El presidente del Banco Mundial Robert Zoellick comentó hace poco que “la situación de crisis actual demanda líderes valientes capaces de estar dispuestos a hacer cambios drásticos”. ¿Seremos ese tipo de líderes?
La sociedad y la iglesia viven tiempos difíciles. Muchos de nuestros hermanos y amigos sufren las consecuencias de una crisis económica a la que no se ve final, pero sin duda detrás de la crisis vienen cambios, recortes y ajustes como nunca antes los hemos visto en nuestro país.
Los sucesos en Cataluña y la nueva Ley de Culto del Parlamento son una pequeña muestra de lo que se avecina. El recelo a las minorías religiosas irá en aumento, especialmente hacia los musulmanes. Ese ataque a las minorías da votos y muchos políticos están dispuestos a saltarse derechos fundamentales con tal de gobernar en ayuntamientos, comunidades autónomas y el gobierno central.
La nueva Ley de Cultos es un ataque directo contra la libertad de culto, ya que imposibilita, limita y discrimina a las minorías religiosas. Al mismo tiempo vemos un apoyo por parte de instituciones y partidos a la Iglesia Católica, que aspira a recuperar cotas de poder e influencia social, perdidas en los últimos años. Ante este panorama, los líderes evangélicos no pueden permanecer callados y deben actuar.
La denuncia al ayuntamiento de Salt, la posición crítica del Consejo Evangélico de Cataluña son pasos acertados. Necesitamos sentencias a nuestro favor que rellenen la inmensa laguna de una Ley de Libertad Religiosa sin desarrollar y a la que nadie se atreve a tocar, pero tenemos que hacer más antes que el contagio llegue a otras comunidades autónomas, deseosas de quitarse la patata caliente de los lugares de culto.
El Consejo Evangélico de Madrid se reunirá el 20 de octubre con Ana Botella, teniente de alcalde del ayuntamiento madrileño. Una reunión a un mes de las elecciones generales. No soy profeta, pero en la estrategia del PP en Madrid seguramente está tener otra reunión para apaciguar los ánimos, volver a prometer lo mismo que en Mayo, unos días antes de las elecciones autonómicas y después dilatar en el tiempo su medida.
En el resto de España las cosas no están mucho mejor. ¿Qué debe hacer un líder ante una situación de esta magnitud?
FEREDE, la Alianza Evangélica, los Consejos Evangélicos y las denominaciones deben unirse para organizar una protesta conjunta el 31 de octubre (Día de la Reforma).Presentar nuestras “tesis” formalmente a comunidades autónomas y principales ayuntamientos, partidos y al Rey, en la que se expongan claramente nuestra posición frente a nuestros derechos y el de otras minorías. Se necesitan líderes extraordinarios para estos momentos extraordinarios.
Pero, ¿realmente la cosa está tan mal? ¿No parece esta una medida radical? Escuchemos las voces de nuestros líderes:
“Ante la gravedad de los hechos se está viviendo en Cataluña el Consejo Evangélico catalán (CEC) hace un Llamamiento a la Comunidad Protestante de Cataluña “para que oremos y nos movilicemos ante la amenaza histórica a la que nos enfrentamos”.
“Considera el CEC que se ha producido una creciente intolerancia en Cataluña”.
“La ley que se quiere aprobar amparará e institucionalizará la discriminación del pueblo protestante”. Guillem Correa, Circular de CEC
“ParaMariano Blázquez Burgo, secretario ejecutivo de Ferede, la Ley en vigor ya deja mucho que desear:“Pudiera ser inconstitucional” –señala-. Sin embargo, cree que con la reforma aprobada por el Govern, resulta infinitamente peor: “¿Cuál será elcriterio objetivo, por ejemplo, para determinar qué “características arquitectónicas, culturales, de tradición, históricas, etc”, habrá que tener en cuenta en la construcción de un lugar de culto protestante?”, se pregunta. Pero hay algo que aún le preocupa más:el agravio comparativo hacia las minorías religiosas. “¿Por qué ha de imponerse un criterio subjetivo a unas confesiones y a otras no? ¿Quién decide eso?”, se queja”.
En el País Vasco se ha pospuesto la nueva Ley de Culto por las presiones vecinales ante la construcción de nuevas mezquitas.
Desde la
Plataforma ProtestanteEspañol proponemos que el día 31 de octubre, Día de la Reforma, todas las iglesias salgan unidas en una marcha pacífica por el centro de sus ciudades con el eslogan: “Protestamos contra la nueva Ley de Lugares de Culto”. “Igualdad religiosa ya”. “500 años luchando contra las injusticias”.
Un grupo de líderes debería redactar y escribir las “95 tesis” que entregar a las instituciones y si las cosas no cambian hacer una manifestación multitudinaria en Madrid antes del 20 de noviembre.
¿Qué responderán los líderes antes las propuestas? ¿Silencio? ¿Indiferencia?¿Acción? Creemos que su respuesta será actuar ya de forma coordinada y unida. Estamos antes una situación de extrema urgencia, no lo digo yo, lo dice Guillén Correa, Mariano Blázquez y otros muchos.
¿Nos quedaremos sentados a mirar como pisotean nuestros derechos? ¡Despertad!
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