Oremos por esta 'rama fructífera'

Al celebrar este “cumpleaños” especial de Protestante Digital, tres palabras vienen a mi mente:

Satisfacción.
Tenemos muchos motivos para sentirnos satisfechos. Los que hemos vivido su historia desde aquellos modestos inicios con ACPress no podemos evitar una cierta emoción al mirar atrás y ver cómo lo que era casi un grano de semilla se ha ido convirtiendo en robusto árbol.

Desde un punto de vista puramente humano, ha sido una aventura muy gratificante. Ha cumplido con creces las expectativas originales tanto en cantidad como en calidad. Algunos datos objetivos –número de páginas visitadas, número de colaboradores, etc.- son el mejor exponente de la difusión y aceptación de P+D.

Personalmente puedo constatar cómo el trabajo y, sobre todo, el modelo de P+D como un servicio, es admirado y elogiado en Europa, hasta tal punto que me han pedido en varias ocasiones que dé seminarios sobre esta obra.

Gratitud.
Estaríamos muy equivocados, sin embargo, si nos quedáramos sólo en la satisfacción, porque P+D no es meramente una empresa humana, un proyecto de medios de comunicación sin más. Es una parte integral de aquello que el apóstol Pablo llama “el servicio de la obra” . Es una empresa espiritual que busca informar y formar al pueblo evangélico en particular, pero también servir y dar testimonio a nuestra sociedad en España (y allí donde se habla/lee español), tradicionalmente muy ignorante de lo que son los protestantes.

Por ello, a la satisfacción añadimos nuestragratitud a Dios por su fidelidad a lo largo de estos años. Hacemos nuestras las palabras del salmista: “No a nosotros, oh Dios, sino a tu nombre da gloria”.

Y en este ámbito de reconocimiento también es “obligada” nuestra gratitud a los “padres fundadores” de P+D, en especial a Pedro Tarquis, quien no sólo alumbró el proyecto, sino que ha sido el timonel del barco durante toda esta travesía de diez años. Junto a él un extraordinario equipo de colaboradores y voluntarios que han sacrificado tiempo , energías y dinero para que el proyecto siguiera adelante con mención especial para Daniel Hofkamp y Joel Forster quienes desde su juventud y conocimientos han aportado profesionalidad.

Oración.
P+D es un proyecto espiritual, pero llevado por hombres y mujeres falibles y sujetos al cansancio, al desánimo u otras pruebas propias de cualquier carrera de fe. Por ello los que llevan adelante P+D., todos ellos necesitan nuestro apoyo y cobertura en oración.

Sin oración no habrá bendición; sin oración, se podría caer en la autocomplacencia y en la vanidad que lleva a “morir de éxito” ; sin oración se pierde la visión para el futuro; sin oración, desaparece la humildad que acepta la crítica constructiva y lleva al progreso.

Por todo ello, debemos seguir “cooperando también nosotros con la oración” (2Cor. 1:11), para que P+D pueda seguir siendo una “rama fructífera” (Gen49:22) para gloria de Dios, edificación de los creyentes y servicio a nuestra sociedad.