Un alarido universal

1) El grito no es suficiente. Habría que dar un alarido universal que estremezca tanto a los testaferros como a sus mandantes.

2) ¿Por qué tan pocos cristianos enarbolan los derechos del humilde, del desheredado? No entiendo esa vendimia parcial y/o sesgada del Libro.

3) Isaías dixit: “¡Justifican al impío por soborno y quitan al justo su derecho!”

4) Grande es la justicia ecuménica de Dios.

5) El humillador nunca reconoce que su comportamiento solo es un retrato de su atrabiliaria personalidad.

6) No hay que olvidar que nuestro progreso se sustenta en la depredación, lo que a la larga ocasionará la Gran Desgracia.

7) A veces cuesta distinguir al santo del demonio, al menos por su apariencia o por los dichos de su boca.

8) Hay quienes tiran piedras al que descolla. Así pretenden vengar su poquedad.

9) “Tuvieron envidia de Moisés en el campamento…” (Salmo 106).

10) Ciego eterno quien, al sol de mediodía, no quiere ver el festín que ahora degustan buitres y tiburones.

11) Demoniaco el maniaco al que solo le importa la cuenta de resultados.

12) Una tierna mirada de la mujer amada es bálsamo para tu orfandad.

13) ¿Qué lleva a un hombre sensato a convertirse en portavoz de cualquier ególatra expendedor de humo?

14) Heroicidad vieja la de los azotados por tantos desmanes cometidos por quienes amasan con codicia.

15) Fiel a la Palabra, el genuino teólogo la hace rejuvenecer cuando la escudriña y anota sin torcer su mensaje.

16) ¿Cómo supura un corazón que sólo se alimenta de odios irrevocables?

17) Entonces llegó un Dios de Amor y Bondad, pidiendo paso a un Dios iracundo y castigador.

18) El Evangelio no se enseña a puntapiés.

19) No hables de corazón de piedra, de corazón duro y demás tópicos cansinos: ¡Muestra tu corazón injertado con el Verbo! ¡Muestra el Amor que tu fe te hace obrar!

20) Otra vez Isaías: “Decid a los justos que les irá bien, porque el fruto de sus obras comerán”