1) Hoy por hoy asistimos, anestesiados, a una tragicomedia feroz sobre miserias, latrocinios y frivolidades de sinvergüenzas de cuello blanco. Los actores (o sus sombras, pues se vislumbran velos, capas de maquillajes) leen de corrido sus declaraciones de descargo, sus ambigüedades preñadas de hipocresía e impostura.
2) ¡Ay, alguien bondadoso ha dejado un Jaguar en mi cochera!
3) Miqueas dixit: “¡Ay de los que en su cama piensan iniquidad y maquinan el mal, y cuando llega la mañana lo ejecutan, porque tienen en sus manos el poder!
4) Para cierta casta el peor pecado era el escándalo, estar en boca de todos. Ahora su ‘moralidad’ ni siquiera acepta eso. Sonríen, viajan por medio mundo, hacen la peineta…
5) Las críticas deben hacerse cuando se está urdiendo la injusticia; nunca a destiempo. El después no importa al que antes era un humilde pedigüeño de tu voto.
6) “No he cumplido con mis promesas electorales, pero he cumplido con mi deber”. El mundo está al revés, es una evidencia. Creía que el que incumple lo prometido al menos debe pedir perdón mañana y tarde por las falsas expectativas creadas, por la publicidad engañosa a los ciudadanos electores (como eso de vender gato por liebre, o caballo por vacuno). Ahora bien, si por cumplir SU deber entiende que debe hacerse el socialista y nacionalizar parte de la banca, rescatando a banqueros inescrupulosos, a politiquillos metidos banqueros, al corrupto y no al desahuciado, entonces habría que pedirle perdón a él. Y qué de la educación y la sanidad, algo intocable para todos (salvo para los pocos que esperan con avidez una plena privatización); y qué, cómo se tragan esos perdones del fraudes fiscales millonarios a implicados en tramas mafiosas; cómo digerir esa defensa extrema del Estatuto de los Trabajadores para no despedir a un presunto culpable que trabaja en su oficina, mientras que miles de trabajadores son despedidos a diario y con una menguada indemnización, gracias a la inservible reforma laboral.
El rodillo político es nefasto en este caso, y el de los otros, cuando gobernaban. Juntos están logrando una desafección política sin precedentes, peligrosa para la democracia. Unos y otros tienen responsabilidades al no demostrarnos un conducta ética intachable, al esconder y/o proteger a sus corruptos. A pedir perdón, señor Rajoy y señor Rubalcaba. Todavía están a tiempo de preocuparse por lo que realmente interesa a los ciudadanos y no a sus entramados partidistas.
7) Dos versos escritos por la poeta Emily Dickinson (Estados Unidos, 1830-1886), criada en el seno de una familia cristiana: “En esto y en todo/, asiente, y eres normal/; disiente, y eres directamente peligroso”.
8) Todo cristiano debería expresar su repulsa por el intento de criminalizar la hospitalidad con el extranjero ‘sin papeles’. Resulta que el artículo 318 bis del anteproyecto de reforma del Código Penal, aprobado por el gobierno, pretende intimidarnos, con la cárcel, para que no ejerzamos la solidaridad con el desvalido, para que no seamos samaritanos. No sirve la coletilla: “El Ministerio Fiscal podrá abstenerse de acusar por este delito cuando el objetivo perseguido sea únicamente prestar ayuda humanitaria a la persona de que se trate”. ¡Menuda opción! ¿Y si al fiscal se le cruzan los cables o tiene jaqueca, e imputa para ver si cuela? Aberrante inversión de la carga de la prueba. Si lo que se pretende es luchar contra las mafias que introducen seres humanos para lucrarse con sus desgracias, redáctese claramente dicho precepto, que todos lo apoyaremos. Muy católicos serán los ministros de este gobierno, pero de hecho pareciera que poco cristianos resultan, en la práctica.
9) Vivía de fiesta en fiesta, envanecido por el éxito de sus ‘empresas’. Hoy es el plato principal : cómplices y testigos sacan sus trapitos al sol.
10) Se escarban los agujeros negros del pasado, no lo olvides nunca.
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