Ternura, amor, amistad

1. La respuesta de la fe es el Amor.

2. ¿Sobre qué ternura posar las palabras que fueron hallazgo tras la frontera de un vivir que a muchos altera? Seguro no faltará quien te pida que no abras tu zumoso corazón.

3. La verdadera cruz está en tu corazón, hombre sediento de Amor. Así ves el misterio de la muerte que te hizo nacer sabiendo las parábolas del reino. La cruz de Cristo es vida guiando tus pasos para que te detengas ante el sufrir de los demás. Dios está en la Palabra y en el abrazo al prójimo que conversa a solas. Su heredad es un milagro para acercarte a lo sagrado. La verdadera cruz está en tu corazón, de donde emana el remedio inextinguible. Camina, pues, ofreciendo bondad sin maquillaje.

4. Escasean los Amigos. Algunos semejan serlo, pero de fiado.

5. ¡Afina tus ejemplos pues, en su preñez, darán sentido a la médula del mayor convicto: aquel que resultó el Elegido!

6. Entregar el corazón no es extraño, si te llega el Amor.

7. Si queda algo de ternura en estos tiempos, marcados por la espada insolidaria, invertid en ella a toda costa y pintad sus letras a la entrada de vuestra casa.

8. Vez tras vez Su actuar es recordado. Le invocan los justos.

9. Atrévete a leer aquello que conmueva, que te haga reflexionar cual enseñanza para sentir la vida e intentar descifrar sus enigmas. Sólo así te percatarás que lo sobrenatural está religado con el ser humano.

10. El tiempo de Amar precede al tiempo de hablar.

11. Fórmula del sobreviviente: Huir del tóxico de la falsedad aunque lo muerdan quienes presumen de clemencia.

12. Ardo y digo ven, bajo la ternura de una vieja primavera.

13. Escalonados asombros se ordeñan mientras el Amor sucede en todas las esferas. Su presencia levanta un revuelo inaudito y hasta el viento se salpica un perfume que antes nunca había usado.

14. Para ser escudero de Sus afanes, pruébale tu bondad.

15. Si veis que las uvas agrias se fermentan, os ruego apartar los labios de su vino: no sea que la ponzoña del odio ingrávido embriague la conciencia de los que auxilian.

16. La paz sólo se logra si hay justicia para todos. Clama, pues, exigiendo un trato justo para la projimidad entera. En caso contrario, la letra del villancico “Noche de paz” será inservible en tu memoria. También el hermoso verso del Salmo 85: “La justicia y la paz se besaron”.

17. ¡Qué poco valen tantas cosas!

18. Rapidez, no para hablar sino para moverte a compasión: así los otros no perderán sus esperanzas.

19. No te importe tropezar una y otra vez con la piedra blanda de la gratitud. El agradecimiento torna grande tu humildad.

20. Poder de la mente sobre lo demás. Pero a veces ésta emprende viajes irreparables que desconchan la cordura. Por ejemplo, creerse más que Cristo y no cumplir su voluntad, arrojando piedras a cada instante, faltos de Amor sin restricciones.