Ángela Dorotea Merkel lleva siete años pilotando los mandos de una Europa que parece avocada a la decadencia, la desunión y la irrelevancia a nivel mundial.
Hija de un pastor luterano en los duros tiempos del Telón de Acero, desde niña ha sido criada en los principios protestantes.
Pero, ¿cuál es la fe de Ángela Merkel? ¿Qué relación tiene su ideología ultra liberal con el protestantismo?
Ángela Merkel, en contra de lo que se ha dicho muchas veces, no se crió bajo el régimen comunista. Su padre, Horst Kasner, un pastor luterano, podía viajar de una Alemania a otra, gracias a su labor pastoral, por lo que Ángela vivió periodos en ambas partes de Alemania, la Oriental y la Occidental.
Hija primogénita del reverendo Kasner, la joven se inclinó por los estudios de química, se inscribió en las juventudes comunistas y se casó con el también químico Ulrich Merkel. Años más tarde se volvió a casar con otro químico Joachim Sauer, pero mantuvo el apellido de su primer matrimonio.
Tras la caída del muro en 1989, Merkel entró en política ascendiendo rápidamente dentro del Partido Unión Demócrata Cristiana, convirtiéndose en la mano derecha del presidente Helmut Kohl.
La Unión Demócrata Cristiana es un partido de derechas de mayoría católica y occidental, por lo que Ángela Merkel no pertenecía a esta parte de la clase alta alemana, que tras la Segunda Guerra Mundial, lavó sus culpas filo nazis dentro del partido conservador de ideología cristiana católica.
El partido de Merkel dice tener principios cristianos, pero desde los años setenta comenzó una lenta deriva hacia lo que ellos llaman “Libertad de la responsabilidad”. Su ideología está más cerca de las tesis de muchos liberales norteamericanos, que de las ideas socialdemócratas de los europeos en los últimos cincuenta años.
La primera tarea de Merkel dentro del partido fue solucionar los escándalos de las financiaciones ilegales de 1999.
Cuando Ángela fue elegida canciller en el 2007, impuso rápidamente los programas de su partido católico y que en algunos puntos coinciden con los valores protestantes: el valor de la familia, la vida y la integración de los extranjerosque sean más fáciles de asimilar por la sociedad alemana.
En el ámbito económico, practicó más las medidas de la derecha más liberal norteamericana, hasta el punto que su propio sistema del bienestar le permitía. Entre otras cosas, intentó terminar con el salario mínimo y la jubilación anticipada.
Al poco de llegar al poder y durante la presidencia europea de Alemania en el 2007, contribuyó a la firma de la Declaración de Berlín, en la que Ángela Merkel se comprometía a justo lo contrario que ha hecho en los últimos tres años, apoyar la Unión Europea y la solidaridad entre sus miembros. También fue una de las impulsoras del Tratado de Lisboa, aunque
desde que se desató la crisis se centró más en los intereses de la propia Alemania.
La política social de Merkel tiene su base en la filosofía trazada en el año 2000, al poco tiempo de llegar a la presidencia de su partido. Ángela llama a esta política “nueva economía social de mercado”. ¿En qué consiste esta teoría?
La economía social de mercado es una idea creada antigua, pero renovada a finales de los años setenta y que
se inspiró, en cierta forma, para su recreación, en el neoliberalismo de la era Reagan. La definición de esta teoría podríamos resumirla el sistema que
tiene como meta crear una economía que desde la base de la competencia combina la libre iniciativa con un progreso social asegurando por la capacidad económica.
La idea de este política social de mercado nace de las tesis de Alfred Müller-Armack y su libro “Liderazgo de economía, economía de mercando”. Esta teoría pone al mercado por encima del individuo y del Estado, creyendo que en la perfecta competencia, las grandes desigualdades desaparecen y el estado es un mero árbitro, que compensa en parte el sistema.
Ángela Merkel, la chica discreta, hija de pastor luterano, puede que haya heredado lo peor del protestantismo y su parte mejor. Su obsesión con la austeridad, aunque esta deje fuera del sistema a millones de ciudadanos; su visión mojigata la discreción y el racionalismo extremo de los que necesitan tener todo bajo control; su incapacidad para la estética, los matices y la diplomacia, son algunos de los rasgos de su protestantismo arcaico y victoriano llevado hasta el extremo, en el que individuo parece sustituir al prójimo, el amor y la misericordia, al deber y la austeridad.
El protestantismo nace de los cuatro principios básicos de Sola Gracia, Sola Fe, Sola Escritura y Sólo Cristo. Ángela únicamente en Sólo el Mercado.
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