No dejes de pensar

Algunas frases se explican por sí solas. La inteligencia y sabiduría que derrochan son demasiado impresionantes como para que permanezcamos insensibles a ellas. Un conocido entrenador español durante el intermedio de un partido de fútbol «explicó» la táctica que deberían seguir sus jugadores en el segundo tiempo: «Recordad, si marcamos un gol más que ellos, ganamos». «Menos mal que avisó», comentaba un componente del equipo bromeando. El propio Pedro Grullo hubiera quedado admirado al escuchar una verdad tan obvia. 

Aun así, no todo lo que decimos o escuchamos es tan obvio. Déjame decirte que vivimos en una sociedad que no piensa. La gente se lo traga todo sin meditar un solo momento si lo que están escuchando es cierto o no. La mayoría de las personas se dejan llevar: viven escuchando lo que otros dicen, y sus opiniones (¡creyendo que son propias!) están no solo moldeadas, sino incluso fabricadas por otras personas. 

En todos los medios de comunicación los líderes de opinión, políticos, sociólogos o personas con dinero y poder luchan por introducir sus ideas dentro del corazón y la mente de la mayoría. No puedes escuchar una noticia sin que esté teñida por la ideología del que la da. Tanto es así que a veces, cuando escucho a alguno de mis amigos comentando alguna circunstancia, me doy cuenta de que no es él quien está hablando, sino otra persona que lo tiene absolutamente controlado. Porque cuando nuestras ideas dominan la mente de una persona, llegamos a controlar toda su vida y sus decisiones. 

Es un peligro en el que no debes caer. No estoy hablando solamente de los medios de comunicación, sino también de líderes religiosos. Algunas creencias (sobre todo de origen oriental) tienen incluso el objetivo de poner en blanco la mente de sus adeptos, de tal manera que no piensen en nada, lo cual es completamente antinatural. Te dicen que repitas una y otra vez sencillos mantras para sumergirte en la mayor estupidez (¡perdón por la palabra!) e impedirte razonar y pensar en lo que estás haciendo. 

¡Dios quiere que pensemos y meditemos! Lo que él desea es hablar y razonar con nosotros. El Señor Jesús anunció: «Conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres» (Juan 8:32), porque muchos dicen que la verdad es relativa solo para esclavizar a los demás. Si no existe una verdad absoluta, no puedes pensar por ti mismo. Si todo es relativo, siempre habrá alguien que decida por encima de ti, porque tiene más poder. 

¡Tenemos que pensar! No seas como un ordenador que lo almacena todo incluido virus. No dejes que las ideas de todo el mundo te dominen. No lo creas todo, piensa y razona: Dios te ha regalado esa libertad. Busca la verdad en cada situación y síguela. No tengas prisa, no importa el tiempo que te lleve saber qué debes hacer. La verdad está siempre en el mismo lugar. 

Esa Verdad (con mayúsculas. El Señor Jesús dijo: «Yo soy la verdad») te hará libre. Con ella encontrarás la voluntad de Dios en cada situación. 

No te dejes engañar por nadie.