Necesidad espiritual y testimonio

1. Beligerante hasta (o desde) el compromiso: así libertarás muchas almas que aprecian la sinceridad y la rebeldía. Tu testimonio no debe merodear un fin estético o ritualista: debe ser necesidad espiritual, comunicación sin confesionario.

2. Profeta es aquel que desbroza su camino resolviendo los conflictos que puede haber con la realidad aparente. No se desliga de la experiencia con sus congéneres, sino que la siente, la padece y la palpita hasta salir del laberinto para explicarnos todo.

3. Los buenos ejemplos nos guían, desde cualquier parte.

4. Ten claro de qué parte estás: no me refiero a la capilla o equipo o partido alguno, sino al sentimiento de bondad por sobre toda consigna inmisericorde.

5. Miserable hasta la eternidad será aquel que nada ha hecho por su prójimo.

6. ¡Cuán necesaria resulta en este tiempo una reforma social que tenga fundamento en el Evangelio! Pero no la aceptarían, ni siquiera de boca, muchos de los que se dicen seguidores de Cristo.

7. Su Obra se encarna en nosotros, lo vivifica en medio del misterio que significa ser hombre muriente: siempre hay un destino más elevado cuando se emprende la senda que lleva al ascetismo de la existencia interior. 

8. Permanencia es aceptar la muerte para viajar hacia la resurrección. La recompensa es abandonar la soledad para estar con el genuino Ser.

9. Ten sed de belleza y sé un peregrino viajando empedernidamente en torno a la Palabra. 

10. Han hecho de la mentira algo tan normal como respirar.

11. Días encenizados, reflejo de la desmotivación, como si la persistente crisis económica no fuese producto del desbande generalizado, donde muchos tildaban de tonto al prudente. Y no por ello debes claudicar: el hombre supera adversidades si persevera y acompaña su singladura siendo justo y verdadero.

12. No pierdas la ocasión para guardar silencio. Luego, respira en lo profundo y, desde el corazón, pronuncia la palabra “milagro”.

13. En tiempos de dictadura es el preso el que vigila al criminal. Entre barrotes es libre el que estiman vencidos. El otro, el represor, se sabe encarcelado en su propia insania.

 14. Hay quien sólo es feliz cuando hace sonar sus bocinas apocalípticas. Así, ululante, cruza por la vida.

15. Ser fuerte cuando la dulzura; ser tierno cuando la dureza.

16. ¿Qué hambre confunde el origen y el destino? ¿Qué mesura es necesaria para huir? ¿Qué tormenta será jamás si no te reconoce? ¿Qué soleados sueños resultarán escuálidos si alguien no te clava sus dientes? ¿Qué trozos de cielo e infierno como luciérnagas del olvido? 

17. Un flagelado cadáver volvió a dar Luz al infinito.

18. Hay quienes parecen entenderlo todo pero son incapaces de reconocer su Paraíso.

19. ¿Cómo distinguir al perseguido del perseguidor? Lo que parece inocente a la luz del día puede ser perverso cuando se instalan las sombras.

20. ¡Espero Su llegada, con esa Luz que todo lo transforma!