Este año 2012 se ha celebrado el centenario del jurista, sociólogo y teólogo francés Jacques Ellul (1912-1994), uno de los grandes pensadores protestante del siglo XX.
Con tal motivo, se realizaron encuentros de teólogos, académicos y científicos para homenajearlo, en junio en Burdeos, Francia y en Julio en Wheaton, Estados Unidos.
Hace varias semanas el sociólogo mexicano
Carlos Martínez García dedicó unos artículos a Ellul en Protestante Digital.
Ahora acaba de aparecer la revista Ellul Forumque da cuenta de los simposios celebratorios mencionados.
A medida que pasa el tiempo un número creciente de estudiosos, en diferentes partes del mundo, están redescubriendo las obras de Ellul y empezando a apreciar la radicalidad y la pertinencia de su propuesta cristiana para estos tiempos críticos que vive la humanidad, particularmente en Europa.
Ellul es uno de esos pensadores cristianos del siglo veinte que consiguió sacar la reflexión teológica del ámbito especializado de las facultades de teología en la universidad y lanzarla al mercado, al ágora de la discusión en el ámbito intelectual.
He ubicado en esta categoría a personas como el médico suizo
Paul Tournier que fundó y desarrolló la “medicina de la persona”. También a
C.S. Lewis, crítico literario británico cuyos libros sobre la fe cristiana alcanzaron difusión masiva, lo mismo que sus obras de ficción especialmente
Las Crónicas de Narnia que en esta segunda década del siglo veintiuno sigue cautivando a miles de lectores y millones de espectadores.
Por su parte Ellul ha sido reconocido como el analista más exhaustivo del fenómeno de la técnica, cuya sistematización sigue proveyendo claves para entender nuestro tiempo.
La obra de Ellul tiene dos vertientes una sociológica y la otra teológica.
En España contamos con la edición más reciente de su obra sociológica fundamental
La Edad de la Técnica (Octaedro, Barcelona, 2003).En un estudio reciente sobre los filósofos y la técnica, el Profesor Josep Esquirol de la Facultad de Filosofía de la Universidad de Barcelona dice que Ellul “ha aportado una noción de la que no deberíamos ya prescindir, la noción de
sistema técnico” (
Los filósofos contemporáneos y la técnica, GEDISA, Barcelona 2011, p.135).
Desde que apareció esta obra no se ha publicado otra de la misma envergadura que describa, analice y valore el hecho de la técnica, un análisis que no pierde actualidad. Evidencia de su continuo impacto en el mundo científico es el hecho de que una breve biografía de Ellul por el académico holandés Pieter Tijmes se puede encontrar en una página web de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Madrid.
En la vertiente teológica nos encontramos con libros que son especialmente comentarios penetrantes de material de la Biblia que muestran la pertinencia y radicalidad del mensaje bíblico para nuestro tiempo. Así tenemos por ejemplo el libro
La Ciudad que parte de la historia bíblica del Génesis acerca de Caín como el primer constructor de ciudades, y nos va llevando luego por Sodoma, Nínive, Jerusalén y la Nueva Ciudad del libro de Apocalipsis (Editorial La Aurora, Buenos Aires, 1970).
Su obra
La razón de ser es una extensa y rica meditación sobre el libro de Eclesiastés (Ed. Herder, Barcelona, 1987). A esta vertiente pertenece también
El hombre y el dinero, publicada en Valencia en 1966. Ellul toma el dato bíblico con la mayor seriedad y su familiaridad con la lengua hebrea y la literatura bíblica son una garantía de la calidad de su exégesis.
Jacques Ellul vivió buena parte del siglo veinte siempre en su Francia natal, pero la proyección de su pensamiento se hizo global y ha llamado la atención de los estudiosos el hecho de que fueran los Estados Unidos la primera sociedad en la cual sus ideas tuvieron un impacto masivo, antes aún que en su propio país. Ello se debe probablemente al hecho de que, como ya dijimos, Ellul articuló un diagnóstico minucioso y lúcido de tres fenómenos de la sociedad contemporánea: la técnica, la ciudad y la propaganda. Sociólogo y jurista de profesión y cristiano militante por convicción, Ellul consiguió aportar al pensamiento contemporáneo junto con un análisis sociológico convincente y riguroso, una demostración de la pertinencia de la visión bíblica del ser humano y del mundo para una cosmovisión que tenga sentido en nuestro tiempo.
APASIONANTE BIOGRAFÍA
Ellul había nacido en Burdeos en 1912 y vivió allí buen parte de su vida.
[i] Su abuela paterna era serbia y su abuelo era un italiano de Malta. Su padre que era de Trieste era al mismo tiempo ciudadano austríaco y súbdito británico. Su madre era la hija de una mujer francesa y un portugués apellidado Mèndes.
Ellul es el nombre del sexto mes del calendario lunar hebreo y Jacques recordaba que su apellido paterno es judío y que su madre también tenía raíces judías. Había obtenido su Doctorado en Leyes en Burdeos en 1936, y
en 1937 fue nombrado catedrático en las universidades de Montpellier y Estrasburgo. Eran los años en que el nazismo de Hitler había empezado a apoderarse de Europa y en Francia contaba con las simpatías del gobierno de Vichy. En 1940, ya en plena guerra, en una de sus clases Ellul se había pronunciado críticamente sobre ese gobierno y uno de sus estudiantes lo denunció ante las autoridades.
Cuarenta y ocho horas después Ellul fue llamado a declarar ante la policía. Interrogado acerca del incidente Ellul admitió que había dicho lo que el estudiante afirmaba. Se le inició una investigación y se descubrió que su padre era judío, extranjero, y no se había nacionalizado francés. Así que el 10 de julio Ellul fue despojado de su plaza de profesor universitario. Salió entonces de Clermont y regresó a Burdeos con su familia.
La persecución del régimen no pararía allí. Los alemanes habían ocupado Burdeos y se instalaron como gobierno y policía local.
Tres semanas después de que Ellul fuera despedido, su padre fue citado por la policía en Burdeos. Jacques le aconsejó que no se presentara porque corría el riesgo de “desaparecer”, como tantos otros, pero él, confiado en que las leyes no permitían poner en prisión a un hombre mayor de setenta años, acudió a la estación de la policía militar alemana. Fue detenido de inmediato y sin ninguna formalidad. Ellul no pudo hacer nada por él, y apenas si pudo visitarlo en la prisión gracias a la compasión de un amigo alemán. Luego se enteró de que su esposa que había nacido en Holanda y tenía pasaporte británico también estaba siendo buscada por la policía.
Ellul se unió a la Resistencia. “¿Qué opción tenía yo en ese momento?” se pregunta y responde “Como se puede ver, al unirme a la Resistencia no lo hice como resultado de una libre decisión política.” (Garrigou-Lagrange, p. 48).
A sus veintiocho años, el jurista y profesor iba a convertirse en agricultor y granjero. Ante la persecución policial la cuestión ahora era pasar desapercibido. Unos amigos suyos eran propietarios de un terreno ubicado en Martres, un enclave a cuarenta kilómetros de Burdeos, cerca de Sauveterre de Guyenne en la Gironda. Ellul y su familia pudieron alquilarlo y vivir allí como granjeros los siguientes cuatro años. Con un tono nostálgico y agradecido Ellul recuerda, “Se dice a veces que los campesinos franceses son gente más bien dura. Pues bien, estos campesinos eran admirables: nos protegieron. Tuve allí unos amigos excepcionales. Cada vez que la policía venía y le preguntaba al alcalde si había extranjeros en el pueblo, éste respondía: ‘Si, pero no se preocupe por ellos. Son gente buena y yo respondo por ellos’. Como yo había vivido siempre en la ciudad y lo único que sabía era ser profesor, no resulté muy bueno para la tarea de cultivar la tierra. Ellos me lo enseñaron todo.” (Garrigou-Lagrange, p.49)
Durante esos años las tareas de cultivar la tierra y criar ganado fueron prácticamente todo lo que hicieron él y su esposa. Sembraban patatas y maíz y criaban ovejas. La esposa criaba pollos y conejos, y ambos podían contar en todo con la ayuda de sus vecinos. Así se sostuvieron con sus dos hijos, aunque no dejaron de pasar necesidades por la falta de dinero.
Más adelante Ellul trabajó redactando informes para un especialista en derecho comercial. Luego en 1943 la Facultad de Derecho de Burdeos le asignó algunas tareas docentes, sin mencionar su nombre y de manera no oficial, en un curso de educación jurídica básica.
La Resistencia llevó a cabo una lucha de sabotaje contra los alemanes en la zona ocupada, pero en el caso de Ellul las responsabilidades de su militancia no incluyeron acciones armadas o violentas.
Participó tratando de salvar la vida a algunos judíos amenazados de arresto y perseguidos por la policía, proveyendo documentos falsos de identidad y escondite. Como su pedazo de tierra estaba cerca de la zona limítrofe entre la Francia ocupada y la libre resultó ser un lugar de pasaje hacia la libertad para posibles víctimas de la persecución nazi.
SU OBRA Y PENSAMIENTO
Cuando con el curso de la guerra cambiaron las circunstancias, si bien a la esposa le habría gustado quedarse en Martres fue la inquietud política la que sacó a Ellul de aquel refugio seguro. En 1943 se unió al Consejo Nacional de la Resistencia que formuló un plan político para cuando llegara la liberación. Al terminar la guerra, de 1944 a 1946, Ellul participó en la política y fue secretario del Movimiento de Liberación Nacional y luego elegido como asistente del Alcalde de Burdeos. Durante la Resistencia se había soñado con una revolución profunda en las metas y actitudes de la vida política.
Para su desilusión la experiencia le mostró que entre la clase política ni en la derecha ni en la izquierda había voluntad de cambio real.
Abandonó luego la actividad política y se consagró a la tarea docente. En 1944 fue nombrado Profesor en la Facultad de Derecho de Burdeos, tarea que ejerció hasta su jubilación en 1980.
Una de las obras más conocidas de Ellul en su patria son los cinco tomos de su manual de Historia de las Instituciones, publicado entre 1951 y 1956, y que llegó a ser lectura obligada para casi todo estudiante francés de derecho o ciencias sociales.
En los años que siguieron al fin de la guerra Ellul empezó a participar activamente en la vida de las iglesias protestantes. De 1947 a1970 fue miembro del Sínodo Nacional de la Iglesia Reformada de Francia , y de 1951 a1970 fue también miembro del Consejo Nacional de la Iglesia Reformada y trabajó en los comités especiales que prepararon el Consejo Mundial de Iglesias que se organizaría en 1980.
Es en este ámbito en el cual escribió dos libros teológicos que llegaron a difundirse ampliamente uno sobre el fundamento teológico del derecho: Le fondement théologique du droit (Delachaux & Niestlé, Neuchâtel, 1946) y otro sobre la presencia cristiana en un mundo post-cristiano: Présence au monde moderne: Problèmes de la civilisation post-chrétienne (Roulet, Ginebra 1948). Traducidos al inglés ambos llegaron a tener mucha influencia en el movimiento ecuménico .
Su libro sobre la presencia cristiana tiene todavía un vigor y una frescura que bien valdría la pena tener en castellano.
Plantea por una parte que debemos aceptar con realismo que vivimos en un mundo imperfecto y pecador, y por otra parte plantea la radicalidad del estilo de vida que el Nuevo Testamento asocia con la naturaleza de la vida cristiana.
Dice Ellul: “Estamos como prisioneros de dos necesidades que no podemos alterar: por una parte es imposible para nosotros hacer que este mundo sea menos pecador, por otra parte es imposible para nosotros aceptar el mundo tal cual está. Si rehusamos cualquiera de estas dos realidades , no estamos aceptando de veras la situación en la cual Dios nos ha colocado. Él nos ha enviado al mundo, y así como nos vemos envueltos en la tensión entre el pecado y la gracia, así tabién estamos envueltos en la tensión entre estas dos demandas contradictorias.” (
Presence, p.23).
Además de su trabajo docente Ellul se interesó en el tema de la delincuencia juvenil y entre 1958 y 1977 presidió un club que trabajaba activamente en proyectos dirigidos a la prevención de ésta.
También militó en un grupo ecologista activo en su región, el Comité de Defensa de la Costa Aquitana. A partir de 1970
dirigió la revista teológica bimestral Foit et Vie, en la cual escribían conocidos pensadores protestantes de habla francesa. Recibió numerosos homenajes en reconocimiento de su trabajo académico, entre ellos fue hecho Oficial de la Legión de Honor y Oficial de la Orden del Mérito. Las universidades de Amsterdam y Aberdeen le honraron con doctorados honorarios.
La obra de Ellul mantiene su vigencia y todavía resulta un pensador desafiante, un analista metódico y minucioso de hechos como el dominio de la técnica sobre la sociedad actual, el poder de la propaganda, el pensamiento revolucionario en política, y asimismo un explorador audaz y creativo del mensaje de los textos bíblicos para un mundo post-cristiano.
En conversación con su biógrafo Patrick Chastenet ,
Ellul resumió así su pensamiento: “Describo un mundo que no tiene perspectivas, pero creo que Dios acompaña al ser humano a lo largo de toda su existencia.”
Quien se interese en el pensamiento de Ellul puede consultar
www.ellul.org para material en inglés y
www.jacques-ellul.org para material en francés.
[i] Para la biografía de Ellul contamos con dos trabajos fundamentales que son el texto autorizado por él mismo de largos diálogos autobiográficos que sostuvo con dos personas que llegaron a ganarse su confianza. En primer lugar Madeleine Garrigou-Lagrange, quien publicó en 1981
A temps et à contretemps (
In Season and Out of Season. An Introduction to the Thought of Jacques Ellul, Harper & Row, San Francisco, 1982) y luego Patrick Troude-Chastenet, Profesor de Ciencia Política en la Universidad de Poitiers, quien publicó
Entretiens avec Jacques Ellul[i](
Jacques Ellul on Politics, Technology, and Christianity. Conversations with Patrick Troude-Chastenet, Wipf & Stock, Eugene, 2005). Aquí hacemos uso de las versiones en inglés de estas dos obras
Si quieres comentar o