1. Fuera de mi lugar de nascencia leo y releo a Zain:
“Cánticos fueron para mí tus estatutos / en la casa en donde fui extranjero” (Salmo 119.56). Por ello, y porque mis ascendientes asturianos, gallegos y brasileño también fueron de un lado para otro, hago como Job
: “El forastero no pasaba fuera la noche; / mis puertas abría al caminante”. Dios de mi corazón de cinco esquinas, ¡que avezados exégetas cuestionen citas, textos y contextos, pero que abran sus puertas sin fobias con los pobres!
2. Otra vez el fútbol y su sartén hirviente; otra vez un Mundial: ilusiones, gritos, decepciones… Al menos no hay visitas a la Virgen tal o cual.
3. La envidia desintegra a todo aquel que se encharca en su bilis.
4. Ahora que en EE. UU., otra vez arrecian voces de intolerantes hasta con niños que no tienen otra opción que ser inmigrantes, recuerdo que hace algunos años, y contra una ley de claro perfil racial y de hostigamiento a los hispanos del Estado de Arizona, un grupo de activistas de los Derechos Humanos comenzaron una campaña bajo el rótulo: “Pídeme mis papeles”, y así enseñar títulos de abogado, cartas de los padres, carnet de bibliotecas… y tantos otros papeles que conforman la vida de las personas.
La ilegalidad muchas veces –y sin solapamientos- está concentrada en Wall Street y aledaños.
5. Tu última esperanza: saber dónde se pisa para no caer; y llegar. Llegar siquiera al lugar de espinas donde el Galileo mayor dio sus penúltimos pasos.
6. Con la creación la eternidad empezó a existir.
7. Descreo de quienes presentan la sexualidad como martirio. También de los otros, rayanos en el exceso y en los lindes del desplacer. Lo sexual para el hombre no debe ser una candente excentricidad, sino una inseparable y cotidiana muestra de estar vivo.
Encarnarse con la esposa: he ahí un legado que no confunde ni al espíritu.
8. La justicia ajusticiada por tantas injusticias. He ahí los lanzadores de piedras, con sus sangrantes dedos.
9. La fe rejuvenece al hombre enternecido, a la mujer que redobla su fulgor lejos de cualquier amuleto. La fe no sirve para estar tocando campanas. Tampoco para procesionar lleno de lentejuelas.
La fe electriza y permite ver la mesa del futuro, la cena de la Bienvenida.
10. Has visto disciplinadores que, con urgencia, necesitaban ser disciplinados.
11. Desventaja es cerrarse en un pequeño mundo, en rincones mínimos: así no se percibe lo importante o las necesidades que hay afuera.
El aislamiento es revelador de la falta de entusiasmo por difundir el mejor testimonio espiritual de todos los tiempos.
12. Hay quien vive la mentira como un trabajo a tiempo completo.
13. Abrazo al Cristo histórico porque su bondad es vivientemente divina. Y no espero más milagros que el llegar a cumplir su sagrada encomienda: estar con y para los demás; sin excepciones, sin excusas…
14. ¡Qué bendición sería el que la verdad pudiese ser cultivada!
15. Los lectores se van infantilizando a marchas forzadas. En los últimos años, a más medios audiovisuales, mayor desaprendizaje en la lectura. Y eso se percibe hasta en las iglesias.
16. El acatar no es ya siempre; el mandar no es ya siempre… La humilde emoción, SÍ. También el asombro que en sí mismo permanece, porque es agasajo de Dios.
17. Que tu corazón no se torne mustio, como las flores de esa jarra.
18. Tomo cuenta del turno de las estaciones. En el verano los patos salvajes están por mi isla del Tormes.
19. El egoísmo es la más devastadora pandemia que asola a la humanidad, desde épocas lejanas.
20. Ya estuviste en el fondo de los vicios: no necesitas más reprimendas ni amables dentelladas.
Así como el mar devuelve las botellas, así el Evangelio de Cristo es un sol para el regreso.
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