¿Quién cuida del amor?

Cuando tenía catorce años escuché por primera vez una melodía interpretada por una de las cantantes más famosas del momento, Mari Trini, y desde entonces esas palabras me recuerdan muchas cosas...
Amores se van marchando,
como las olas del mar
Amores los tienen todos,
pero ¿quién los sabe cuidar?

Y tengo que reconocer que siempre me llamó la atención esa frase ¿Es tan difícil de cuidar el amor?

¿Por qué lleva consigo siempre tantos problemas? ¿Cual es la razón de que muchos estén incluso más ligados al desamor que al propio cariño?...

Y vez tras vez viene a mi mente una frase que escuché un día: ¡Cuantos amores se han muerto por orgullo!

Es cierto, una de las cosas que más mata al amor es nuestra propia vanidad, nuestro orgullo de no querer reconocer que estamos equivocados. Incluso la tontería supina de no querer hacer algo por la otra persona, porque no queremos o porque nos vamos a quedar en ridículo.

¿Quieres un buen consejo? Si tienes que ponerte en ridículo para restaurar una amistad, no tengas miedo de hacerlo.

Si tienes que perder todo tu orgullo para ganar el amor de tu familia, no lo dudes ni siquiera una vez. Si un amor verdadero depende de que tu des marcha atrás en lo que has dicho... ¡Hazlo!

No te empeñes en ganar siempre, Cuida la amistad y fortalece el amor... ¿Qué es más importante, una discusión o un amigo? ¿Qué tiene más trascendencia para ti, salirte con la tuya o respetar a quién amas? No tiene ningún sentido que hieras a otra persona con tus palabras, sólo para sentirte mejor tú ¡Puede llegar el día en el que te encuentres solo/a! Eso sí, con toda la razón del mundo.

Y argumentamos cosas increíbles: "Me he quedado tranquilo/a, después de decírselo... Perfecto pero, permíteme una pequeña pregunta: ¿Cómo se ha quedado el o ella? y... ¿Qué ha pasado con vuestra relación? ¿Para qué sirven tus argumentos?

No, no quiero ser cruel: Tú sabes que escribo para que nos demos cuenta de que a veces nuestra manera de actuar no tiene mucho sentido. Y el caso es que después nos arrepentimos y nos preguntamos dónde está la razón de nuestro fracaso... pues que hemos olvidado que... “Callar a tiempo es de sabios” (Proverbios 10:19)