Los caínes de estos tiempos

1. La maldad es una arritmia que requema el corazón con la magnitud de un horizonte inhóspito.

2. Jíbaros sin esperanza los caínes que por estos tiempos preparan reducir hasta sus propias cabezas.

3. Nuestra heredad es tu tiempo, Jesús, peregrino a la intemperie cuya cicatriz pertenece a todas las razas.

4. Para un cristiano, todo está dicho. Poco, o casi nada, está hecho.

5. Una masacre no es de repente; una abyecta crueldad acopia tiempos mensurables.

6. Necesitamos días urgidos de esa serenidad capaz de mostrar sus invisibles nervaduras sin rendición.

7. ¡Arrecian los augurios desfavorables, como que despiertan monstruos adormecidos!

8. Ya basta, me digo, de esta Babel siempre convaleciente, siempre imperiosa en su oxidación del alma.

9. Pobres son aquellos ricos que no escuchan los susurros de la sencillez perfecta.

10. El vértigo con el que se informa y desinforma en esta sociedad occidental genera desasosiegos e insatisfacciones poco favorables para la espiritualidad del ser humano.

11. Busca conmoción de cuerpo y alma, y no hartazgo; temblor de la fuente, y no causas soberbias. Busca la bienaventuranza de una caricia…

12. Casi divina, una paloma alza vuelo desde mi isla del Tormes.

13. Algunos envejecen con sus pesadillas.

14. Lo intensamente irrepetible suele estar condecorado con gozos de primera magnitud.

15. Un lecho para el sueño merecido; un lecho para moldear tu fuego; un lecho para no estar hartos de fatiga; un lecho para la paz y la contienda; un lecho donde se descubra el hueso del deseo.

16. Ser hospitalario, abrir tu morada, es la prueba fehaciente de que en ti caló el Mensaje.

17. Si en verdad quieres ser heterodoxo, procura evitar la ruta de los navegantes acomodaticios, aquellos que en sus travesías sólo saben bordear la costa.

18. Salgan del recinto maloliente; huyan del fuego de artificio.

19. Caballero Bonald se expresó así, en marzo de 2009: “Siempre tuve adormilado el sentido religioso de la poesía y ha aflorado ahora, con la vejez. Entre mis autores predilectos están San Juan, Miguel de Molinos y los sufíes. Me interesa la tensión a la que someten el lenguaje. Siempre he querido que las palabras signifiquen en mis poemas más de lo que significan en el diccionario”.

20. Álvaro Mutis, querido amigo a quien abracé en Salamanca, dijo en 1991: “Siempre he creído en Dios, tengo una actitud religiosa ante la vida y creo que todo poema es una forma de orar. Hace mucho que no voy a misa y la política de la iglesia católica en los últimos años me parece equivocada. Soy cristiano”. Años después del abrazo y de estas declaraciones, el poeta y narrador colombiano recibió el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana y el Premio Cervantes de las Letras.