de acompañar a los magi en su viaje a Belén, en esta sexta entrega vamos a hablar de las características de la “estrella de Belén”. Para hablar claro: en mi opinión estamos hablando de un fenómeno astronómico explicable y entendible para los “astrónomos” entendidos de hace 2000 años, y además nos da pautas para saber cuándo exactamente nació Jesucristo. Esto no le quita ni un ápice al hecho extraordinario de este fenómeno. Porque vemos que Dios está en control de todas las cosas. Dicha estrella tenía que reunir una serie de características: en total son nueve y todas se basan en el único texto que nos habla de este fenómeno: el capítulo 2 del evangelio de Mateo. Cualquier explicación del fenómeno estelar tiene que tomar en cuenta los nueve requisitos del texto de Mateo.

1. La estrella tiene que aparecer durante el reinado de Herodes

Mateo escribe: “Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes…” (Mateo 2:1a). De nuevo nos damos cuenta: es importante poder establecer la fecha de la muerte de Herodes. Por esta razón dediqué un artículo entero a esta cuestión. Si Herodes murió en el año 4 aC, entonces debemos de buscar la aparición de la estrella en los años 5 y 6 aC. Pero si el murió - como es mi convicción - en el año 1 aC, entonces el marco cronológico son los años 2 y 3 aC. 

2. Los magi habían visto el fenómeno estelar en el oriente

El texto de Mateo sigue “… vinieron del oriente a Jerusalén unos magos…” (2:1b). En un artículo anterior también dedicamos un espacio a este tema y nos dimos cuenta que se trata de observadores de los cielos nocturnos de origen medo-persa que tenían unos conocimientos astronómicos sorprendentes y que además estaban al tanto de las profecías de Balaam y, sobre todo, de Daniel, que en su momento se había convertido en su jefe.

3. La estrella indica para los magi el nacimiento de un rey de los judíos

Leemos en Mateo 2:2a: ¿“Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente.” Por lo tanto el fenómeno estelar tiene que explicar por qué los viajeros de Oriente relacionaban lo que vieron en los cielos con el nacimiento de un rey de los judíos. 

4. Los magi afirman que habían visto la estrella subir en el este. 

“Porque su estrella hemos visto en el oriente” (Mateo 2:2b). Aquí hablamos de un malentendido bastante frecuente. Por supuesto: los sabios vieron la estrella en el este geográfico (visto desde Jerusalén). Pero ellos se refieren a otra cosa. El texto griego dice que la estrella era “en anatole”. Y esto significa que vieron que la estrella salió y subió en el este del firmamento nocturno. Esto es lo que hacen todas las estrellas, a menos que se encuentren en una zona circumpolar (cerca de la estrella polar). Por lo tanto, el objeto que observaron tiene que ser suficientemente alejado del eje que marca la estrella polar como para salir y ponerse (como el sol y la luna lo hacen todos los días). De paso hay que mencionar que ellos vinieron con el propósito explícito de adorar a este rey. Es muy posible que algunos de ellos fueran de ascendencia judía¹o que se habían convertido al judaísmo (Ester 7:17). Formarían parte de la comunidad judía que vivió en Irán e Iraq hasta el siglo pasado cuando se declaró la independencia del actual estado de Israel. Herodes los tomó muy en serio, o bien porque se dio cuenta que eran judíos o porque le impresionaban mucho, porque normalmente los judíos no tomaban en serio las creencias paganas – aunque técnicamente hablamos de un personaje pagano en el caso de Herodes (edomita) en el trono de Judá.

5. La estrella apareció en un momento exacto

“Entonces Herodes, llamando en secreto a los magos, indagó de ellos diligentemente el tiempo de la aparición de la estrella” (Mateo 2:7). Esto indica más bien un fenómeno calculable que forma parte de los registros astronómicos de personas entendidas. Los babilonios y medo-persas solían registrar con cuidado todos los fenómenos estelares que observaron desde hace siglos en tablillas de barro.

6. Herodes no sabía cuándo apareció

Este versículo implica además otra cosa: el fenómeno no era nada inusual a primera vista. No apareció un nuevo objeto en el cielo. Si no, hasta Herodes y los de su entorno se hubieran enterado. Pero una vez que los magi explican el tema a Herodes, este empieza a entrar en modo de pánico. Herodes no era astrónomo. Pero tampoco era tonto.

7. La estrella alargó su presencia durante un espacio de tiempo considerable

Los sabios habían visto la estrella al inicio de su viaje, la reconocieron en el camino y una vez que llegaron a Jerusalén. No era necesario que el fenómeno estelar fuese por delante de ellos. Esto se dice explícitamente de su viaje de Jerusalén a Belén, pero no de su viaje a Mesopotamia a Jerusalén. Porque para ese viaje no necesitaban estrella. Entramos en más detalles de esto la semana que viene.

8. La estrella iba por delante de ellos en su camino hacia Belén

“La estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos…” (Mateo 2:9b). Eso quiere decir que visto desde Jerusalén, la estrella ahora tiene que haberse posicionado más bien en el sur-oeste cuando los magi se dirigen hasta Belén.

9. La estrella paró.

“… hasta que llegando, se detuvo sobre donde estaba el niño. (Mateo 2:9c)

¿Puede un cuerpo celeste parar en el cielo? La respuesta puede sorprender: sí que puede. Cómo lo hace, lo veremos.

Después de haber establecido las nueve características de la estrella, vamos a intentar averiguar si podía haberse tratado de un meteoro, un cometa o una super nova para poder excluir fenómenos que con frecuencia se barajan.

¿Podría haber sido un meteoro?

Un meteoro -conocido también como “bólido”- es un pequeño fragmento de material extraterrestre que entra en la atmósfera a gran velocidad y al vaporizar emite una luz brillante. Es lo que comúnmente llamamos una estrella fugaz. Algunos no son tan fugaces como el bolido que se podía observar en la ciudad rusa de Chelyabinsk el 15 de febrero del año 2013². Pero este fenómeno no encaja con prácticamente ninguno de los 9 puntos y nadie relacionaba un meteoro con el nacimiento de un rey.

O ¿tal vez un cometa?

En muchas representaciones gráficas del nacimiento de Jesucristo se ve un objeto en los cielos que se parece a un comenta. Aunque estas “bolas de nieve sucia”, como a veces se les llama, dan un espectáculo impresionante en los cielos por sus colas relucientes (el último que apareció de forma fácilmente visible en España fue el cometa Hale-Bopp en 1997), y aunque pueden aparecer en el este como muchas de las estrellas, hay tres problemas con esta interpretación. En primer lugar, a un cometa normalmente todas las culturas los relacionan no con el nacimiento de un rey, sino con catástrofes y destrucciones. Pero el segundo problema es aún más importante: no hay ningún registro de un cometa apareciendo en los cielos en los años 3 a 2 aC. Y el tercer problema es que un cometa es un espectáculo tan impresionante que Herodes no debería haber preguntado sobre el momento de su aparición. 

Y ¿qué tal una super nova?

Una nova es una estrella que explota. Cierto: aparece en un momento determinado, puede salir en el este y además es tan brillante que a veces puede ser observada incluso de día, como aquella que en el año 1054 apareció en la constelación de Tauro. Pero de nuevo: no se ha observado ninguna super nova en los años en cuestión. Y ocurre lo mismo que ya dijimos en cuanto a los cometas: a nadie se le habría escapado. Tampoco a Herodes.

¿Qué nos queda?

Nos queda - aparte de la posibilidad incomprobable de un fenómeno sobrenatural que a su vez tendría el problema del por qué habría que explicárselo a Herodes - solo la posibilidad de un fenómeno que a primera vista no se entiende, a menos que uno tenga información privilegiada. La pregunta es: ¿Hubo algo interesante que ocurrió en los cielos nocturnos de Medio Oriente en los años 3 y 2 aC? Ya vimos en el artículo anterior que fue así. Y tanto. Pero queda la pregunta: Y ¿este fenómeno celestial puede quedarse parado encima del lugar donde nació el Mesías? 

La respuesta sorprenderá.

Notas

1 Es curioso que Filo de Alejandría se refiere con mucho respeto a este grupo de sabios: en Quod omnis probus liber sit,74: “Entre los persas quedan los magi que - explorando las obras de la naturaleza con el propósito de apreciar la verdad - se inician a sí mismos y a otros en las virtudes divinas dando explicaciones muy claras.”

2^  Artículo de Wikipedia